Toc, Toc - es mamá. Abro los ojos y veo ante mí a una mujer muy guapa. Sonríe y me besa en la frente.- Buenos días, Finn -me dice.- Me deslumbra con sus bonitos dientes, sonrío.- Hola mamá, ¿que tal te va? Contesta diciendo que muy bien y me dice que de desayunar tengo que lavarme la cara y las manos.
Le digo que vale y me levanto, me pongo unos vaqueros viejos y una camiseta del capitolio con el número de mi distrito, el 4. Me lavo la cara y manos antes de desayunar y veo que a mi madre no le hace ninguna gracia que me ponga la camiseta del distrito. No lo entiendo, la he llevado muchas veces, pero por algún motivo, mamá no quiere ni verlas.
Me siento a desayunar y veo que mi madre, aunque intenta esconderlo, se ríe y cuando no puedo más, le pregunto que le pasa y me dice - Oh, Finn, si supieras lo muy orgulloso que está de ti tu padre... Te tiene una sorpresa. No puedo evitar reír y abrazo a mamá - ¿En serio? Pregunto realmente sorprendido. Mi madre con un gesto de tristeza, contesta diciendo que si y yo más sorprendido aún, le pregunto que le pasa. Ella termina diciendo, que no puede evitar emocionarse con lo rápido que me hago mayor.
Aunque lo que dice sé que es verdad, me quiere mucho, pero no puedo evitar extrañarme con esa mirada tan triste que aún tiene en los ojos y que intenta fingir. Me da prisa para que termine y es que todavía me tengo que vestir para ir con mi padre a pescar, así que me pongo un chubasquero amarillo y unas botas verdes para el agua, salgo y mi madre se ríe de mi, diciendo que las botas no me van a servir para nada.
Me encojo de hombros y le digo que si eso ya me las quitaré cuando llegue al barco. Me quedo esperando en las escaleras de la casa. Al fin veo, a un hombre guapo, muy moreno, osea, mi padre.
-Me ve y grita.- ¡Finn, Finn! Salgo corriendo a sus brazos.
-Nos fundimos en un bello abrazo y le digo.- ¿¡Papá , papá es verdad eso que dice mamá, de que me tienes una sorpresa!?
-Mi padre se ríe a carcajadas y dice.- Claro que si, pero es en el barco, así que vas a tener que esperar un poco.
Eso me enfada, lo quiero ya. Para cuando me doy cuenta, mi padre se ha quedado totalmente embobado y me fijo en que mi madre y él se miran, de una manera que no entiendo, hasta que mi madre le lanza un beso, y mi padre hace como que lo guarda en su corazón. Me gustaría algún día ser como mi padre, fuerte y valiente, pero es que él es un cursi total. Termino medio obligando a mi padre y llegamos al muelle, donde veo el barco.
Cuando voy para allá, me agarro del hombro y me dijo.- Es una sorpresa que me hubiera gustado poder dártela más mayor ya que implica mucha madurez y me hubiera gustado que disfrutaras más de tu infancia. Verás Finnick, vivimos en un mundo muy cruel y para sobrevivir en un mundo como este debes estar preparado. Lo estarás si empiezas desde pequeño a utilizar el tridente. Cuando los demás estén todavía aprendiendo, tú, si tienes mucha fuerza de voluntad, aprenderás pronto y aprovecharás todo lo que digo. ¿Entiendes lo que te he explicado? A mi pesar, entiendo lo que dice y por eso lloro.
No quiero matar a nadie.
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Historias de Finnick Odair.
Teen FictionFinnick Odair fue un vencedor del Distrito 4. Finnick ganó los 65º Juegos del Hambre y sobrevivió los 75º Juegos del Hambre, que eran una edición especial por corresponder al Vasallaje de los Veinticinco, celebrado cada 25 años. ¿Pero que te parece...