AL FINAL DEL CAMINO「SS」|PAUSADA|

¿Destino o simple casualidad?

02

¿Destino o simple casualidad?.

Tras el hipnótico contacto visual, Sakura desvió la vista al caer en cuenta de que la caja que tenía en las manos se había desplomado y toda la documentación que se hallaba dentro, tanto como libros, se esparció por todo el piso.

Sakura reaccionó inmediatamente ante lo que había ocurrido, se dio una cachetada imaginaria debido a que la situación ya era bastante vergonzosa. Se preguntó en sus adentros que rayos estaba pensando al mirar a ese hombre de esa manera. Se armó de valor y no dudó un solo segundo en reclamarle.

-¡Ha hecho caer todas mis cosas por estar concentrado en ese teléfono! -Lo señaló. Ella tenía una expresión furiosa en el rostro, pero al fijar la mirada en esos ojos tan oscuros su expresión se apaciguó un poco.

El misterioso hombre la observaba impasible, su rostro no tenía ni una pizca de emoción. Aquellos ónix observaron aquel brillante cabello rosa, era tan largo y parecía bastante suave. Dirigió la mirada hacia esos destellos verdes sobresaltándolo un poco, era una mujer con una belleza inverosímil.

Sakura se arrodilló recogiendo todo lo que se le había caído situándolo nuevamente en la caja.

-Oh no... Espero no se haya extraviado nada. -Se dispuso a recoger las hojas que estaban esparcidas por el piso, pero por alguna razón se sentía observada-. Demonios... -dijo internamente.

Aquel hombre era un joven alto de cabello negro y lacio, rozaba los dieciocho quizá, se podía notar claramente su elegancia, y sobre todo era muy atractivo. Había varias personas que miraban lo sucedido, pero no era a la ojidade a la que observaban, el que llamaba la atención era ese joven; las miradas se posaban en el apuesto hombre que se encontraba frente a ella, de pie.

Él se puso en cuclillas, mientras que con su mano tomaba una hoja que se encontraba en el suelo, despegó su mirada de ella y fijó su vista hacia la hoja.

-Así que Haruno Sakura -afirmó inspeccionando aquel documento que tenía en una de sus manos, mientras que la otra reposaba en su rodilla. La observó una vez más, sin duda aquél nombre le quedaba como anillo al dedo.

Sakura se sobresaltó al escuchar su nombre, era una voz intimidante, pero preciosa, un tanto grave, aunque suave a la vez. Quedó maravillada ante semejante melodía, pero volvió a la realidad dándose cuenta de lo que estaba pasando, reaccionó rápidamente y vio que tenía una de aquellas hojas en su mano.

-¡D-Deme eso! -espetó, intentó quitárselo. El desconocido se limitó a alzar la hoja para que no pueda alcanzarla, no despegó la mirada del documento, lo examinaba detenidamente.

-Puedo ver que eres una sabelotodo -se burló, mientras dirigía la mirada hacia ella, la cual lo miraba expectante.

-¿Podría entregarme la hoja, por favor? -preguntó la chica, aunque sonó en un tono de exigencia.

-Debes de ser muy aburrida «Sakura» -aventuró el hombre con una pequeña sonrisa burlona en el rostro. Se levantó con elegancia y le devolvió el documento-. Bueno, creo que he perdido suficiente tiempo contigo -opinó, se dio media vuelta y empezó a dar unos pasos con la intención de abandonar el lugar.

-Al menos debería haberse disculpado, maleducado -escupió furiosa, observó como el hombre se detenía. Regresó a verla con aquellos orbes coloreados de un imponente ónix, atravesaron su mirada esmeralda denotando leve asombro ante sus recientes palabras. Sus facciones se relajaron y su mirada se tornó lúcida.

-¿Maleducado? -preguntó cortante. La observó minuciosamente escrutándola con la mirada ante su repentina osadía.

-Así es -afirmó con seguridad un poco intimidada ante su penetrante mirada.