capítulo 6

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Estoy en shock. No lo entiendo, esto no puede pasarme... ¿porqué me ha hecho eso? Y lo peor de todo ¿como pudo haberme gustado de esta manera? 

Ando de vuelta al bosque para buscar a Gabri ya que la dejé sola, algo que prometí no hacerlo espero que no se haya enfadado conmigo.

Al volver la busco entre las personas, las músicas siguen altas y las personas ignorantes de las cosas ajenas. Después de unos quince minutos de estar buscando a Gabriela la encuentro con el chico que la acompaña toda la noche 

- Gabri... no quiero molestarte pero si no te importa me quiero ir a mi casa- le dije en el oído.

-¿ha pasado algo con Pietro?- me pregunta, justo lo que quiero olvidar. No le respondo y solo muevo mi cabeza de izquierda a derecha. No me pregunta nada más se despide del chico con un beso algo que cuando me encuentre mejor le preguntaré.

Al volver por donde habíamos venido nos cruzamos con Pietro.

- Mack... tenemos que hablar- se dirige a mi pero no lo quiero mirar.

- Lo siento pero tengo que irme-contesté pasando por su lado. Pero antes de poder alejarme lo suficiente de él me agarró la mano con mucho cuidado, lo que me hizo mirarle a los ojos, tenía una mirada triste y arrepentido. 

- No te escapes de mí, por favor- dijo tan bajo que estoy segura que solo yo pude escucharlo. 

- No tengo razones, otro día hablamos- y me fui, dejando le tirado. 

Estiré de la mano de Gabri que me miraba con media sonrisa en la cara, me hizo sonreír también y me alegraba que estuviera ahí conmigo.

Cogimos otra vez a Erika para volver a casa el camino fue tranquilo aunque Pietro no salió de mi cabeza ni por un momento, ese beso fue increíble sin duda uno de los mejores que me hayan dado... sí, lo sé no soy una santa lo tengo claro. 

me estaba volviendo loca por la situación que había pasado minutos antes, así que le pedí a Gabri que se fuera a su casa, ya que si fuera hoy a la mía no le haría mucho caso necesito descargar en el saco de boxeo sin duda.

Ella como buena amiga que es no me preguntó nada y aceptó . Le di las gracias cuando la dejé delante de su casa y me fui a la mía.

Al llegar lo único que tenía en mente era él y no iba a salir tan pronto por lo visto. Me cambié de ropa me puse unos shorts y una camisa de deportes.

Puse música no tan alta ya que era de noche pero yo me perdía en ella. Dí mi primer golpe al saco lo que me liberó de una presión que hasta ahora no me había dado cuenta que llevaba encima. Pasado los minutos los golpes se hacían cada vez más rudos y fuertes realmente me liberaba hacer esto. otro rato más y ya tenía la camiseta mojada de sudor sin darme cuenta. Miré el reloj y ya era las 3:30 am.

Decidí que ya era hora de descansar. Entré al baño para darme una ducha lo que me llevó un rato muy largo, no podía sacarlo de mi cabeza, la textura de sus labios, el roce de su lengua con la mía, me estaba cabreando más pero lo peor de todo era que lo que me enfurecía era que quería volver a besarlo. 

Pegué un puñetazo a la pared de mi ducha haciendo que mis nudillos ya un poco dañados volvieran a abrirse haciendo que sangrara. 

La razón por la que no quería que eso fuera a más es simplemente porque ya había sufrido suficiente cuando me encapriché de un chico y fue mi peor decisión. 

Al salir de la ducha tuve que sanarme los nudillos cuales no dejaban de sangrar, sí que tuve que darle con toda mis fuerzas.

Me vestí y me metí a la cama, aun recordando el momento en la playa con Pietro y así pensando en él conseguí dormí.

-Mack, despierta ¿te encuentras bien?- me preguntó mi madre.

-¿qué pasa mamá?- pregunté adormilada.

-Si no te despiertas ahora llegarás tarde a tus clases querida- me contestó. 

me levanté sobresaltada acaba de decir que tengo clase. 

-¿Mamá que día es?- pregunté

- Estamos a lunes cariño, ¿porqué?- me dijo

-He dormido todo el domingo, mamá- dije 

- ¿te has tomado más de una pastilla? - me preguntó sabiendo que a veces cuando me encuentro totalmente cansada me tomaba un par.

-No mamá, la cosa es que no me tomé ninguna simplemente me dormí.- contesté

Mi madre abrió los ojos con sorpresa pero no comentó nada más. 

-Levántate, más tarde si quieres hablamos de ello- le agradecí con una sonrisa.

Me levanté de la cama como un rayo y me preparé. Cogí mis pertenencias y me dirigí a mi cocina tenía mucha hambre asi que tomé un poco de tiempo para poder desayunar bien. 

Me despedí de mi familia y me encaminé hacia la unversidad en Erika.

Al llegar Gabriela me estaba esperando como cada mañana. me saludó y nos dirigimos hacia nuestras clases.

Este día iba a ser diferente lo estaba presintiendo. Y como si lo que yo pensara las cosas empezaron a suceder.




Entre ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora