FIRE (h.s). [TEMPORALMENTE CANCELADA]

Capitulo 2

Mi corazón palpita más de lo debido, mis manos tiemblan. Un aliento caliente roza mi oreja, pero no quiero girarme. No puedo.

-No grites, no abras los ojos -Una voz ronca suena a mis espaldas, similar a la de aquel chico en la habitación. Pero esta vez no suena tranquila, ni mucho menos transmite... ¿paz?

Mi respiración es más pesada qué antes, un escalofrío recorre mi cuerpo sólo de imaginar su expresión dura. No quiero darme vuelta.

-P-Puedes llevarte todo lo que tengo, pero no me hagas dañó - Tartamudeo, sonando patéticamente débil.

-Comienza a caminar -

El miedo que siento es inexplicable. No puedo moverme, no puedo.
No logró moverme.
Mis manos tiemblan demasiado.

El escalo frio vuelve a recorrer mi cuerpo.

Siento la necesidad de darle un golpe en la entre pierna para después correr lo más rápido que me sea posible.

Trato de zafarme de su agarre contra mi cintura, moviéndome bruscamente. Mi esfuerzo se vuelve en contra mía. Ahora el no solo cubre mis ojos con su mano, la presiona de un modo que ni la más mínima luz de las pocas lámparas que hay, logro ver. Su mano en mi cintura ejerce más fuerza que hace unos instantes.

Quiero correr, correr y correr hasta que mis pies no me lo permitan más. Pero, muy al contrario, mis pies no reaccionan ni al más leve mandato que ordena mi cerebro.

Unos pasos resuenan, se escuchan demasiado cerca, firmes y decididos en dirección hacia nosotros.

» Mierda, mierda...»

-Date prisa Harry, alguien puede vernos -

Una segunda voz a metros de distancia...

El tipo detrás de mí da un paso, obligándome a hacer lo mismo. No soy consciente de lo que estoy haciendo.

El pánico estalla en mi sistema.

Comienzo a caminar obligada, no puedo parar.

Unos pasos después, él se detiene.

Escucho la puerta de un auto abrirse, justo frente de mí.

"Corre, corre, corre, corre..." Las palabras se repiten en mi cabeza.

Por un segundo, no escucho nada más que la respiración de Harry cerca de mi oreja y mi corazón latir con fuerza.

- Entra - La voz menos ronca se escucha tan cerca de mí, la segunda voz.

Mis esperanzas de correr se esfuman al caer en cuenta que no podría lograrlo con dos hombres. No soy lo suficientemente ágil para poder escapar de ambos.

Solo he recorrido dos cuadras y me he metido en el tercer callejón.

La posibilidad de correr en dirección contraria a la que me dirigía y entrar por la parte trasera de la casa de Santiago, aparece en mi mente...

Me inclino un poco, tratando de calcular la posible altura a la cual puede encontrarse la puerta del auto.

-Solo corre - El susurro de Harry hace que el escalofrió se expanda por mi cuerpo.

» ¿Acaso está dejándome escapar? »

Segundos, solo un par de segundos, Harry suelta su agarre de mi cintura al mismo tiempo que deja de cubrirme los ojos.

Mi oportunidad

De alguna manera, esta vez mi cerebro ha recibido la suficiente coherencia y me ha hecho correr. Me toma un par de segundo adaptarme a la poca luz que hay en la calle más alejada de Seattle, pero estoy corriendo. Correr, correr, correr. La adrenalina corre a máxima velocidad por mí. Mi corazón palpita a tal velocidad que siento que se saldar de mi pecho.