27 de marzo 2031
Danike.
- ¿Qué tu qué? – Pregunta Maia del otro lado de la línea.
- Que le dije a padre que estaría en tu casa.- Le repito bufando.
- ¿Y qué demonios se supone que haga si llama o viene?
- Si llama y pregunta por mí me pones en la línea.- Le digo obvia.- Y si va le pides a tu hermano que diga que fuimos de compras, yo le pagare.
- Pero y si...
- ¡Nada Maia!, solo cúbreme... - Y corto la llamada.
Que linda forma de comenzar mi fin de semana.
Termino de alistarme y bajo, tomo mi chaqueta de la percha y las llaves de mi auto nuevo en el llavero. Fue un suplicio conseguirlo, pero después de rogarle toda la semana a mi padre, al fin lo obtuve.
Estoy por cerrar la puerta de entrada cuando escucho el teléfono de la casa, bufando entro y tomo el teléfono.
- Casa de los Lawton ¿Quién habla?
- Buenos días, ¿Se encuentra Graham? – Dice una voz chillante del otro lado.
- Disculpe pero no, mi padre llega después de las 8 pm.
- De acuerdo, le llamare a su celular. – Y cuelga la llamada.
Miro estupefacta el teléfono y lo vuelvo a poner en su lugar, ¿Quién se cree?
Vuelvo a hacer lo mismo que minutos antes pero esta vez logro llegar hasta el auto, arranco y en cuestión de 20 minutos llego a la dirección que citaba el mensaje.
Me llevo una enorme sorpresa al ver que es una casa, de esas antiguas con tejas y chimenea; de color amarillo. grandes ventanales y dos pisos. Miro el reloj de mi BMW y me doy cuenta de que faltan al menos veinte minutos para la hora citada, así que subo el volumen de la música y cierro los ojos intentando descansar lo que me falto.
Creo que me quede dormida porque al despertar escucho el incesante sonar de un claxon, giro mi cabeza y me encuentro con una camioneta negra; bajo del auto frunciendo el ceño hacia la camioneta y de ella se bajan los chicos, Mackenzie, Alessia, la otra chica – que ahora sé, se llama Stephany – y varios chicos con estuches y maletas.
- ¡Hola, querida! – Me saluda Alessia.
- Buenos días.- La saludo igual.
- Hola.- Dicen al unísono los tres chicos, los asesino con la mirada y se ríen.
Mackenzie me abraza y empezamos a reír.
- Nos vimos ayer.- Le recuerdo y solo asiente riendo más.
- ¿Comenzamos? – Pregunta Alessia y yo dubitativa asiento. – Acompáñame adentro.
Todos la seguimos dentro de casa y me doy cuenta de que estaba en lo cierto, la casa es muy antigua y sus muebles y decoraciones lo avalan. Lo que más me sorprendió fue que Alessia nos conduce hasta el patio de la casa, donde se ve un hermoso jardín, varios árboles enormes y una escalera que conduce a la terraza del segundo piso; sube las escaleras y la seguimos.
Una vez en la terraza me encuentro con una hermosa vista de la ciudad; miro hacia arriba viendo el cielo sin una sola nube – algo extraño en Londres – con el sol brillando, giro hacia Alessia y le sonrió.
- ¿Te gusta?
Me limito a asentir y ella sonríe igual.
- Muy bien, mira, por hoy solo haremos tomas aquí y serán un tanto al azar, siéntete cómoda de moverte y posar como te plazca. – Dice sin dejar de sonreír.- Me gustaría alguna toma sobre la chimenea, de manera que se vea el techo.
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¡Estupida! #2
Literatura FemininaDanike Lawton, 16 años, bailarina de ballet desde los tres y una "niña de papi" adinerada. La propuesta de tres odiosos chicos que podrían cambiar su vida. La oportunidad de modelar para una gran empresa publicitaria de Estados Unidos. ¿P...