¿¡Por qué todas esas palabras me descolocan tanto!?
En este momento me pongo más rojo que en toda mi vida, incluyendo cuando me caí delante de todo el colegio en el baile de fin de etapa.
Y claro está, mi pelvis apretada vuelve a mí. ¿Cómo puede decirme esto, en esta situación, en esta posición y tal y como lo ha susurrado? ¡Ha sido demasiado sensual su forma de decírmelo!
No puedo ni mirarme en el espejo. Creo que si le miro a la cara mi entrepierna estallará como nunca antes lo había hecho.
Todos estos pensamientos son interrumpidos cuando pega su cadera mucho más a mí, haciendo que note su estado de ánimo. Pone una mano en los laterales de mí cintura y la otra la utiliza para subirme la cabeza, que la estoy intentando esconder. Yo vuelvo a bajarla como puedo.
Repite el movimiento de la cadera una y otra vez. Haciendo que empiecen a pasarme cosas. Comienzo a sudar, a balbucear y lo peor, a gemir para mis adentros. Sí, como me hable, soltaré un gemido, y no quiero. Esta situación está pudiendo conmigo.
De nuevo, me agarra de la barbilla, para que mire al espejo. Esta vez lo consigue. Nos miro, estoy irreconocible. Tengo cara de actor porno ahora mismo. Él está colorado pero poco, además de muy contento en todos los sentidos. No puedo mirarnos, no puedo. Vuelvo a agachar la cabeza. Necesito salir de aquí, voy a estallar.
Entonces me vuelve a agarrar la barbilla y me dice con tono sensual:
-Marcos, quiero que lo veas.Nos miro de nuevo. Dios mío, como no pare de hacer estos movimientos creo que me voy a correr en los pantalones...
-Te diviertes, ¿No es así?- consigo pronunciar sin gemir ni resultar raro.
-Mucho Marcos...no te imaginas cuánto...¿tú no?Para de moverse y consigo respirar con naturalidad.
-Yo...yo...- no puedo hablar, estoy como en shock pero en modo excitado.
-Si esto no puede dejarte hablar...- sonríe pícaro.Está insinuando muchas cosas...
-Dime una cosa Marcos... Sólo dí sí o no, ¿vale?- asiento-¿te ha gustado...esto? Sé sincero.
¿Que si me ha gustado? Estamos hablando de algo que casi hace que estalle de placer y todo el mundo sabe qué pasa cuando se estalla de ese modo.
-Adri...y-yo...quiero más.
-¿Qué?- abre los ojos como platos.«¡¿Qué cojones he dicho?»
-¿Qui...quieres que te...que me restriegue...si se le puede llamar a eso así...más?
Asiento. No sé por qué lo he hecho. Joder, no sé una mierda.
Antes de que me dé cuenta, estamos igual que antes. Yo contra el lavabo y él detrás. Haciendo el mismo movimiento. Una y otra y otra vez. Una mano está donde antes, en el lateral de la cintura, en cambio la otra está metiéndose por mi camiseta.
Doy un pequeño bote al notar su mano fría en mi tripa. Ríe. Comienza a trazar círculos alrededor de mí ombligo. Empieza a bajar por la llamada coloquialmente "uve"; la mía, no está especialmente marcada, pero al ser más delgado que gordo se me nota. Sigue bajando y se me pone la piel de gallina, tanto por la mano congelada como por hacia dónde quiere bajar.
Aprieto los puños intentando agarrar el lavabo.
«Qué estúpido»
Agacho la cabeza. Comienza a bajar la mano aún más. Llega a mi muslo, lo acaricia lentamente, llega a la pelvis, la toca suavemente, llega a la ingle...
Noto un escalofrío y un grandísimo sentimiento de placer que nunca antes lo había sentido. De pronto, saca su mano rápida y lentamente a la vez.
Su mano está totalmente cubierta con mi líquido...Dios mío, acabo de correrme en su mano. Levanto aún más la cabeza y me doy lentamente la vuelta, quedándome frente a él.-Vaya...Marcos...
-Yo yo yo...Sonríe coloradísimo mirándome a mí y su mano. No sé dónde meterme.
De pronto, lleva su mano, la que está llena de...mí, hacia su boca.
-¡¿Qué estás haciendo?!
-Sólo quiero saborearte...Entonces sin que pueda impedirlo lame uno de sus dedos.
-¡No no!
-¿Quieres probar tú también?
-¡No! Por favor para.
-No...sabes muy bien.
-¡Adri!
-¿¡Qué!? ¿no me digas que te da vergüenza?Me mira sonriendo.
-No...bueno...también pero...es sólo que...hay...
-¿Hay qué?
-Hay otras formas de saborearme...Me sonrojo mucho, él también. Además, él ahora está más excitado, yo llevo así un rato...
-Lávate la mano por favor Adri...- le digo mirando hacia otro lado.
-Está bien.Mete la mano debajo del grifo y lo abre. Termina y se seca en su propia camiseta. Me mira. Lo observo de arriba a abajo. ¿Cómo hemos llegado a esto sin ni siquiera un beso?
-¿Te ha gustado?- pregunta.
-¿Cómo puedes preguntarme esto ahora?
-¿Eso es un no?
-Eso es un sí como una casa.Sonríe enrojecido.
-¿Puedo preguntarte una cosa Marcos?- dice.
-Claro...dime.
-Cómo...es decir, tú...- está bastante nervioso- yo... Emm...
-Tranquilo tío...
-Vale emm cómo has...como te has...
-¡Va suéltalo!
-¿Cómo te has podido correr tan rápido? No te he llegado a tocar ahí...Vaya. Cómo le explico esto, ni si quiera sé yo el por qué. Ha sido todo muy rápido.
-No lo sé.
-¿Cómo no lo vas a saber? Has estallado sin llegar a tocarte...¡Eso deberías saberlo!
-¡Estaba muy excitado vale! Eso es culpa tuya, ¡yo que voy a saber!Se sonroja, al fin, más que yo.
-Pues...lo siento...porque tendrás los pantalones manchados durante unas horas...
-Mierda...- ríe- no deberías disculparte por eso sabes...
-Pero ahora irás así...
-Tío, eso no me importa, me importa más el haber pasado hace un minuto uno de los mejores momentos de mí vida...
-¿Era la primera vez que te...?
-Sí, que yo recuerde. Por lo menos con un chico seguro.Nos quedamos mirándonos durante varios segundos. Tengo que preguntarle una cosa.
-Adri.
-¿Sí?
-¿Qué acaba de pasar?
-No lo sé... Sólo sé que ha sido maravilloso...al menos por mi parte...- se rasca la nuca sonriendo.-Pues que sepas, que por mi parte también.
Se acerca, me abraza. Estamos completamente pegados. Ha sido algo increíble. No sé cómo vamos a reaccionar a partir de ahora juntos, sobretodo como volvamos a ver a Paul, no creo que le siente bien que haya pasado esto...
-Oye adri, ¿se lo vas a contar a alguien?
-¿Lo que acaba de pasarnos?- asiento- No, ni de guasa.
-Pero...¿ni siquiera a Paul?
-No, no tiene por qué saberlo, no somos nada.
-Pero él y tú, ¿cuánto tiempo llevábais juntos?
-Quizás dos o tres semanas...no sé... Tampoco tiene mucha importancia...
-Ah...
-¿Te molesta?
-Bueno...no es que me encante exactamente.Me mira fijamente con cara de disculpa. No puede hacer nada. Supongo que aquí el nuevo en esto soy yo, no él.
-Dame un abrazo- dice.
Me adelanto y lo abrazo. Es tan achuchable...
-Y ahora Adri, ¿qué somos?
-No lo sé... ¿Qué quieres que seamos?
-¿Qué os parece si sois lo que sois?¿qué tal si sois idiotas?- Paul entra en el baño y Adri y yo nos separamos. Me había olvidado completamente de él.
-¿Qué quieres?- dice Adri.
-En serio amorcito, ¿en serio?- en cuanto dice eso me dan ganas de estamparle contra la pared.
-No me llames así.- dice Adri.
-Pero si fue tu idea cari... ¿o no recuerdas como decías eso el sábado en mi cama?- se me para el corazón- Cómo gritabas y gemías mi nombre una y otra vez, ¿no te acuerdas pichoncín?
-¿Pichoncín?-digo con rabia.¡Lo han hecho! Seguro que disfrutó mucho más con él que conmigo si lo llegásemos a hacer. No me lo puedo creer. Yo no estoy a su nivel, nunca podré ser el chico que Adrián quiere. Nunca.
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Razones para sonreír
RomanceMe llamo Marcos, 16 años. Conozco a alguien especial, de esas personas que te hace tener millones de cosquilleos con solo mirarla. Somos buenos amigos desde la infancia, sólo que como bien he dicho, amigos. Nunca hubo nada. Y sí, yo también soy pers...