Alejados del mundo

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Alejados del mundo.

Sasuke se encontraba escondido tras los finos cabellos de Sakura, la imagen de verla tan destrozada retumbaba en su mente. En su alma arraigaba la angustia apoderándose de cada centímetro de su cuerpo. Sentía como un enjambre de emociones cruzaba por su pecho, la ira irremediable no cesaba, y por supuesto que no lo haría; esos mal nacidos la habían golpeado como si de un saco de basura se tratase, habían intentado violarla. ¿Cómo es que existen personas tan repugnantes carentes de un sano juicio moral? Sólo eran unos asquerosos mal nacidos que no hacían más que pudrir ese cruel e insano mundo. Sus ojos traicionaban su mente, mostrando un ataque de pánico imperioso. No podía estar tranquilo, en sus pensamientos rondaba la posibilidad de qué hubiese pasado si llegaba segundos después. Se alejó levemente y su rostro se ensombreció al observar al desgraciado que le había hecho daño, una ráfaga de rabia se instaló en sus ojos.

Dejó de observarlo al percatarse que la persona que tenía en sus brazos jadeaba por la dolencia que su cuerpo abrigaba, supuso que tenía un impacto emocional bastante severo, haciendo que su respiración se tornara dificultosa y pausada. ¿Y cómo no estarlo? Cualquiera en su sano juicio  estaría más que horrorizado al vivir algo tan fuerte, sintió su cuerpo temblar, sin pensarlo terminó aferrándola más a sus brazos. Jamás comprendería lo que Sakura sentía en ese momento, si él estaba roto imaginada la posibilidad del infierno que estaba presenciando.

Sakura tiritaba afligida, sus sollozos cedieron sintiéndose más calmada al estar en brazos de alguien que conocía, no estaba sola, la habían salvado y debía tenerlo en cuenta. Su labio tembló con pesadez, no era la primera vez que estaba sujeta a ese tipo de violencia, estaba cansada de ser despreciada  por personas tan crueles y despiadadas. Ahogó un suspiro al sentir cómo le quemaba ciertas partes de su cuerpo, sintió punzadas en cada hematoma creado por aquél desgraciado que se encontraba inconsciente en la fría baldosa.

Sintió un amarre en sus entrañas al fijar sus ojos verdes al causante de su agonía, apretó con suavidad el brazo del pelinegro al temer que volvería a hacerle daño; sintió como los fuertes brazos del Uchiha rodeaban su espalda, abrió la boca con la intención de decir algo, pero las palabras no salían, al contrario, sintió un sabor metálico expandirse por su lengua, imaginó que era el líquido carmín que salía de su labio tras estar seriamente herido. 

Su mente se nubló sintiéndose mareada, intentó hablar nuevamente, pero su voz era apenas imperceptible.

Los orbes del pelinegro se alarmaron al verla tan débil, haciéndolo despertar de su estupor. Si algo era cierto, es que su mente se encontraba buscando soluciones, sin embargo, no era el momento para seguirse lamentando ante la situación que ocurrió por el inminente descuido. No tenía tiempo para pensar en qué haría, ya descubriría después las acciones que debería tomar. Debía actuar.

Se levantó del lugar cargándola en sus brazos, se sorprendió de lo liviana que era, se fijó en los ojos verdes de Sakura, notó como su ceño se fruncía ante el repentino movimiento, imaginaba lo mucho que debía dolerle, pero era algo necesario, sabía que debían abandonar el lugar. Sus ónix escrutaron su delgado cuerpo, haciendo un análisis rápido de la variedad de moretones y cortadas que tenía en su blanquecina piel.

Sasuke escondió una mueca de disgusto. Observó por última vez al imbécil que se encontraba tirado en el suelo, su mirada reflejaba tanto desprecio, si Sakura no lo detenía no le hubiese importado en absoluto abandonar su humanidad, disfrutaría tanto golpearlo hasta que su voz se sellase en el averno. Sin embargo, debía tragarse esa amargura y concentrarse en algo más importante, tenía que llevarse a Sakura.

AL FINAL DEL CAMINO「SS」|PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora