Estaba con mis amigas en el shopping. Había llegado hacia dos semanas y me había ido directamente al piso que Susy me había alquilado y amoblado para mi llegada. Se sentía muy bien tener mi propio dinero.
Estábamos caminando después de hacer algunas compras cuando lo vi. Llevaba una bolsa de celular en la mano y estaba con una camisa casual y una americana con jeans y botas. ¡Diablos! Estaba más guapo que hace tres años.
Le dije a las chicas un ligero "ya vuelvo" cuando vi que el caminaba hacia mí. Estábamos frente a frente y le sonreí
_ Hola Megan... estas preciosa..._ me dice y me besa en la mejilla
_ Gracias Jo... te vez muy bien... _ dije y era cierto
_ No sabía que habías vuelto_ dijo mirándome a los ojos
_ es por trabajo, pero ahora estoy con las chicas_ saque una tarjeta de mi cartera y se la di orgullosa _ llámame siempre es bueno charlar con un viejo amigo_ le dije con una sonrisa y le di un beso en la mejilla para irme con las chicas. Susy me miraba con mala cara pero le hice un gesto y entramos al local.
Decidí dejar de pensar en el aunque me fuera difícil. Me probé varios vestidos y los deje con la dependienta para llevarlos. Las chicas llevaron varias cosas y fuimos a cenar. Ninguna me pregunto por Joseph pro sabía que Susy me atacaría cuando estuviéramos solas.
Después de cenar y despedirnos recibí un mensaje en teléfono
" ¿Megan te parece mañana a las ocho en The Rose Garden?"preguntaba Joseph
_"Si es perfecto" conteste
_"¿paso por ti?" pregunta
" Gracias pero voy directo de la oficina"conteste
_ Hasta mañana, estas hermosa_ me contesta y yo cierro el teléfono sin sonreír. Hace tres años atrás un mensaje así me habría hecho saltar de alegría. Hoy no me provocaba nada más que un poco de nostalgia.
El día en la nueva oficina transcurrió tranquilo. Mi trabajo era supervisar las campañas pero ahora nos estábamos concentrando en contratar gente competente. Yo entrevistaba candidatos candidatas y los que creía idóneas los enviaba a Daniel y a Margaret para que tomaran la última decisión. Hasta ahora no me había equivocado. Buscaba gente que tuviera más que currículo. Que fueran originales y con ideas frescas. Que aunque no tuvieran experiencia si tuvieran conocimientos y ganas de trabajar.
Para la cinco ya teníamos elegida la plantilla entera y nos juntamos hasta las seis para armar la reunión y decidir los grupos. Era emocionante la manera en que Margaret y Daniel confiaban en mí. Me sentía valiosa y respetada.
A las siete estaba en casa bañándome y preparándome. The Rose Garden era un restaurante de primer nivel y elegí un vestido a la medida. Peine mi pelo suelto y me maquile suavemente. Susan no había sido muy dura conmigo solo dijo pocas palabras "esta vez asegúrate de que sea él quien esté detrás de ti, has cambiado para bien y estas mejor que nunca, no dejes que el cambie eso". Mi amiga era sabia, a veces brutal pero sabia.
Salí con media hora de adelanto porque no quería atrasarme con el taxi. Cuando llegue en la recepción pregunte por Joseph y el recepcionista me llevo a su mesa. Ya estaba allí. Tan guapo que me quitaba el aliento
_ Meg te vez preciosa_ dijo dándome un beso en la mejilla y dándome una rosa roja.
_ Gracias Jo te vez muy bien_ el me sonrió de costado. Esa maldita sonrisa sexy.
Nos sentamos y una camarera rubia muy sexy se acerco a nosotros. Nos dio la carta y nos hablo de los especiales sin quitar la mirada de Joseph, el no la miro ni una vez. Solo levantaba la mirada para consultarme algo del menú y luego de elegir el vino la despidió con un movimiento de cabeza.
_ cuéntame que es lo que hiciste en Londres Meg_ me pregunto Joseph
_ fui a trabajar para Orwell publicidad la empresa del padre de Susy. Creí que era la mejor oportunidad para empezar de nuevo_
_ Imagino que eso es lo que necesitabas, nunca te había visto tan segura y hermosa_ me dice y sonrío.
_ te estabas comprando un teléfono ayer , supongo que el anterior tuvo un accidente_ digo bebiendo un poco de vino
_ se estrello accidentalmente contra la pared después de una dura mañana con mi padre y una tarde peor con los llamados de mi madre y Marianne_ dijo con mirada enojada. Mi estomago se retorció al pensar que aun estaba con esa zorra pero ya no era mi asunto
_ ¿presiones?_ pregunte interesada, demasiado interesada.
_ Mi padre no se termina de decidir si se va o se queda en la empresa y ya le di un ultimátum ayer, o me deja definitivamente al mando o se queda solo y yo montare mi propia empresa. y mi madre junto con Marianne están presionándome a un casamiento que yo no deseo con ella y que nunca deseare, así que fueron muchas cosas y mi celular pago las consecuencias, fue el tercero este año_ dijo preocupado y mi corazón volvió a latir, no quería casarse con ella_ ¿ tu Meg estas con alguien?_ y no te cierta incertidumbre en su mirada. No podía mentirle nunca pude hacerlo
_ No Jo... me concentré en recuperarme y en mi trabajo, realmente no tenía tiempo ni ganas para una relación_
La camarera nos trajo los platos batiéndole las pestañas. Si seguía a si provocaría un huracán en algún momento. Mire mi plato y no era lo que había pedido Jo iba a decir algo pero fui yo la que hable
_ Señorita pedí salmón rosado con salsa de espárragos no raviolis_ ella pareció notarme y dijo
_ Perdón señorita ya se lo cambio_ dijo de mala manera.
_ tengo demasiada hambre para seguir esperando pero ten encuentra que Robert La Rose es el padrino de mi mejor amiga y lo sabrá, si no estuvieras tan distraída coqueteando con el señor habría prestado más atención a mi pedido_ digo y ella palidece
_disculpen..._ dijo y se fue casi corriendo. Joseph me miraba admirado
_ esta nueva tu tiene algo de malvado... _ dijo sonriendo y yo sonreí bebiendo un poco de vino.
Al terminar la cena me llevo a mi apartamento. Se bajo del auto para abrirme la puerta y al bajar quedamos frente a frente. Su cercanía me erizo la piel y baje la mirada.
_ Estas muy hermosa Meg..._ me susurro acariciando mi cabello. Sentí mi corazón desbocarse y sentí como se acercaba a besarme. Pero desvie mi rostro y su beso dio en la comisura de mi boca y así y todo me hizo temblar
_ Buenas noches Jo..._ susurre mirándolo a los ojos
_ Buenas noches Meg..._ dijo acariciando suavemente mi rostro.
Entre a casa en un sueño. Un sueño del que tenía que despertar. Había muchas razones para no volver a caer en Joseph y había una sola por la cual podía caer. Aun lo amaba.