No lo podía creer, estaba ahí, delante de mis ojos. La casa con la que había soñado toda mi vida, estaba terminada. La mansión Inchausti, una casa de ensueño, la casa de mi sueño.
El sueño empezaba así:
-¡Vamos, ya salimos a escena¡- Me gritaba una chica, a la que después escuche se llamaba Marianela. No entendía bien de que me estaba hablando pero parecía todo tan real, entonces la seguí. Se oían las voces, los gritos cada vez más cerca, hasta que nos encontramos con tres personas más, una chica y dos chicos, hicimos un saludo que me sorprendió haber sabido y nos depositamos en un elevador debajo del escenario. La música empezó a sonar y nosotros empezamos a subir por el ascensor, de espaldas al público, los gritos se hacían cada vez más grandes y unísonos.
-"Los milagros ocurren cada día, si tenemos la fuerza de soñarlos..."- Empezaba cantando Marianela, luego, me quedé atónito al darme cuenta que sabía la canción, y así la seguí-"intentamos, y volvemos a intentarlo, aparecen y transforman lo deseado..."- La gente cantaba la canción con nosotros y yo aún no entendía por qué.
De repente estaba en una casa, tenía una fuente en la parte de enfrente, desde afuera se veía un reloj en lo alto de lo que supuse, era un altillo. Me encontraba con los mismos chicos con los que cante aquella canción que aún sonaba en mi cabeza-"no te rindas, estoy con vos, no te duermas estoy con vos, no te escondas estoy con vos, no te pierdas me pierdo yo"-. Estábamos los cinco abrazados y entrabamos en la casa como si fuera propia. Cuando entramos había muchísima gente. Había 5 chiquitos, dos chicos y tres chicas más, una mujer rubia muy hermosa con una bebe en brazos, un hombre, otra mujer con otra bebe y por ultimo una señora, que yo sabía, era celadora. Por muy raro que me parecía, me sabia los nombres de todos y cada uno de ellos, ahora me sabia hasta los de los otros cuatro chicos que estaban conmigo arriba del aquel escenario.
Gritaron todos al mismo tiempo, en modo de felicitación y vinieron a nuestro encuentro, nos sumergimos todos en un gran abrazo familiar. Me felicitaban, pero no me decían por mi nombre, me decían "Rama" y aquel hombre rubio me llamaba "8", no solo a mí, a todos les decía por un número, para organizarse supuse, con tantos chicos para supervisar, me pareció lógico y hasta divertido.
La sala en la que nos encontrábamos era inmensa, tenía una escalera amplia, con una alfombra roja. Al final de la sala, por detrás de la escalera se veía una especie de comedor, muy formal, que parecía no usarse nunca, y de ahí derivaba a un escritorio, con bibliotecas en las paredes. En la parte derecha de la sala había un pasillo que dirigía a una cocina, muy amplia, como para que entraran todos en aquel lugar. Por la parte izquierda de la sala, se salía a un pasillo que conectaba con dos habitaciones, una de los chicos y una para las chicas, divididas ambas por un baño. El mismo pasillo llevaba a una "sala de ensayos" como les decían aquellas personas tan geniales que antes nunca había visto. La casa era inmensa, con mucha gente, poblada de música, poblada de alegría.
Ahora estaba en el altillo. Mirando aquel reloj que había visto por fuera, ahora por dentro. Atrás mío estaba aquella hermosa mujer, con la bebe en brazos y los 4 chicos que habían estado conmigo en ese escenario, Thiago, Juan, Jazmín y Marianela
-Dale Rama, Vení que le cantamos una canción a Paz- me decía Cielo, con Paz en brazos. El altillo no era como los típicos altillos, era más bien como una habitación, tenía una cama, una cuna, y objetos de decoración. Los chicos me hicieron un lugar en la cama y me dijeron que empiece yo a cantar, como en todo el sueño, me salió sin haberla escuchado antes.
"Un camino sin final que te lleva a la verdad, tiene mil flores y piedras que cruzar..."- Al instante se unieron los chicos y cielo.-"el abismo cruzaras por un puente de cristal y los ángeles sus alas te darán, y por fin comprenderás como es la libertad cuando el universo puedas alcanzar..."-. Paz parecía dormida, pero con los chicos seguíamos cantando-"Estoy listo para mirar estoy listo, para soñar estoy listo, para sentir estoy listo, y para amar, estoy listo para ir hay que aprender a compartir los sueños que hay en ti. Estoy listo junto a ti todos vamos a llegar y juntos caminar ya estamos todos aquí". Era lo más hermoso que había visto, lo que transmitían esas personas, era algo maravilloso.
Cuando la canción termino, paz ya estaba dormida, y en silencio bajamos. Ahora pude ver el primer piso de la casa. El altillo tenía una escalera, que bajaba a un pasillo, en el que había cuatro habitaciones, una de ellas de servicio. Mientras bajábamos, Malvina, la mujer que tenía a la otra beba, esperanza, estaba poniendo música en un estéreo. Empezó a sonar mi voz y la de los otros cuatro chicos. Me acerque al estéreo y al lado había un CD, estábamos los cinco en la portada del disco. Ya había entendido todo, yo era integrante de una banda, que sutilmente había llegado al éxito, con una familia numerosa. Era lo que siempre había soñado, pero no entendía que pasaba, parecía todo tan normal. Fue entonces que vino alelí y me invito a bailar "Tan alegre el corazón" y nos pusimos a bailar todos, festejando el éxito de la presentación en vivo del teatro (cosa que me entere en ese momento), entonces empezó a sonar una especie de timbre, todos pararon de repente y ahí me desperté. Apague el despertador y me fui poniendo lentamente el uniforme del colegio, mientras pensaba en todo aquello que había vivido en una noche...
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El Sueño Hecho Realidad
RandomEl mundo onirico. ¿ Posibilidad de una nueva vida? ¿ Hay vida mas alla de nosotros? ¿Un sueño, se puede volver nuestra realidad? En esta historia de Fantasia, Mariano, un adolescente como cualquier otro comienza a viajar en sueños, a otro lugar, a o...