Sandra
Era otro día más de instituto, sonó la alarma a las 7:30 a.m. me levanté, me puse unos jeans vaqueros, una sudadera y mis zapatillas Vans, me volví a tender en la cama y revisé mis redes sociales. Ese día me sentía extraña, como si algo bueno me fuera a suceder.
Bajé a la cocina, me preparé un bol de cereales y unas tostadas. Subí y me dirigí al baño, allí me lavé la cara y me pinté un poco, no podía creer las ojeras que tenía, cada día eran más grandes. Cuando terminé, cogí la mochila y salí de mi casa sin despedirme.
Llegué tarde, como de costumbre, tenía historia a primera, llegué, entré y me senté en la última fila. Me entretuve en dibujar y pensar en todo lo que ha cambiado mi vida desde hace un par de años, la muerte de mi tío y la ruptura con David hace 6 meses, creo que nada peor ha podido superar estos años atrás.Terminó la clase, y eché a correr hacia el baño, no quería que notasen que me pasaba algo.
Cristian
Terminé de desayunar, cogí la mochila y me despedí de mi madre. Hoy era mi primer día en el instituto de Valencia. Nos tuvimos que mudar por motivos de trabajo de mi padre, acepté por el simple hecho de que quería cambiar de aires. Entré por la puerta principal, y fue ahí cuando la vi por primera vez, tan bella, con la cabeza gacha y corriendo hacia el baño.
Me dirigí al despacho del director y me estuvo explicando las normas del centro y esas cosas, no presté mucha atención, mi mente estaba centrada en aquella muchacha tan misteriosa, debía conocerla.