Capitulo 2

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  —Miren llego la hermana de los asesinos—susurró uno mis compañeros.

—¿De nuevo aquí? ¿Porque el director no la expulsa?—inquirió otro.

—Ella sera como sus hermanos, no pertenece aquí—masculló una chica

—La cárcel o un reformatorio es donde pertenece—bufó otra.

"Veo que no se resisten en disimular, como siempre. Tranquila Laia, solo un año mas y podrás irte lejos con Suri." pensé



Cada mañana era lo mismo desde que se supo mi secreto, los demás estudiantes susurraban cosas y unos que otros me insultaban, me tacleaban, tiraban mis cosas, en fin, lo mismo de siempre. Llegue a mi casillero, busque mis cosas, fui a mi salón y me senté en mi lugar casi al final muy cerca de la ventana.
Las clases pasaron aburridas y en mi escritorio con bolas de papel cayendo en mi escritorio las cuales contenían un sin fin de insultos. Ya a la hora del receso se acerca mi peor pesadilla: la popular del colegio, no el salón, del colegio junto a sus dos amigas populares. Esas tres eran las que hacían mi vida mucho mas miserable que el resto de los estudiantes de aquí, se las presento: Liz la líder y sus dos seguidoras Marisol y Brooke.



—Que suerte la mía...—suspiré frustrada.

—Hola asesina—saludó de forma "amistosa" Liz.

—Hola alzada—le devolví el saludo.



Liz era literalmente la zorra no del salón sino del colegio en general, la típica rubia plástica de telenovela y popular que vive para hacer sentir inferiores a los demás y humillarlos públicamente. Fue gracias a ella, que la verdad sobre mi sangre fue revelada, fue ella quien divulgo por toda la escuela de mi relación con Jeff the Killer y Homicidal Liu.
Solo los profesores y las monjas en el orfanato donde vivía sabían acerca de mi procedencia, y esto las monjas pidieron al director y los maestros no revelarlos. Sin embargo, no contaron con que Liz de alguna forma u otra lograra ver mis archivos y lo aprovecho a toda costa para gritarlo a los cuatro vientos.
Intento por todos los medios ignorarla o bien evitarla a toca costa debido a que su novio es el típico capitán del equipo de baloncesto y que solo disfruta de fornicar no solo con ella sino también con toda chica virgen que se le atraviese. Para mi suerte, esta vez no venia con el, porque cada vez que se aparecía con Logan, su novio, yo terminaba en el hospital.



—¿Como me llamaste?—preguntó haciéndose la ofendida.

—Por como todos te susurran cuando te ven pasar—contesté encarándola.

—Escucha huérfana, tienes suerte de que Logan no estuviera aquí porque sino...—antes de que siguiera con la amenaza la interrumpí

—Si que lastima que este bajo el techo de otra y no aquí—dije.



Se que anteriormente mencioné que ignoraba a todo aquel que me insultara o que me quedaba callada en cuanto se acercaban a mi, pero con Liz, sus amigos y su novio deben entender que la paciencia se esfuma. Eso si, solo era capaz de responderle no con tanta dureza para no llevarme un castigo del cual me arrepintiera después.
Liz se fue ofendida, yo suspire, hoy tal parece que tendría que escapar por atrás o por cualquier lado para no toparme con ella que de seguro me estaría esperando con Logan a la salida. En cuanto el timbre sonó me asome por la ventana, efectivamente, Liz y sus amigas me esperaban afuera junto con Logan y por lo que vi, parecían tener una cuerda y unos cuantos palos para golpearme.
Salté la cerca de la parte trasera del edificio de mi escuela y me fui a buscar a Suri quien me esperaba de la mano de su profesora alegre de por fin salir de alli. Lo que no conté fue que, Liz y su grupito se atreviera a seguirme de camino de regreso al orfanato.
Liz me rodeo a mi y a Suri junto con Marisol, Brooke y Logan, esto si que pintaba mal, tal parece que esta vez no se contendrían ni en frente de una niña de siete años, Logan me agarro mientras Liz se encargaba de darme una lección y las amigas de ella se encargaban de Suri quien apenas las vio comenzó a insultarlas como sino hubiese un mañana.
Liz me pateaba, me pegaba tanto con sus manos como con el palo que traía en la mano, y al ver que ya no oponía resistencia debido al dolor Logan se le sumo a la golpiza. No podía moverme, tenia ya las costillas rotas y mis brazos y piernas sin la capacidad de moverlas, apenas podía ver a Suri siendo lastimada por las perras de Marisol y Brooke mientras intentaba llegar a su mochila.
Mi vista se tornaba borrosa, lo ultimo que recuerdo fue escuchar una canción, una canción similar a Pop Goes the Weasel pero en una versión mas tétrica, después de eso, todo se volvió negro. Desperté y me veía en lo que parecía ser una habitación de hospital, suspire aliviada de aun seguir con vida pero a la vez frustrada de que otra vez me hallaba en aquel desagradable lugar.



—Por fin despierta jovencita—habló una voz sacándome de mis pensamientos, miré hacia la puerta y vi a un policía.

"¿La policía?" pensé confundida.

—Señorita Laia...sino le molesta quisiera hacerle unas preguntas—habló el oficial mientras sacaba una libreta y una lapicera—Antes de que pregunte, no se preocupe por la señorita Suri, esta bien, ahora...¿Que tanto conoce a las estudiantes Liz Teper, Marisol Garcia y Brooke Sandoval?

—Solo que le gusta hacerme la vida imposible—contesté con algo de sospechas.

—¿Fue ella la que le hizo todas esas heridas?—volvió a preguntar. ¿Que es esto? ¿Un interrogatorio?.

—Si, fueron ellas y el...—volví a contestar—Disculpe oficial...¿Algo de lo cual deba saber?

—Esta bien, lo diré sin rodeos, ellas tres mas el señor Logan Knigth, fueron encontrados muertos a su lado luego de que se desmayara—reveló finalmente el detective.



Me quede helada, no lo podía creer, Liz junto con sus amigas y su novio...¿Estaban muertos? ¿Como era eso posible? El detective dijo que no era sospechosa debido a que unos testigos afirmaron que vieron a Liz y los demás golpearme y caer desmayada, ellos iban a llamar a la policía y en cuanto volvieron los cuatro yacían muertos de una forma muy cruel y sádica mientras que yo seguía inconsciente.
En eso recordé que antes de desmayarme escuche una canción, estuve a punto de hablar pero preferí callar. Cerca del anochecer me dieron de alta y regrese al orfanato en donde Suri me esperaba preocupada. Al verme entrar me abrazo llorando, le bese la cabeza y me la lleve a mi habitación en donde continuo llorando por un largo rato hasta que finalmente se calmo.



—Ya Suri, estoy bien—la abracé acariciándole la cabeza— No tengo nada malo.

—Lai yo...se quien mato Liz, a sus amigas y al sin cerebro de su novio—me dijo una vez que estuvimos en nuestro cuarto solas, provocando que abriera mis ojos de par en par—No le dije a la policía porque se lo merecían.

—¿Que? ¿Suri, quien lo hizo?—la interrogué.

—Mi nuevo amigo, lo conocí hoy en la escuela, se llama Laughing Jack—respondió.

—¿Laughing Jack?—inquirí confundida.



Suri se dirigió hasta su mochila y saco una extraña caja de madera algo vieja y desgastada, le dio cuerda y comenzó a sonar una melodía, la misma que había escuchado yo al momento en que me desmayé. Ciertamente era una versión tétrica y espeluznante de Pop Goes the Weasel, pero lo mas tétrico y espeluznante apareció luego de que esta finalizara: un payaso en blanco y negro.  

La Hermana de Jeff The Killer y Homicidal LiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora