- ¿Brooklyn?- ¿Si, Cal?
- ¿Qué hora tienes?
- Pues... Yo... Yo... Yo no sé – comenzó a temblar por alguna razón que desconozco.
- Está bien, tranquila Brooke – no me quedó más opción que abrazarla y poco a poco ella se fue calmando. Desde que llegó a ayudarme con los poemas ha estado algo ansiosa – Son las 5:03, ¿Quieres un poco de agua?
- S-si, por favor.