Me frote la cara con el agua fría y miré mi reflejo en el espejo. Parecía otra persona, no tenía maquillaje, no debía usar ridículos vestidos, ni tenía que fingir nada. Era yo misma.
—¿En qué piensas?—.
No había notado que ya no estaba sola, Abraham se encontraba apoyado en el marco de la puerta con una toalla en mano, la cual me tendió al ver que volteaba en su dirección.
—En nada.—
Sonrei para hacerle entender que todo estaba bien y el devolvió mi acto. Salí del cuarto de baño y el me siguió, ambos nos sentamos en las sillas junto a la mesa del comedor. Pude observar todo a mi alrededor (mejor que ayer). Era una casa humilde y... acogedora. Era pequeña, tenia un ambiente pacífico. Los muebles eran de madera de roble, tenía dos habitaciones, un baño y una cocina-comedor en la que nos encontramos en este momento. Se que estoy ida, lo noto por la preocupación en los ojos de Abraham, pero solo necesito pensar en las preguntas que quiero hacerle, solo las que crea esenciales.
—Uh... Abraham —. Hablé en un tono bajo y vacilando, pero él al parecer logró oirme y me miró atento. —¿Qué es este lugar?—.
Miro un punto fijo en la mesa y supuse que estaba pensando una respuesta, luego levanto la vista y habló.
—Aquí... venía cuando era pequeño. Antes de la muerte de mis abuelos —. Oí atenta cada una de sus palabras y notaba el dolor en sus ojos al nombrar a sus abuelos, pero aún a si no se detuvo.— Verás, ésta era su casa, y al fallecer nos quedó como herencia a Tony y a mi... por eso creí que estaríamos bien aquí. No vengo desde los siete años, quizá piensen que ya me he olvidado.
Observo con mucha atención cada uno de sus movimientos. Pero solo se queda en su lugar mirandome fijamente al igual que yo a él. Acerca su mano a la mía y la toma con delicadeza para luego plantar un beso en ella. Permanecemos con la mirada fija en el otro durante un largo tiempo hasta que yo bajo la mirada hacia la mesa algo incómoda. Se oyen a los pajaros cantar y se que he perdido la noción del tiempo, alejo mi mano de la de Abraham y me levanto. Comienzo a caminar lentamente dándole la espalda a Abraham hasta llegar a una ventana que se encuentra por encima de un sillón hubicado a unos pocos pasos de la mesa donde estaba anteriormente. Siento la mirada de Abraham pero no volteo a verlo, solo miró el paisaje que se encuentra fuera. Un hermoso rayo de sol se refleja a través de la ventana, tocandome con su calidez. El sol hace brillar a los árboles que complementan un pequeño bosque y puedo oír el canto de las aves, tan tranquilo, como si fueran los únicos seres en no tener preocupaciones.
—Si algo llega a salir mal... allí nos esconderemos.—
Me sorprende oírlo decir eso y pienso en qué sería lo malo que sucedería si nos descubren. Pero solo suspiré antes de hablar.
—¿Por qué Martina y tu querían que huyera?—.
Él pareció sorprenderse ante mi pregunta y desvío la mirada hacia el suelo, creo que pensando una respuesta, luego volvió a mirarme y respondió decidido.
—Por tu felicidad—.
No entiendo por qué creen que no sería feliz allí, a pesar de todo, tengo lo que más amo. Así que no me guardé las ganas de preguntarlo.
—¿Por qué creían que no sería feliz? Después de todo tengo a mi familia y amigos allí. —
Abraham solo sonrió tiernamente.
—¿Y acaso yo no soy tu amigo?—.
Preguntó, claramente evitando mi pregunta.
—¡Oye! No respondas mi pregunta con otra pregunta—. Le regañe a lo que el rió y yo imité su acto.
—¿Qué te parece ir a dar un paseo y luego continuamos?—.
Asentí no muy convencida, quería respuestas a muchas preguntas, pero creo que un poco de distracción no me caería nada mal.
Salimos de la casa y bajamos los tres escalones que habían para llegar al camino de tierra. Abraham tomó mi mano y comenzó a caminar guiándome por donde ir. Nos adentramos en aquel bosque y no se cómo ni por qué, pero este era el mismo bosque de mis sueños. Aunque no lo entiendo, ayer desperté en la habitación, no habia visto este bosque pero raramente soñé con él.
—Ya casi llegamos—.
Avisó, a lo que fruncí el ceño sin comprender, era un bosque, solo árboles, ¿Dónde se supone que debemos llegar? Y oh... espero que no sea lo que creo.
—Abraham...—. Capte su atención y trague saliva antes de preguntar— Uh... No habrá, em, un ¿Acantilado por aquí?—.
Él murmuró algo que no logré entender y frunció el ceño deteniendo el paso.
—Claro—. Habló al fin —Hacia allí nos dirigimos —. Agregó. Me desespere interiormente, claro que no iba a hacercelo notar. Pero no quería llegar allí, no quería verlo cerca del acantilado y recordar la imágenes de mi sueño, pero no dije nada y seguimos avanzando. Cada vez estábamos más cerca, oía caer el agua, y con eso mis piernas se hacían mas lentas. Al ver que no le seguía el paso Abraham se detuvo y volteo a verme.
—¿Qué ocurre?—.
Estaba confundido y esperando una respuesta, no quería decirle lo que pasaba en mi sueño. Antes de que preguntase algo más invente lo más rápido que pude una excusa.
—Uh... pasa que... le, temo a los acantilados—.
Lo dije casi en un susurro y agradecí eso ya que sonó más real.
—¿Cómo le temes al acantilado y casi nos matas al tirarnos de una gran altura hacia el agua?—.
Diablos. No fue tan creíble mi mentira. De acuerdo no importa, tendrá que creerme.
—No lo se, supongo que es diferente —.
Y se rindió. Era Abraham, claro que se rendiría, un muy comprensivo.
—De acuerdo. ¿Quieres bajar caminando hasta llegar al arrollo?—.
Suspire al caer en cuenta que tan solo estaba creando una distracción para que no volviera a hacer las preguntas. Pero aún así asentí y comenzamos a caminar.
Al cabo de un rato caminando a lo largo del bosque hacia abajo, habíamos llegado al arrollo, pero ahora faltaba encontrar "El lugar indicado", según Abraham.
—Aquí es un buel lugar—.
Nos encontramos frente a una hilera de rocas lisas que dan directo al arrollo pero no alcanzan a tocar el agua.
Nos sentamos allí y obvservo nuestro reflejo en el agua. Me gusta este lugar, es tranquilo y estoy con alguien que no causa problemas.
—¿Puedo hacer las preguntas de una buena vez?—.
Ya me había cansado de que evadiera las ocasiones en las que quería aclarar mis dudas.
Abraham suspiró y asintió lentamente. Quise pensar una pregunta importante, la pregunta que abarque todas mis dudas. Pensé en él, en mi, en mi familia y amigos. En el propósito de nuestra huida y pregunté eso mismo.
—¿Por que huimos? —. Agregué un pequeña aclaración para que entendiese mi pregunta.— No quiero que digas para que yo sea feliz, quiero que respondas con sinceridad —.
Él mantuvo la mirada en sus pies, aunque sentí que en realidad no estaba mirando nada, solo pensaba. Me miró a los ojos y los noté cristalinos. Pero antes de que pudiera decir algo, el se adelantó.
—No quería perderte—.
Dijo con un notable dolor que no comprendí, en sus palabras. Me dolió verlo así, pero si no exigía una respuesta concreta el seguiría igual, e iba a pedirle que especificara su respuesta pero tomó mi mano y mirandome a los ojos volvió a hablar.
—Si te quedabas allí, tendrías que haberte casado con mi hermanastro.—.
Quedé sorprendida. Eso si que no me lo esperaba. Casarme obligatoriamente y con el idiota. No, realmente sería infeliz. ¿Por qué casarme si no siento nada hacia el? Y...Martina.
—Abraham, dime que Martina se casará por amor y no por obligación —.
Mi voz sonó mas temblorosa de lo que creí, algunas lágrimas amenazaban con salir mientras que otras seguían su rumbo sobre mis mejillas.
Abraham negó.
—Lo siento princesa. Ella te ama, y no quiere que pases por lo mismo.
Mi hermana y... mi madre. ¿Ella se habrá casado por obligación? Y ¿Eso significa que puede no amsr a mi padre? ¿O no amarnos a sus hijos? No. Definitivamente esa no es la vida que quiero. Quizá pueda cambiar el destino de cada princesa con solo cambiar el mío. Quiero amar a quien me ame, no a quien me digan.
—Abraham... ¿Tu me amas?*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Holaaa hermosos lectores!! Cómo están?
Como verán en el título este es el final de la primera parte, esta historia está dividida en dos partes. Ésta, que representa al nudo, y la segunda que representa al desenlace y final.Espero que hasta ahora les haya gustado y pueden decirme todo lo que quieran. Desde comentarios buenos hasta malos, todo me ayuda a mejorar.
Igual quiero comentarles que quizá esta historia este medio corta o no se, pero pasa que primero quiero terminarla así ya tengo mi historia de principio a fin y despueees la voy a dejar en borrador para editarla y hacerle los capítulos mejor desarrollados.
PD: Disculpen si tengo más faltas de ortografía pero me queme dos dedos y me cuesta más escribir así.
Espero que les haya gustado!! BesosssAtt: La escritora que los ama Priscila ♡
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La no princesa con su no príncipe (Abraham Mateo)
FanficAriadne es una princesa rebelde y la heredera al trono. Al cumplir la mayoría de edad deberá casarse con un príncipe. Pero algo, o mejor dicho alguien aparece y da un cambio en la vida de ella. Su espíritu rebelde y aventurero se despierta más que...