Amor: Poemas y relatos cortos.

Odio a los hombres.

No lloro desde antes de conocerte.
Suspiro constantemente sin saber siquiera el sentido de mi suspiro. Pero aquí estoy.
Cada parte de ti me da asco. Cada palabra que me dijiste suena en mi cabeza como una arcada al recordar tus susurros en mi oído.
Me pregunto que hubiera pasado si nos hubieramos besado. Eso todo lo habría cambiado, probablemente estaríamos juntos.
Sin ser necesario llegaste para darme todavía más problemas. No sé para qué viniste pues no aprendo de mis errores.
Al menos no cuando se trata de hombres.
Todo lo que respiro son ilusiones y por ser tan ingenua me ahogo en las decepciones.
Quiero verte sufrir, pero no quiero dejar de darte la espalda.
Me contaminaste tanto que ya no puedo ver a un hombre sin sentir un cosquilleo en la garganta.
No es para nada bueno. El cuerpo sólo me pide vomitar. Llevo casi dos años sin sexo y otros tantos que van a pasar. En el pc sólo tengo porno lésbico y yuri.
No hay nada más tranquilizante que el saber que te he matado. No hay problema, ya no aparecerás. Ni siquiera en mi cabeza, pues voy a acabar con todo lo que me recuerde a ti.
Ya he matado a los hombres del vecindario según me los iba encontrando. No es algo que disfrute, es algo que fue necesario.
El marcar mi territorio no solía ser mi estilo, hasta que me quedé sin nada y decidí acabar con cada cosa que me molestara.
No hay relojes en mi mansión.
Quiero ser libre y los remordimientos no van a ser un paro.
El olor a gasolina ahora es lo más sagrado.
Desde que te hice chupar el asfalto y luego me giré y caminé mientras todo explotaba. Ni me detuve a ver tu cadáver ya que quería olvidar tu cara.
Si te soy sincera, ya ni me acuerdo del color de tus ojos. Ojalá pase lo mismo con el recuerdo de tus palabras que saben a vómito.