capitulo-1

32 2 0
                                    

Ser una persona difícil de llevar es duro. Mi vida, hasta ahora, no fue tan fácil de conllevar.
Mi pasado está lleno de rencor, miedos, dudas, odio y lágrimas.
Todo eso sin contar que apenas tengo diecinueve años.
No Muchas personas entienden mis razones de por que me comporto de esta manera tan distante y fría.
Y la verdad espero que pocos lo sepan.
-¡Mack! Despierta, estamos ante punto de llegar. - mi madre me saca de mis pensamientos.
No suelo dormir en viajes de coche, al veces apenas cierro los ojos y me pierdo en mi mundo, en mi pasado. Aunque según mi "loquero" no me hace nada bien seguir recordando lo. Pero ¿Qué puedo hacer? Me es inevitable.
Me quito los auriculares para prestar atención a lo que mi madre se refiere.
Está emocionada. Acabamos de llegar al nuestro nuevo hogar.
Bajo la ventanilla del coche para observar al las personas que deslumbran y abren sus bocas como si no hubiera visto un coche de una suma de dinero excesiva. Sí mi padre tiene un gusto por los coches de última moda.
Vuelvo mi mirada hacia mi padre, que va concentrado en la carretera donde viviremos.
Me pregunto por qué conducirá, tenemos tres chóferes, uno para mi padre, otro para mi madre y el tercero para mi hermano y muy de vez en cuando para mi.
Y se preguntarán para que tres. Muy fácil mis padres son unos famosos reconocidos ejecutivos millonarios, aunque no me gusta inflar el pecho al decirlo, soy bastante humilde.
La causa es que me adoptaron, lo que quiere decir que crecí sin nada.
Casi todo el mundo se hace la idea de que soy adoptada ya que ellos son rubios de los ojos claros y yo soy morena con ojos oscuros.
Pero nunca me molestó, son mis padres y gracias a ellos no me falta de nada.
De nuevo miro hacia fuera del coche, distraída.
-¡cariño! - me llama mi padre ¿estás bien?¿te mareas? ¿Quieres que pare el coche?
-no, papá. Tranquilo me tomé las pastillas antes de salir de casa y además tengo mi coca cola- contesté.
Sí, tengo ese pequeño problema de marear me en vehículos cerrados, por eso siempre utilizo a Erika .
Mi preciosa es una MTT Turbine Superbike que me costó ciento cincuenta mil dólares. Alimentada por un motor Rolls-Royce Allison, modelo doscientos cincuenta de turbina que produce trescientos veinte caballos. Puede llegar a los doscientos veintisiete m/ph , que seria equivalente a trescientos setenta Km/h.
Me enamorenamoré de ella no más verla delante del escaparate y mis padres accedieron a comprármela con la condición de abrirme más a ellos e intentar ser otra persona. Estoy en ello.
Quería venir conduciendo la, pero según mi padre, mi princesa y el resto de las pertenencias familiares serían llevado a nuestra nueva morada en camiones.
No lo molesté mucho en ese aspecto si hubiera venido en Erika mi cuerpo estaría en tu mecido y aquí en el coche pude dormir y descansar, aunque mi hermanito iba hablando todo el camino ansioso.
Tiene cinco años y es bastante parecido a mi, pelo oscuro, moreno, solo que el tiene los ojos azules que impresionan, lo que le ayuda en muchos chantajes con mis padres.
Lo miro, estaba dormido, por fin, con el cuello torcido hacia la derecha, eso le dolería después, así que le ayude a colocarse bien en su silleta.
Me quedé mirando fijamente a mi hermanito, distraída, cuando mi padre gira ala derecha en la calle principal un coche deportivo negro se mete delante de nuestro coche haciendo que mi coca cola tiña mi camisa blanca.
No tuve tiempo de reaccionar, en cuanto mi padre soltaba unos cuantos tacos en voz baja yo intentaba tranquilizarme para no abrir la puerta y salir corriendo detrás de ese maldito coche.
Aguanté hasta llegar a mi ahora nueva casa, por suerte tenia a quienes arreglan mis cosas así no tendría que hacerlo yo misma.
Estaba un poco cansada con lo cual crucé el umbral de mi casa para subir a mi reseñada habitación.
Mi cuarto es el más grande de la casa e insonorizado por el simple hecho de que doy uso a mis máquinas de musculatura y hacen bastante ruido.
Es de un color morado oscuro, con un baño inmenso dentro de esta. Tengo también una terraza con unas pequeñas escaleras que baja hacia la parte trasera de la casa.
Mis pertenencias ya se encontraban en su lugar era todavía temprano así que decidí y echarme una siesta.
Me desperté un poco exaltada las pesadillas siguen ahí...
Bajo las escaleras para encontrar a mis padres en el salón con visitas.
-¡oh! Mackenzie , cariño ven estos son nuestros vecinos, los Willer, han sido muy amables de venir a presentarse -dice mi padre tan formal como siempre, ruedo los ojos lo que me lleva a ganar una mirada desaprobatoria de mi madre. Me acerco.
- Buenos días, encantada. -saludo con un apretón de manos a la pareja que se encuentra delante de mi.
La señora lleva un elegante vestido color gris, en cuanto al hombre lleva un jersey azul con unos pantalones grises bastante elegante.
-Eres una niña muy encantadora. - me dice con una sonrisa enorme en el rostro. Intento sonreír a su respuesta pero lo único que consigo es demostrar mi negación a su apodo.
Antes de que pudiera contestar a sus palabras el timbre suena, haciendo que mi madre sonría conforme, ya que ella me conoce muy bien.
Pasa unos segundos y entran dos personas a nuestro salón, la primera es una niña realmente hermosa y de edad pequeña no tendrá más de 6 años, como mi pequeñín. Me fijo que es idéntica a la señora Willer con lo cual se que es su hija.
Sin tiempo a pensar algo más aparece por la puerta un chico.
Me tenso un poco al verlo, es raro, nunca ninguno me ha hecho sentir así por lo guapo que fuera. Me concentro en la escena delante mía después de estar unos largos segundos mirando al chico delante mía. Poco tiempo mirando y ya me grabé sus rasgos en mi cabeza.
El chico es alto, realmente alto, piel bronceada y castaño con unos ojos impresionantes. Sin duda llama la atención.
-perdona la tardanza, la peque, no sabia que quería ponerse. - habla con semblante serio.
-Jay den, ¡ven aquí! Mira que chica más bonita.-dice su madre mirándome.
Hago otra mueca, en la que el tal Jayden se da cuenta y dice:
-¡Mamá! Igual no le gusta que la presenten de esta manera.
Me ha defendido eso no me hace falta tengo boca para algo. Ruedo los ojos lo que le divierte ya que suelta una risa fina y baja.
-perdoname Mack! Si es que te puedo llamar así.- me dice.
No me parece mal la señora es un poco ñoña pero aun así me ha caído bien así que opto por dejarlo pasar.
-tranquila señora no hay ningún problema en ello. Realmente es lo que iba a pedirles desde un inicio. -contesto.
-¡Mack! El joven Jayden ira a tu misma universidad, podrías pedirle que te ayude para no perderte en los primeros días.- hablo mi madre.
Dios, gracias, de verdad no veo nada mejor. Sarcasmo. Mi madre desde que lo deje con mi novio para venir aquí intenta conseguirme uno por cualquier medio.
-Creo que tendrá cosas mejores que hacer.- lo miro haciendo señas con los ojos lo cual parece que le divierte ya que sonríe y contesta:
-por mi parte no hay ningún problema, estaré encantado.
Desgraciado. Le miró y me regala una media sonrisa, preciosa la verdad.
Después de un rato más hablando entre familias y evitando a toda costa las miradas directas de Jay decido que es hora de subir a mi habitación a descansar.
-bueno no quiero interrumpir pero mejor me retiro a mi cuarto ando un poco cansada de hoy y quería dormir un poco. - hablo para que me escuchen.
Me despido de los vecinos con un apretón de manos y al ir hacia Jay dice en alto:
- mejor te acompañó a las escaleras y de ahí también me voy a casa. Mamá, papá, nos vemos en casa.
Y sin más vueltas nos dirigimos hacia la entrada de mi casa donde se encontraba las escaleras hacías los pisos de arriba.
Intento despedirme rápidamente pero antes de siquiera subir el primer escalón Jay me voy e suavemente de la mano izquierda.
- ¿puedo ayudarte en algo más? - digo con sarcasmo notorio.
- Voy a tu habitación.- contesta sin rodeos.
- ¿Eso se debe a...? - pregunte.
-¿tu que crees? - responde.
- mejor largate a tu casa no estoy interesada en relaciones esporádicas de una noche con desconocidos.- al responder le mire a la cara con semblante totalmente neutro y por lo visto se quedo un poco en shock .
-vocabulario extenso, aunque se de algo más extenso que tu vocabulario y que seguro te encantaría. -Vaya cerdo pero quien se cree que es? Dios lo que hay que aguantar.
Pero se jugar a ese juego tanto como el o más.
Me acerco peligrosamente a su cuerpo haciendo mínimo contacto posible aunque soy consciente que nuestra manos están unidas todavía.
-¿Asi? ¿Y por qué no me lo enseñas?
Nos quedamos un rato así demasiado cerca sin que ninguno se separará. Le mire cada detalle de su lindo rostro. Que desperdicio tan sexys y tan subnormal.
Tenia los labios carnosos y rosados, bastante sexys, su quijada era realmente marcada lo que le hacía verse irresistiblemente apetecible pasar mis labios por ello. Tenia expresión de mayor aunque su cara era de un chico inmaduro.
Sus ojos eran de un intenso verde claro y brillantes, los cuales en esos momentos están realmente oscurecidos.
Me miraba a los ojos y a los labios continuamente, se perfectamente que me quiere besar y no negaré que yo también quiero pero me haré la dura.
Escuche unos pequeños pasos por las escaleras y volteo para ver a mi pequeña salvación. KIAM .
-Mack, ¿quien es ese? - pregunto mi hermanito.
-bicho, el es el nuevo vecino de al lado se llama Jay den. -contesté cogiendolo en brazos.
-Hola, peque, ¿como estas? -hablo Jay.
Mi pequeño hermano solo hizo un saludo con la mano y se recostó en mi hombro rodeando mi cuello con sus brazos, aveces parece un koala me encanta este niño.
-bueno Jay debo irme voy a llevarlo a dormir. Hablamos otro día.- me despedí.
- sin duda que hablamos, tenemos un asunto que terminar.-dijo sonriendo.
Rodé los ojos y subí las escaleras de mi nueva casa. Sin duda vivir aquí no será tan aburrido como me parecía.

Entre ellos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora