¡Estupida! #2

23.- "Playa"

- Danike... - Comienza y se tapa la cara con las manos.- El asunto es delicado, pero créeme que jamás haría algo para dañarte, solo quiero pro... - Se queda a media palabra pues un teléfono comienza a sonar.- Sal un rato, necesito responder.

Bufando, salgo del lugar y camino hasta la cocina, solo que esta vez la encuentro vacía. Salgo de la cocina deambulando por los pasillos del lugar hasta toparme con una puerta de cristal corrediza que da a una hermosa, limpia y turquesa playa.

Me quito los tenis y camino por la tibia arena hasta la orilla del agua, es hermoso. Miro mi ropa y al darme cuenta de que visto con un short deportivo y una blusa cualquiera, así que me encojo mentalmente de hombros y corro por la tibia agua hasta que esta me llega a la cadera.

Sonrió como niña, tenía demasiado sin disfrutar de una playa tan hermosa.

Me zambullo en el agua, cerrando fuerte los ojos, pero no lo suficiente, pues un poco de agua salada entra en mis ojos. Salgo botando del agua y suelto un chillido por el ardor y la desesperación de la sal en mis ojos. Duele, ¿Ya lo mencione?

(N/A: Recuerden, si esta ladeadito, están hablando en francés)

-¿Esta bien? – Escucho que pregunta una voz, pero por supuesto, lo dijo mientras estaba chillando de dolor así que no comprendí completamente lo que me quiso decir.

- ¿Qué? – Gruño.

- ¿Que si se encuentra bien? – Repite haciendo un patético intento de inglés, patético pero sensual intento de inglés.

- ¿Crees que si estuviera bien, estaría chillando como cría? – Pregunto molesta levantándome de la arena, a la cual no sé cómo termine sentada.

- ¿Tener agua salada en el ojo? – Pregunta, provocándome una ligera risa por su intento de comunicarse.

- Si, ¿Me ayudas o seguirás preguntando cosas obvias?

- La princesita esta mimada.- Murmulla, por lo que, si pudiera abrir los ojos, los hubiera rodado.

- Te entendí.- Le bufo en respuesta.

- Lo siento, no sabía que hablara francés.

- Y alemán, italiano, un poco de español y entiendo el ruso.- Presumo sonriendo e intentando abrir los ojos pues el ardor comienza a menguar.

Veo borroso, pero al menos veo algo.

- Por aquí.

Me toma del brazo y comienza a guiarme, hasta que creo que llegamos al lugar necesario pues me detiene.

- Espera unos segundos.

Escucho el sonido de agua corriendo, una mano me indica que me agache un poco y comienza a echarme agua en la cara. Dirijo mis manos a los ojos tallando un poco, hasta que creo que toda la sal ha desaparecido.

- ¿Mejor? – Pregunta.

- Eso creo... - Murmuro alargando la o de la segunda palabra.

Parpadeo repetidamente hasta que mis ojos se aclaran y puedo ver al chico frente a mí.

- Hola, soy Aidan Clyde y supongo que tú eres Danike, ¿Estoy en lo cierto?

Asiento y medio sonrió, ¿Por qué es tan lindo? Por lo menos 1.90 de estatura, pelirrojo, ojos grandes miel, aparentemente no musculoso, pero tampoco un flacucho, hermosa sonrisa y piel blanca cual nieve.

- ¿Qué haces en esta isla? – Pregunto frunciendo el ceño.

- Larga y difícil historia.- Murmura sonriendo de lado.