17 de Septiembre.

47 6 2
                                    

Querida Hailey:

¿Sabías que tu marcha a causado mucho daño, que la gente que ni siquiera sabías que estaba ahí ha sido la que peor lo ha pasado?

He llorado toda la semana. El rímel que corría por mis mejillas sonrojadas ha hecho de mí un rostro que ni me molestaba en cuidar, mis ojos formaron debajo de ellos unas ojeras que marcaban como si fueran moratones, básicamente no tenía ganas de comer, no podía dormir y deje de asistir a clase. Me escapé el Miércoles, el Jueves y el Viernes para poder llegar a casa y dormir algunas horas.

Pero es obvio que no sabes como descubrí que no estabas en casa, ni en la ciudad.

Era un día como otro cualquiera, hacía calor pero las horas de Sol se consumían. Llamé al timbre de tu casa y tu madre tenía el pelo recogido, me dio una media sonrisa y me invitó a pasar. Noté el ambiente muy raro, una sensación de mal estar se quedó en pecho, era leve pero la notaba de todos modos. Tu madre me dio una carta con tu nombre, hasta esa misma carta olía a ti. Pude apreciar cada detalle de tu ortografía cursiva.

Con una simple mirada comprendí que debía leerla sola en casa, pero no delante de ella. No sé cómo pero mis brazos actuaron y la di un abrazo cálido.

Corrí hasta casa tan rápido como pude y en cuánto llegué la abrí. La leí una y otra vez, para comprobar si era cierta o no. Pensé que me estaban tomando el pelo.

Cogí el móvil y lo lancé contra la pared haciéndolo estallar. Los cristales salieron disparados por todas partes y sonó un crujido.

No me importaba ya el teléfono, no me importaba ya comer, dormir, ser feliz...

Y a eso se debe mi primera semana, a nada del otro mundo. ¿O creeías que estaría contenta de no tenerte a mi lado?

Hailey, hoy me han preguntado por ti diecisiete personas, contadas por simple aburrimiento. Todas se han conmovido por mi respuesta, no se la esperaban, ni siquiera yo.

Mañana visitaré a tu madre. Necesito hablar con alguien que te conozca tanto como yo, puede que ella más. Aún así, voy a ir a verla.

Te echo de menos con locura,
K.

Cartas a Hailey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora