Capitulo 4

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En cuanto fuimos a buscar a Suri al colegio y regresamos al orfanato, inmediatamente se lanzó a los brazos de Jack queriendo jugar nuevamente a la casita, solo que esta vez con grandes diferencias. Como pudieron ver, desde que llegó el payaso quiere que ambos seamos sus padres, no nos molestaba, pero lo que Suri pidió casi juro que me atraganto con el refresco que traía.
Sacó de mi armario un vestido de verano color blanco y detalles en negro. Lo que Suri primero quería jugar era que su "mami y papi" se casaran y después que la tuviéramos a ella y créanme que también hasta Jack casi le da un infarto.
No se si esta niña lo hacía apropósito o no pero mejor decidí complacerla y Jack parece que pensaba lo mismo. Me puse el vestido y dejé suelto mi cabello, Suri haría esta vez de cura para "casarnos" mierda que esto era vergonzoso.


—¿Señor Laughing Jack aceptas a la señorita Laia como tu esposa?—preguntó Suri tratando de que su voz sea lo mas masculina posible.

—A-a-acepto—tartamudeó el payaso mas rojo que un tomate.

—¿Y tu señorita Laia acepta al señor Laughing Jack como tu esposo?—volvió a preguntar mirándome fijamente a mi.

—S-s-si, acepto—tartamudeé también con la cara roja.

—Y con placer los declaro marido y mujer, puede besar a la novia—dicho y hecho, Jack me dio un beso en la mejilla, cosa que Suri se quejó queriendo un beso en los labios.


Iba a protestar cuando sentí una presión sobre mis labios, mi corazón comenzó a latir a mil por segundo, sentí la cara arder y mis piernas a punto de caerse. No podía creer lo que estaba pasando, Jack me estaba besando, me estaba besando y para peor...era mi primer beso.
Me tenia agarrada de la cintura con uno de sus brazos y con el otro tenia mi mano agarra mientras me besaba, Suri estaba mas que contenta y siguió con el juego sin problemas, aunque Jack y yo casi no podíamos debido al beso inesperado.
El juego continuo con nosotros teniendo a Suri quien ahora actuaba como bebe y despues el juego normal de la casita en el cual actuábamos como una familia. Fue largo el día hasta que finalmente Suri se canso y la arropamos en su cama para inmediatamente quedarse profundamente dormida en su cama.


—Yo...siento lo del beso...pero...ah...—se disculpó Jack.

—Esta bien, no te preocupes—le dije.


Jack entro a su caja y yo me acosté, pero lo acontecido de hoy me impedía dormir. Me estaba enamorando de Jack lo admito, pero no podía hacerlo, el era un asesino y de seguro que el solo fingía para despues matarnos tal y como lo hizo con Liz, Brooke, Marisol y Logan.
De pronto sentí una mano sobre mis piernas que lentamente subían hasta acariciar mi cabeza. Sabia que Suri no era, era Jack, yo claro fingía dormir mientras sentía sus caricias por mi rostro.
Deposito sus labios en mi cabeza y después, para mi sorpresa, otra vez en mis labios. Apenas se separo, volvió a su casa y a la mañana siguiente no salio de allí en todo el día.


—Mami...¿Que le pasa a Papi?—cuestionó Suri mirando la caja de Jack.

—De seguro aun sigue agotado por lo de anoche Suri, no te preocupes—contesté intentando hacer que no se preocupara— Ven vamos que se nos hace tarde.


Deje a Suri en su colegio pero no me dirigí al mio, pasé frente al mismo parque del día anterior, me quedé mirándolo por unos minutos y al final decidí no ir al colegio y quedarme allí sentada en el mismo columpio para poder pensar.
Al día siguiente, que era Sábado, Suri y yo nos encontrábamos fuera del orfanato jugando con los niños mientras las hermanas del mismo salieron a una junta con el reverendo. Como ya casi era mayor de edad, me dejaron a cargo de los niños, ellas confiaban en mi a pesar de saber sobre mis genes.
El día estaba bello, Jack seguía sin salir de la casa, cuando de pronto, escucho la música de la caja de él, Suri también se percató de que podía oírla, sin embargo, los otros niños y niñas parecían no oírla. En cuanto la melodía se detuvo, solo oía las risas de los demás, hasta que una nueva melodía sonó seguida de una bella voz.
Todos los niños inmediatamente comenzaron a entrar al orfanato, el cielo, por alguna extraña razón, se oscureció, sentí a Suri aferrarse a mi pierna algo nerviosa, cosa que yo también lo estaba pero lo disimulaba bien. Todos nosotros permanecimos en la sala, donde vi a Jack cantar, estaba diferente, parecía mas sombrío.
Al terminar de cantar, soltó una fuerte carcajada, las puertas de golpe y para mi completo horror, Jack mato a uno de los niños, descuartizándolo miembro por miembro. Me quede paralizada por un segundo y solo el grito y llanto de los demás me saco de mis pensamientos armándome de valor para correr hacia la puerta y tratar de abrirla, pero era imposible, estaba cerrada.


—¡Señorita Laia!—gritó llorando una de las niñas aferrándose a mi.

—¡Tengo miedo!—sollozó otro niño.


Nuevamente la risa de Jack retumbo por todo el orfanato, no solo la puerta estaba cerrada, sino también las ventanas, lo cual me aterró mucho, Jack parecía estar dispuesto a matarnos definitivamente. Intentaba guiar a los niños a un lugar seguro pero el payaso estiraba sus brazos atrapándolos y matándolos uno por uno hasta que solo quedamos Suri y yo con vida.
Entre a nuestra habitación y la cerré con llave, Suri no paraba de abrazarme y llorar asustada preguntando el porque Jack hacía todo esto. Los minutos iban pasando y nada ocurría, me estaba desesperando, no podía dejar que nos matara, no podía y no lo haría. Salí del cuarto Suri y me dirigí al ático en donde le ordene que se escondiera y mantuviera a salvo, mientras yo me dirigía a un baúl donde revolví unas cosas y encontré lo que buscaba: un cuchillo.


—Suri lo distraeré, tu en 10 minutos baja y avisa a la policía—pedí y me fuí antes de que mi pequeña protestara.


Salí del ático corriendo, llegando finalmente a las escaleras donde el horror comenzó, apenas puse un pie, ya podía oler el nauseabundo olor a sangre y ver los cadáveres descuartizados de todos los niños y niñas del orfanato. Apenas llegué a la sala, no pude aguantar las ganas de vomitar al ver que no solo los niños fueron asesinados, sino que también las hermanas junto con la Madre Superiora, que al parecer habían regresado de su junta, yacían en el suelo muertas y con los intestinos esparcidos por todo el piso.


—¿Te gusta la decoración?—inquirió la voz de Laughing Jack apareciendo en frente mio mientras reía de forma psicópata.

—Maldito payaso...ya me decía yo que eras demasiado bueno para ser asesino—mascullé molesta con el cuchillo escondido detrás de mi espalda.

—Hiciste bien en desconfiar, pero veo que bajaste la guardia en el ultimo momento—se burló aquel payaso asesino.

—Ni creas que ganaste, no pienso morir sin antes haber dado lucha—dije.

—¿Una humana intentando doblegarme? ¡Jajajajajajaja! Ahora con mucho mas gusto quiero matarte—volvió a reír de forma psicópata.

—Entonces ven e inténtalo...—lo desafié—¡Laughing Jack!

La Hermana de Jeff The Killer y Homicidal LiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora