Cartas a Hailey.

22 de Septiembre

Querida Hailey:

Me acabo de dar cuenta de que, gracias a ti, huelo horrible. Un olor a cebolla.

Muchas gracias, inútil.

Este constante movimiento fantasmal y vacío en el pecho me esta afectando.

Peter me ha dicho que me fuera a casa dos horas antes para asearme, así me despejaría la mente.

Me duché y me relajé. Pero hice algo terrible.

Algo de lo que ahora me da miedo mirar.

Cogí la chuchilla de afeitar y sin pensarlo, alivie el dolor mental y pasé al físico.

No fue un simple corte, me "hice un tatuaje". Se veía una H y una K juntas, porque así deberían estar siempre.

Perdóname Hailey.

Pero fue algo extraño, alivie el dolor de mi con solo ese gesto y ahora tengo en mi pálida piel una cicatriz.

No soy una suicida.

No voy a matarme, a menos que me lo pidas.

Pero tú no me has pedido aún nada. Aquí me quedaré esperando. Todavía me queda una esperanza, y te encontraré.

Por cierto, tu querido ex novio sigue siendo un chulo. Un auténtico gilipollas.

-¿Dónde coño esta Hailey?- Preguntó con el ceño fruncido.

-Averigualo tú.- Contesté y seguí mi camino.

-Si no me dices dónde está...

Tengo tantos sentimientos encima que aproveche y escupí palabras que alivian.

-Escúchame, capullo. Eso ha sonado como una amenaza y más te vale que no lo sea. Me lo estás preguntado con ganas de romper algo. Ahora, te apartas.

Se quedó quieto, no se esperaba mi reacción. Tenía unos ojos color miel que me estudiaban el rostro y arrugó su nariz cuando le llamé capullo.

Pero como él es un cobarde al instante dio media vuelta y se fue dirección a la cafetería.

Hailey, hay tantas cosas que están sucediendo en mi cabeza... Y hoy ha sido un día relajado. Lo necesitaba.

Todavía me queda por averiguar a qué te refieres con la foto que encontré en el bollo de crema. Hay tantos sitios que han hecho un papel importante entre nosotras que me cuesta pensar.

Y si... ¿nos vamos a Nunca Jamás, el país donde no hay preocupaciones y nadie crece, a vivir juntas? Tranquila, yo te agarro la mano para ir.

Te echo de menos con locura.

K.