capítulo 8

1 0 0
                                    

No se porque hice eso. Por qué lo he seguido? Realmente no tenia que hacerlo. Miro a mi alrededor pero lo único que puedo ver son arboles muy altos y arbustos gruesos.
Gruño. Que asco de día, sabia que algo tenia que pasar hoy.
Intento volver por donde he venido pero me es imposible encontrar el camino.
No estoy asustada, en mi infancia y adolescencia pasaba gran parte soñando que los bosques serían mi escapatoria. Ese recuerdo amargo me viene a la mente tan rápido como quiero que se vaya, recordarlo no me hace nada bien.
Entonces es cuando me acuerdo de que llevo el móvil. Lo saco, pero como mi suerte es de las mejores, no tengo cobertura. Suspiro.
Me toca seguir andando hasta encontrar un camino o algo. Tengo claro que aquí no puedo quedarme.
Después de andar durante unos quince minutos mas encuentro un claro con una hermosa laguna que tiene también una cascada. Como hace bastante calor me acerco a mojarme un poco la cara y la nuca. Después de refrescarme  me levanto. Camino hacia la cascada. Siempre me fascino la naturaleza y su manera de ser sencilla y hermosa. Me quedo un rato embobada mirando como cae el agua de esa altura.
Pero un ruido me saca de mis pensamientos, primero no veo nada pienso que sera algún animalito que tendrá sed. Pero no, me quedo mirando fijamente en una zona del bosque donde hay una enorme criatura.
Me asusto, pero no me muevo, quizás se vaya. Mas no se mueve. Despacio, casi a camera lenta me levanto de la piedra en donde me senté cómodamente.
Intento correr con todas mis fuerzas hacia cualquier lugar, pero escucho como de una manera antinatural la criatura ha llegado muy cerca mía.
Se que entreno y me esfuerzo mucho para ser fuerte y poder defenderme, pero nunca pensé que la causa de mi muerte fuese por ataque de animal salvaje. Sigo corriendo un poco mas. Pero la criatura cuando me doy cuenta ha saltado delante mía.
Imposible. Pienso. Para mi era un oso enorme y negro pero estando delante de mi veo que se trata de un lobo.
Pero no cualquier tipo de lobo este es enorme, sobrenatural...
Estoy pactada, flipando, y pienso que son efectos secundarios de mis malditas pastillas y me acuerdo que no las tomo hace un tiempo, entonces lo descarto. Ni podría ser mi imaginación porque no tengo tanta.
Mi respiración esta agitada, no se que hacer, es mi fin. Cierro los ojos y me caigo de rodillas al suelo. Y espero. Y sigo esperando, pero nada pasa.
Vuelvo a abrir mis ojos y me fijo en la criatura delante mía. Es majestuosa su pelaje brilla con el negro mas puro que he visto en mi vida, como si hubiesen pasado aceite sobre él.
Un par de minutos después como veo que no hace nada me levanto. Mi respiración sigue igual de agitada, mi corazón va tan rápido que tengo miedo de que me de un ataque, pongo mi mano en mi pecho para tranquilizarme. No funciona.
Mis piernas empiezan a temblar. Y caigo de que todas las cosas que me ha ocurrido en la vida, esta es sin duda la mas extraña.
Un rato después el animal empieza a acercarse, no se que quiere hacer, pero no consigo moverme.
Otra vez cierro los ojos esperando que lo peor pase rápido pero no ocurre.
Veo como se acerca con precaución como si yo le fuera hacer algo a él.
Me mira directamente a los ojos y los suyos son oscuros, negros, pero como de una persona no de un animal y me extraña.
Tengo los brazos a los lados de mi cuerpo sin hacer ningún movimiento.
Entonces el lobo sobrenaturalmente grande baja las orejas y luego la cabeza hacia mi para olisquear me.
Me siento nerviosa y fuera de mi. No se que hacer. Y es cuando mueve su hocico hacia mi mano.
El tacto es realmente suave, su pelaje parece deshacerse bajo mis dedos.
Pasando un rato en el que consigo relajar todos mis músculos me doy cuenta de que acariciarlo ha hecho que me tranquilice.
Pasa el tiempo y no me doy cuenta, no se que hora es y sigo sin saber donde estoy y me doy cuenta de que estoy sentada en el suelo del bosque recostada en un enorme lobo negro que no quiso matarme sin razón.
Me levanto de repente haciendo que el lobo que estaba dormido se despierte y me mire fijamente.
-bueno, amigo... Si es que ya te puedo llamar así, necesito encontrar el camino de vuelta a casa, no podrías ayudarme verdad?- digo en voz alta y al segundo me doy cuenta que hablo con un animal como si me fuera a entender.
Pero entonces me sorprendo porque se levanta y me mira empieza a andar despacio hacia delante y yo le sigo. Quizás me entendió.
Llevamos veinte minutos caminando y es cuando veo de lejos el campus. Me sorprendo pero no mucho, lo raro siempre me sigue, me pasa de todo.
Giro hacia mi nuevo amigo le acaricio otra vez y le doy gracias y prometo que volveré pronto.
Al llegar a la puerta de la universidad veo que todos están saliendo ya hacia sus autos. No tengo idea de como me veo y ahora mismo poco me importa.
Entonces voy a mi taquilla por unas cosas y le veo.
Pietro hablando con Jessyca. Y me acuerdo porque me he perdido todo el día de clases hoy.
Estoy realmente enfadada y cabreada. Tengo que estar roja de tanto cabreo.
Me acerco a ellos con paso decidido.
-eres un estúpido- le grito, por suerte ya casi no hay gente en el pasillo en donde nos encontramos.
-que te ha pasado? - me pregunta.
- por tu culpa me ha pasado, seras maldito, fui a buscarte y aquí estabas con esta- casi grité.
Intento acercarse a mi pero la mano de Jessyca le paro.
-no vuelvas a dirigirme la palabra en tu vida- acabe por decir y salí echando humo.
Ahora solo quiero llegar a casa y estar tranquila con mi saco de boxeo.

Entre ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora