-two-

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Sonó la campana y recogí mis libros de Geografía sin ganas. Comprové el teléfono pero no tenía ninguna llamada, ni tampoco ningun mensaje. Me resigné y guardé el móvil en la mochila.

-Michael - me llamó una voz.

-Umm - choqué su hombro al pasar.

-Michael, contéstame - musitó el rubio.

Me giré y lo observé sin expresión alguna.

-¿Qué?

Luke se puso nervioso y empezó a morder su labio inferior. Nos habíamos quedado solos en la clase.

-¿Cómo estás? - preguntó.

-¿Acaso te importa? - gruñí, saliendo del aula.


Una semana antes...

El timbre sonó y fui a abrir la puerta. Mis ojos se abrieron de par en par al ver al rubio con un gran ramo de flores y una sonrisa tierna.

-Huh, ¿qué ocurre Luke? - musité extrañado.

Se quedó mirando los pies y luego posó sus orbes azules en mi persona.

-Son para ti - murmuró, quitando su vista de mi, algo sonrojado.

-Ah, gracias, supongo. - me limité a decir, sin saber que hacer a continuación.

Un largo silencio se hizo presente. El cual Luke cortó.

-¿Puedo pasar?

Me sentía incómodo. Aquella situación era realmente incómoda. Pero aun así, dejé pasar al chico en casa.

Se sentó en el sofá y yo me quedé depié, mirándolo.

-Tienes una bonita casa... - empezó diciendo.

-Ve al grano, Luke, ¿qué haces aquí? - me cruzé de brazos.

-Y-yo umm... esto... quiero que volvamos. - miró atento mi reacción.

Suspiré. Yo mantenía una relación con Calum. A distancia. Pero seguía siendo una relación. Me senté al lado del rubio e intenté escoger mis palabras con cuidado.

-Luke, esto no funciona, simplemente... - tomé una bocanada de aire - Simplemente no estamos hechos el uno para el otro. - miré su expresión y vi como había tirado el ramo de flores al suelo y se tapaba la cara mientras unos sollozos incontrolables salían de su persona.

Nunca he sido el mejor en empezar una relación, y aún menos en terminarla, eso estaba claro.

-Ugh, mierda, lo siento Luke - lo abracé - no quería hacerte daño, discúlpame porfavor - en ese instante quitó sus manos de su rostro y examiné sus ojos ahora rojizos y unas lágrimas que se escurrían por sus mejillas.

-No pasa nada - se limitó a decir con un semblante serio. Forzó una sonrisa y se levantó del sofá dispuesto a salir por la puerta de mármol.

-Espera - susurré. Él se giró sin comprender nada.

-Quédate a cenar y hacemos unas pizzas - lo miré esperanzado. Realmente no quería perder a Luke, podíamos llegar a una gran amistad. (n/a: friendzone ajjsajjassajd)

Él lo pensó unos instantes pero asintió.

Llamé a la pizzería mientras nos tomábamos unas cervezas que había traído Luke (ni idea de que las llevaba).

Al cabo de un rato que hubiéramos cenado y bebido como unas cuantas cervezas, me empecé a sentir bastante mareado, pero a Luke se le veía fresco como una rosa. Hacía un rato que habíamos hecho un concurso de quién aguantaba más sin caerse al suelo, y definitivamente yo no había ganado, porque cada vez que me movía, mis piernas se quedaban estáticas y hacía que me estampara contra el parqué.

-Luke... Trae hielo - vi una figura moviéndose hasta la cocina y volvió con un paquete de garbanzos.

-No había hielo - dijo mientras colocaba la bolsa en mi cabeza.

-¡Joder, está helado! - chillé

Él rió y unos hoyuelos se formaron en sus mejillas. 

-Que dulce - susurré; no era consciente de mis acciones y la cerveza hablaba por si sola.

-¿Qué? - preguntó

-Que eres du- no me dejó terminar. Sus labios se abalanzaron contra mi haciendo que un sofoco se apoderara de mi cuerpo.

-Tu si que eres dulce, gatito - murmuró en mi oído.

-Mmm - mi mente se había ido a otro lugar; los toques y caricias por parte del rubio me traían loco y solo podía pedir más y más.

-¿Te gusta que te toque, gatito? - gimió con voz ronca. -¿Mmh? ¿Te gusta que daddy te toque? - coló sus manos por mis pantalones acariciando por encima de la tela del bóxer.

Gemí con mis ojos cerrados.

En ese instante, Luke me cogió en brazos y me llevó a mi habitación. Me estiró en la cama y bajó mis pantalones de un tirón. Él se relamió los labios mientras miraba mi cuerpo. Me sentí en tensión y notaba como la habitación no dejaba de dar vueltas y la cabeza me dolía a más no poder.

-¿T-tu no e...estás mareado? - me costó tratar de vocalizar correctamente, pero Luke me entendió.

-Yo no he bebido - sonrió ampliamente.

-¿Q-qu - volvió a atacar mis labios sin dejarme terminar de preguntar. Le seguí el beso, y noté como el bulto en mi pantalón crecía.

-Ummm, tu amiguito está contento - notaba como no dejaba de sonreír y yo le agarré de la camisa para que siguiera devorando mis labios.


"¡Eres como un oso, Mike!"

"Ven con nosotros. O lo haces o monto una escena aquí mismo" - y aquella risa, aquella risa con la que soñaba cada día que fuera provocada por mí y por nadie más.

"Me gusta pensar que alguien me quiere..."

"Te quiero"

"Yo también te quiero" - le respondí mientras mi corazón daba un vuelco

"Adiós, Mikey" 


Calum. Mi razón. Joder, si lo queria. ¿Qué mierda estaba haciendo?

Intenté apartar a Luke de mi persona, pero éste no se dejó.

-L-luke, para porfavor - mi voz sonaba distorsionada, pero Luke no paró, intensificó los roces y las caricias en mi dura erección.

-No quiero hacer esto - volví a intentar apartarlo, pero él era más fuerte que yo en las condiciones en las que me encontraba. Mi cuerpo no respondía. Y me di cuenta mientras lágrimas brotaban de mi ser, que estaba sometido a él. Y lo peor es que no podía hacer nada.


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Hola, vais a sufrir. OKNO. OS AMO <3

Luke es una princesita con cara de pUTA.

Soy imbécil y había escrito esto el sábado y pensaba que se había publicado. Luegome me di cuenta que estaba como borrador :/



Days |malum|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora