Sandra
Nos dirigimos hacia su coche, me abrió la puerta del copiloto y de seguido, se montó él.
-Bonito coche.- dije
-Gracias, es de mi padre.
-De nada.- contesté sonrienteLlegamos al sitio donde se celebraba la fiesta. Nos bajamos y entramos juntos. La gente cuchicheaba al verme entrar, yo bajaba la cabeza.
Nos paramos al lado de la mesa de comida.
-¿Quieres algo de beber?-Preguntó.
-Una coca-cola.
Sonrió y fue a por ésta.Regresó y no venía sólo, estaba acompañado por su amigo del equipo de fútbol. Escuché ligeramente algo de sobre quién se iban a tirar esta noche.
-Aquí tienes.
-Gracias.-Agaché la cabeza.Eric, que así se llama, no se pudo quedar callado.
-¿Qué haces con esta? Joder tío, te mereces algo mejor. ¿No vas visto como se viste? - Cristian estaba molesto y yo me puse roja.- ¿De dónde te compras la ropa? ¿Del mercadillo? ¿O es que la pillas por la calle?Cuando levanté la cabeza para hablar, me encontré con que Cristian le había dado un puñetazo en la mandíbula, me dolió hasta a mi. Me agarró del brazo y me llevó afuera.
-Lo siento...- dijo.
-No pasa nada, de verdad.
-Es un completo estúpido.
-No pasa nada.- repetí.- La estúpida soy yo por venir a una fiesta que ni me va ni me viene.
-¿Quieres ir a dar una vuelta y que compremos algo de comer?
-Bueno.Fuimos a un McDonals, compramos unas hamburguesas, patatas fritas y refrescos y nos fuimos a un parque.
Nos sentamos en el césped bajo un árbol, y comimos. Cuando terminé me encendí un cigarro.
-Que rápido comes para lo pequeña que eres.
-Ja ja ja, no es mi culpa medir 1'62 y que tenga un estómago grande.Rió, no me había dado cuenta de la sonrisa tan bonita que tiene. Le devolví ese gesto. Terminó de comer y se acercó hasta el punto de que podía oler su perfume. One million, me encanta.
-Tienes una sonrisa muy bonita eh, deberías de sonreír más.
-No es algo que me guste mucho.
-Ya, y hablar parece que tampoco.
-Ya bueno, no sé.Volví a sonreír y nos miramos fijamente, soy débil ante la mirada de aquellos ojos grises. La aparté y miré al césped.
-Que tonta eres.- dijo agarrándome la cara y dándome un beso en la frente, después me abrazó.Estuvimos hablando de diversos temas, hasta que de pronto, cruzamos una mirada, la aguantamos por unos segundos, cuando poco a poco nos fuimos acercando, y nuestros labios se unieron en un cálido y profundo beso.