Una noche un tanto...

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¡¡¡¡¡Espero que les guste!!!!

Raisa se despertó en una enorme cama de una habitación gigantesca, anoche estaba tan cansada que ni siquiera se dió cuenta de lo grande que era, de repente siente que algo o alguien se mueve al lado de ella, se volteó rápidamente para ver lo que era encontrándose con un Alen dormido con el torso desnudo, ahogó un gritó para no despertar a todo el mundo, se sentó en el borde de la cama poniéndose las manos en la cabeza recordando todo lo que Isabelle los había hecho hacer al llegar a su casa y por lo que había pasado la noche anterior, estaba tan avergonzada, tanto por cómo iba vestida como por lo que pasó.

---La noche anterior de camino a casa---

Raisa y los demás estaban en coche, excepto Edward se había ido dos horas antes ya que estaba muy cansado, dentro había un incómodo silencio que fue interrumpido por Isabelle.

-Muy bien, de ahora en adelante ustedes dos van a tener que hacer bastantes cosas para tener una relación más íntima hasta que os caseis- los dos jóvenes la miraban atentos a su palabras, preparándose mentalmente para lo que les venía ya que por el tono de Isabelle no se esperaban que sea algo que ellos quisieran escuchar- en primer lugar desde hoy mismo, compartirán la misma habitación, la habitación de Alen, ya he puesto todo lo que he comprado para Raisa en ella esta tarde...

-¡¿QUÉ?!- gritaron al unísono, pero luego se callaron ya que Isabelle los fulminó con la mirada, pero Alen no se quería quedar callado.

-Abuela ya se que quieres que todos esto salga a las mil maravillas- "cómo todo lo que planeas"- pero....¿no te parece un poco precipitado esto?

-No, para nada- fue la única respuesta.

Después de eso todos se quedaron callados hasta que llegaron a la casa, Raisa entró en la mansión que estos tenían, era enorme y muy bonita, Raisa no se podía creer que iba a vivir en ese sitio.

-Raisa, si estas cansada, ve y ponte el pijama que te tengo preparado en el cuarto del Alen- Raisa asintió pero antes de irse isabelle dijo algo que la hizo para en seco- Alen ve tu con ella y cambiate también.

-Abuela no creo que...

-Alen- dijo con voz calmada pero con mirada asesina, lo cual asustó más al muchacho-Haz lo que te digo, además Raisa no sabe dónde está así ya de paso la acompañas.

-sí abuela, como diga-dijo Alen con tono de enfado, Isabelle lo ignoró y se fue a su habitación con una sonrisa de satisfacción en la cara.

Los dos jóvenes se fueron a la habitación, ninguno de los dos dijo nada hasta que llegaron.

-Coje tu pijama y vete al baño a cambiarte.... si esque no quieres quedarte aquí, por mi no hay problema- le dijo Alen con una pícara sonrisa.

-No gracias, prefiero el baño- le dijo Raisa con evidente enfado y las mejillas sonrosadas, la cual agarró su pijama que estaba sobre la cama- además voy a tomar un baño

-Pero no tardes tanto que me quiero bañar también- le dijo Alen pero Raisa no le hizo caso y cerró la puerta, se empezó a deshacer su peinado ya que la cabeza le estaba matando de lo apretado que estaba, cuando terminó de quitar todo lo que tenía en el cabello, empezó a quitarse el vestido, pero no podía llegar al cierre, por más que lo intentaba, no podía hacer lo, necesitaba ayuda y la única que había era la que menos quería "Joder, ¡¡¡¡porque me pasa esto siempre a mi, mierda!!!" , intentó hacerlo otra vez para ver si había suerte esta vez, pero como las otras veces, no consiguió nada "Buah ni modo, le voy a pedir al pendejo que me ayude.... si se atreve a hacer algo, lo mato"

-Alen- dijo pero no recibió respuesta así que gritó- ¡Alen!

-¡¿QUÉ?!- le respondió Alen, al parecer molesto-¿Y has acabado?

Casada con un Príncipe #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora