Capítulo 5

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Por fin había sonado la campana que indicaba el final de las clases de por la mañana. Rubén recogió sus cosas algo adormilado, ya que acababan de dar Historia y eso siempre era aburrido.

Aunque claro, todo el sueño se fue al ver a su querido pequeñajo, como él le llamaba internamente, de pie en el marco de la puerta, al parecer esperando a alguien.

El noruego se dispuso a salir, pero para su sorpresa, el pelinegro lo detuvo. Sus miradas se encontraron y después de unos segundos en silencio, Alejandro decidió hablar.

Alejandro: Tengo que hablar contigo.

Rubén: ¿Sobre qué?

Alejandro: Sobre lo de todas las mañanas.

Rubén: Y exactamente... ¿Qué es "lo de todas las mañanas"? —se rascó la nuca y frunció el ceño, algo confuso.

Alejandro: ¿Por qué todo el mundo te acosa como si fueses Justin Bieber?

El más alto rió cuando escuchó tal comparación salir de los labios del menor.

Rubén: A lo mejor soy Justin pero tú no lo sabes... ¡Auch!

Alex le calló de una leve colleja.

Alejandro: Lo digo en serio...

Rubén: De todos modos... ¿Qué más te da? Pareces una novia celosa.

Alejandro: ¿Q-qué? —un fuerte sonrojo estaba presente en sus mejillas.

Rubén: Uiiiish, ¡Alex está sonrojadito!~

Alejandro: ¿P-pero qué d-dices?

Rubén: Alex está enamorado de mí~ Alex está enamorado de mí~ Alex está enamorado de-

Alejandro: ¡Cállate ya! ¿Vale? ¡Yo no soy ningún maricón de mierda! ¿Entendiste?

Rubén se quedó callado unos segundos con dolor en su mirada. ¿Alex era homofóbico?

«Y pensar que lo querías para ti solo...» Estúpido subconsciente.

Sentía como si le acabasen de clavar un puñal en el pecho, su mundo se venía abajo. Si antes parecía difícil que estuvieran juntos, ahora era imposible.

Rubén: ¿Eso que dijiste es verdad? ¿En realidad piensas así de los homosexuales?

Alejandro: ¡Obviamente! ¿Para qué iba a mentir? —el pelinegro sabía que no era la verdad, pero ya no podía echarse atrás— ¡Los gays son unos debiluchos! No son como tú y yo, compañero. ¿Quién iba a quererlos alguna vez? ¡Sólo otro maricón como ellos les querría aunque fuese una pizca.

Rubén: Vaya, no sabía que tú pensabas que yo era un debilucho. Ni siquiera sé cómo he podido quererte —los ojos de Alex se abrieron de par en par y supo que la había cagado—. Pensé que lo nuestro sería difícil, pero ya veo que es directamente imposible...

Alejandro: ¿Rubén? ¿Tú eres...?

Rubén: Déjame en paz. ¿Quién querría hablar con un maricón como yo?

Y con esas palabras, Doblas se alejó del pequeño, dejándolo allí sin nada que decir, abofeteándose mentalmente por haberlo arruinado de tal forma.









Al finnnnn capítulo de "Mediador"! Espero que os haya gustado este capítulo tan salseante *-*

Criaturita_de_UST_

Mediador || RulexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora