Capitulo 11

1.9K 80 18
                                    

    —¿Tu? —inqurió confundida.

—Digamos que...yo siempre supe la historia de Jeff y Liu, y cuando descubrí la tuya, supe en seguida lo que sentías—explicó el payaso—No en el sentido de que las demás personas te lastimaban y se burlaban de ti, sino en el de siempre estar sola.

—¿Estuviste solo? —preguntó.

—Te voy a ser sincero...naci en Navidad en Inglaterra, durante el año 1800, fui creado para brindarle mi amistad y alegría a un niño llamado Isaac—comenzó a relatarle Jack—tres meses después, matamos por accidente a un gato y el fue llevado a un internado, mientras que yo, estuve en mi caja, solo...por trece largos años.

>>Durante esos años fui perdiendo mis colores y en cuanto Isaac volvió me sorprendió lo mucho que creció, pero más que nada me alegro porque finalmente había regresado y pensé que otra vez volveríamos a ser amigos y jugar juntos pero...el...me había olvidado por completo. Ya no se acordaba más de mi, pasaron los días, semanas, vi como Isaac se convertía en un asesino a sangre fría y eso...

—Hizo que perdieras la cordura y disfrutaras de matar ¿no? Esa sensación placentera de ver ese liquido carmesí recorriendo no solo el cuerpo de tu víctima, sino también el tuyo, la victima suplicando piedad...—Jack observo a Laia impresionado, impresionado de que conociera aquella sensación de placer al asesinar a pesar de no ser asesina, ciertamente se notaba que era hermana de asesinos.



Ahora si comenzaba a entender todo, Laia en su niñez presencio como Jeff apuñalo a uno de los matones, presencio cuando su hermano fue quemado vivo, presencio el asesinato de sus padres y la felicidad de su hermano. Presenciar todo eso y mucho mas, en el sentido de que sufrió de bullyng y soledad también, en parte desestabilizaba su cordura, pero no lo suficiente como para volverla una sádica asesina, aunque, si lo intentaba...quien sabe, puede que se vuelva igual que Jeff y Liu.

Mirándola bien, era una replica exacta de Jeff, según el pudo ver en las fotos del viejo álbum, y con los ojos de Liu, imaginándola con sangre en su cuerpo y su cordura desbordada, podría hasta decir que seria atractiva. Rápidamente sacudió su cabeza intentando sacar esas ideas de su cabeza, pero no podía.


—¿Jack? —preguntó confundida Lai.

—Yo...me sorprende que digas ese tipo de cosas Laia— dijo Jack. 

—Pues...la verdad durante todos estos años, he pensado e incluso he imaginado esa clases de cosas con todos aquellos que me han lastimado— contestó ella— Sobretodo con cierta persona. Pero...la razón siempre me gana y al final solo dejo que esas cosas existan solo en mi mente. 

 —No deberías guardártelo, eso solo te haría mas daño, no hay mejor sensación...— decia mientras se acercaba a Laia hasta dejarla acorralada contra la pared—...que la de liberar todo ese odio, toda esa ira y ver sufrir a los que te hicieron sufrir.   


Los labios de Jack se posaron sobre los de ella, dejándola sorprendida y petrificada, el beso fue tierno y dulce, lleno de amor, Jack rodeo la cintura de ella y ella instintivamente rodeó su cuello. En cuanto el oxigeno les hizo falta, Jack bajo sus besos a mi mejilla y su cuello, sus manos acariciaban todo el cuerpo con suavidad mientras poco a poco iba retirando sus prendas.

Laia no pudo evitar soltar unos cuantos gemidos y suspiros, este payaso hasta hace un año intento matarla tanto a ella como a Suri y ahora aparece como si nada, la llevó ante sus hermanos después de estar separados y ahora mismo, la besaba, la acariciaba, en verdad no entendía a este payaso.


—Lo siento... —musitó en su oído.

—¿Eh? —preguntó confundida.

—Lo que paso ese día...¿Quieres saber porque lo hice? Me estaba enamorando de ti—explicó Jack—Y el amor entre un creepy y un humano está completamente prohibido y debia matarte antes de que fuese tarde.

>>Ahora que te tengo aquí, créeme que me tienes más enamorado que nunca, en serio perdóname por lo que hice...perdóname...yo...Te Amo.

Los labios del payaso volvieron a unirse con los de ella, esta vez retirando sus interiores y mientras que el beso se volvía más pasional y lujurioso. A medida que la besaba con cuidado de no lastimarme con sus garras, masajeaba mis pechos.


Sus manos bajaron al igual que su boca, Laia podía sentir su lengua y boca jugar con sus pezones y su mano frotando su parte ya bastante húmeda. Él se encontraba en bóxers, con delicadeza bajo ultima y única prenda faltante junto con la suya, acaricio las piernas separándolas lentamente mientras se posicionaba en su entrada.


—Laia...por favor se mía... —pidió Jack a lo que la joven asintió.


La penetro de un solo movimiento, rompiendo así la tela virgen, dolía y Laia no pudo evitar llorar, el payaso permaneció quieto limpiando sus lagrimas y dándole caricias y besos para calmarla, cosa que funciono y así el suave vaivén comenzó.

Ambos cuerpos sudaban, el suave vaivén comenzó a tornarse cada vez mas rápido hasta el punto en que Jack llegaba a lo mas profundo de ella. Lo abrazó enterrando casi al punto de querer enterrar sus uñas en su espalda y enrollando sus piernas alrededor de su cintura empujándolo mas adentro.

Sintieron como el climax estaba por llegar, entrelazaron sus dedos y acto seguido Jack lanzó un fuerte gruñido mientras liberaba su esencia en su interior al mismo tiempo en que Laia también se corría. Cayo rendido sobre la joven, la beso y en seguida los dos cayeron en los brazos de Morfeo.

A eso de las diez de la mañana, unos golpes en la puerta despertaron a la hermana menor de los Woods, se coloco una bata y fue a abrir, era Suri, quien regresaba de la casa de su amiga acompañada por la mama de esta. Dio las gracias e ingreso al departamento, mientras Suri iba a dejar sus cosas Laia comenzaba a preparar el desayuno, pero un grito irrumpió su labor.


—¿¡Que hace el aquí!? —chilló asustada Suri corriendo y escondiéndose detrás de Laia. Oh oh. Se había olvidado por completo del que payaso estaba aun en su habitación.


Laia intento calmarla y explicarle todo, fue un poco difícil considerando que Suri aun se acordaba de lo que ocurrió hace un año y le costaba olvidarlo, pero finalmente, después de un par de horas de explicación, la niña logro calmarse y aceptar a Jack. Ahora los difíciles iban a ser los hermanos de Laia, quienes si se enteraban de esto, no dudarían en castrar al payaso.


"La que me espera..." pensó Jack.

La Hermana de Jeff The Killer y Homicidal LiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora