Capítulo 4

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Ya era el día número tres después de la mediación, y Rubén aún esperaba que surgiese un problema entre el tal "Luzu" y Alex, pero era bastante frustrante. Rubén siempre había sido un chico al que no le gustaba esperar; lo quería todo en el momento, y quería a Alex ahora.

Por otra parte también estaba el chico pelinegro al que parecía gustarle Borja, ya que se pasaba los días stalkeandole por las rejillas de su taquilla. Ese chico le daba un poco del conocido "mal rollo" a Rubén: su fría mirada de ojos oscuros y penetrantes, su cabello del color de la noche, su tez morena, su figura esbelta... Definitivamente, él no parecía para nada alguien agradable con quien juntarse en las tardes aburridas.

Rubén se vistió muy formal, con su altura de 1.79 (aún no ha crecido del todo okay :v) y ese traje que había decidido ponerse, hasta parecía un profesor. Llevaba una elegante chaqueta oscura, a juego con sus pantalones y calzado, una camisa blanca, corbata negra también, su pelo castaño engominado hacia arriba y una radiante sonrisa que ocultaba todos sus miedos y preocupaciones. Una sonrisa que trataba de olvidar a un chiquillo bajito de pelo azabache, ojos oscuros, tez blanca y delgadito. Ese chiquillo llamado Alejandro, que había conseguido adueñarse de los pensamientos del noruego.

Sacudió la cabeza levemente, alejando esos pensamientos, y salió de casa. Iba puntual, como siempre, 12 minutos antes exactamente— ni más, ni menos. No estaba muy seguro de por qué había escogido ese atuendo y no lo típico: una sudadera o chaqueta holgada, pantalones algo ajustados, unas zapatillas de deporte y una gorra hacia atrás. Lo que sí sabía, era que estaba dispuesto a conseguir a Alejandro Bravo, aunque le costase un curso entero. Más cursos, si hacía falta. Por supuesto sin bajar sus notas— Doblas era un excelente alumno, y no iba a dejar que un chiquillo le distrajese de sus estudios. A no seeeeer...

Rubén llegó al Instituto con una radiante sonrisa. Las chicas —y cabe mencionar que algunos chicos también— le admiraban ese traje que según ellas, le hacía lucir tan sexy. Doblas les sonrió y a alguna que otra le guiñó el ojo, haciendo que sus amigas empezasen a dar agudos grititos de emoción.

Por su parte, Alejandro estaba nada más intentando entrar al Instituto, pero no podía gracias a una horda de estudiantes en corro. Tenía curiosidad por saber qué pasaba, pero su baja estatura no le permitía ver nada.

Aunque esta vez no le hizo falta, ya que, en contraste a él, Rubén era muy alto y su cabeza sobresalía de entre todas.

Alejandro: ¿Rubén? —murmuró.

Éste lo escuchó, quién sabe cómo, y se giró, viendo allí a su querido Alex.

Rubén: ¡Eh chicos! Bueno, y señoritas también —lanzó una mirada coqueta a una chica—. Dejad pasar a mi amigo Alex, por favor —sonrió.

Todos los estudiantes miraron a Alejandro con envidia por unos segundos, pero después se apartaron todos para dejarle pasar. Éste se paró al lado de Rubén y se puso de puntillas, haciendo que el noruego agachase un poco la cabeza, y le susurró al oído.

Alejandro: Quiero explicaciones más tarde, Rubén...

El chico de traje se mordió el labio inconscientemente, difrutando del aliento del bajito en su nuca y el tacto de sus suaves manos en sus hombros. Sin quererlo, soltó un suspiró en el oído de Alex, lo que hizo que al pelinegro se le erizase la piel. Se separó de él y se fue lentamente.

Los estudiantes volvieron a formar un corro alrededor de Rubén y siguieron adorándolo y atosigándolo. Mientras, Alex los miraba con algo de envidia; él era demasiado tímido como para ir con Rubén.


Perdón por no actualizar mucho, es que entre los deberes del Instituto y la imaginación... Tengo muy poco tiempo y no quiero sacar mala nota en nada :c Bueno, espero que os haya gustado el capítulo ^-^

All the love XX

Criaturita_de_UST_

Mediador || RulexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora