¿Y si las cosas hubieran sido distintas? Entonces, ¿qué camino hubiera elegido?
Calum P.O.V.
Cada paso que doy es un nuevo destino. Hay millones para elegir, pero yo sólo elegí aquel.
En mi 18 cumpleaños, me dispuse a partir hacia mi ciudad natal y encontrarme con Michael. Por eso no pude dejar de sonreír esa última semana. Me despedí de mi hermano Mason, el cuál se encontraba de un comportamiento más extraño que de costumbre y del único amigo que hice en el instituto, Tyler.
- Ve con cuidado, chino - me abrazó contra su pecho y noté que tenía los ojos llorosos.
-Mason, por favor, nos veremos en unos meses. - le di suaves golpes en la espalda.
-¡Lo dices cómo si fuera poco tiempo! - gritó haciendo movimientos exagerados con los brazos.
-A veces creo que tienes una edad mental muy inferior a la que aparentas. - reí mientras él intentaba golpearme y Tyler lo sujetaba por la chaqueta y me dejase subir al autocar.
-Cuídate, Cal. Espero verte por aquí. - me dijo adiós con la mano y le sonreí.
-Claro.
Me senté en las últimas filas del vehículo mientras marcaba un número. Sonó varias veces pero nadie contestaba. Suspiré resignado y volví a llamar al mismo número. Después de tres pitidos, una voz muy familiar sonó en la otra línea.
-¿Sí?
Cerré los ojos mientras inhalaba y exhalaba el frío aire de invierno.
-Michael.
Michael P.O.V.
Eran las tres de la tarde y Luke aún no había aparecido. Se supone que habíamos quedado hacía media hora, pero claro, su pelo tiene que estar perfecto. ¡Vaya estupidez! ¡Estupidez de trabajo en parejas! ¡Estupidez de rubio de bote!
Bufé molesto. Odiaba que me hicieran esperar.
Mientras pasaba el tiempo, hojeé unos cómics que tenía en el escritorio.
El sonido de mi teléfono me asustó por un segundo y me incorporé en mi cama mientras contestaba.
-¿Sí?
Escuché una respiración por la otra línea.
-Michael.
Ese definitivamente no era Luke. Obviamente no era Luke. Hubiese preferido que lo fuera.
Llevaba tanto tiempo evitándolo que casi había olvidado su voz.
-¿Michael? ¿Me oyes?
Preferiría no hacerlo.
-Sí, te oigo.
-Tengo tantas ganas de verte. - escuché su risa de fondo - En unas horas llego a casa.
Mi cuerpo empezó a temblar y tuve que controlarme para no parecer un chihuaua en celo.
-Y-yo yo...
No quiero verte. ¿Porqué no te quedas en Nueva York?
-¿Me echas de menos? - su respiración se mostraba entrecortada. ¿Acaso estaba nervioso?
Murmuré insultos contra el universo y escuché la suave voz del moreno.
-Yo sí lo he hecho, cada día distanciado de ti es un día menos que falta para estar a tu lado. Así se me ha hecho menos corto esperarte. - rio con esa característica melodía que inundaba mis oídos. Mis ojos se abrieron de par en par mientras notaba como mi corazón se aceleraba.
-Calum. - dije con un hilo de voz
-¿Sí?
Tomé una bocanada de aire.
-Desde el momento en el que... - algo se rompió dentro de mí y fui incapaz de decir una palabra más.
-¿Michael? ¿Estás bien? - su tono de preocupación era evidente.
Nada lo está. Y ya nunca lo estará. Lo he arruinado todo, siento ser un idiota. No quería equivocarme tanto, deberías estar odiándome ahora mismo. Soy un cobarde, Calum.
-Todo está bien, Calum. No te preocupes. Adiós. - Colgué de inmediato y me dejé caer sobre la cama de nuevo. Mi pulso estaba acelerado y sentía que caía en el abismo. Porque así era, poco a poco iba sumiendome en algo que ya no podía escapar, porque lo había creado yo. Ya no podía escapar de la auténtica verdad.
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Realmente no tengo ni idea si alguien sigue leyendo esto(?
Hace tanto tiempo que no actualizo ;-;
IM SORRY </3
Se acerca verano así que ya tendré más tiempo. Además la HISTORIA ESTÁ POR TERMINAR.