n/a: Perdón por no actualizar hasta ahora pero los examenes me quitan tiempo y eso.
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Calum P.O.V.
Un golpe seco hizo que me despertara de golpe. Observé mi alrededor y me cubrí con las sabanas hasta el puente de mi nariz.
"Los fantasmas no existen" me dije a mi mismo.
"Sólo me lo imaginé".
"Si, sólo me lo imaginé".
Y con esos pensamientos en mi cabeza, me volví a acomodar en mi mullida cama y cerré los ojos dispuesto a volver a dormir.
Un ruido todavía más fuerte que el anterior hizo que saltara de la cama a causa del susto y a continuación, a tientas, busqué el libro más pesado que tenía; el de historia.
Seguidamente, me acerqué al marco de la puerta intentando hacer el menor ruido posible y observé con algo de temor el oscuro pasillo.
"No debería haber jugado a Five nights at Freddy's".
Abrí la puerta con cautela haciendo un intento fallido por ver algo en la oscuridad. Hasta que un movimiento muy cerca de mi hizo que me sobresaltara y atacara lo que fuera que se encontraba allí con el pesado libro.
-¡Auch!
Encendí la luz y puse una mueca al ver a Mason, mi hermano, tirado en el suelo.
-Ayúdame a levantarme, chino. - se quejó.
-¡No soy chino! - él se rió - Y ahora te quedas allí.
-¡No, Calvin, ayúdame! - se quejó mientras yo lo miraba con el ceño fruncido.
-¿Desde cuándo me llamo así?
Un ruido que provenía del final del pasillo, hizo que saltara por el susto.
-C-calum, vete. - dijo Mason
-¿Q-qué? ¿Porqué? No lo entiendo. - puse una mueca de confusión.
-¡CÁLLATE, SÓLO VETE, JODER! - gritó entre dientes mientras apretaba los puños.
Le di una última mirada hasta adentrarme a mi cuarto de nuevo.
Puse mi oreja sobre la madera de la puerta.
Un golpe seco.
Y silencio.
Un silencio que me dejó los pelos de punta.
Michael P.O.V.
Él contemplaba las estrellas que se extendían por el cielo y parpadeadaban con gran intensidad. Ya se había puesto el Sol que cada vez más se iba osureciendo y nos iba sumiéndonos en la oscuridad.
-Gracias por todo, Michael. - dijo él en un susurro.
-¿Cómo? - no entendía a que se refería.
Se giró hasta quedar cara a cara y me sonrió.
-Por no haberme fallado nunca. - dijo sin dejar de sonreír.
-Y-yo... - mi mente quedó en blanco y mis manos empezaban a temblar.
-Hey, Michael. - una voz detrás de él hizo que mirara hacia aquella dirección.
Tragué en seco mientras parpadeaba nerviosamente.
-L-Luke... ¿Qué haces aquí? - intenté sonar con voz potente pero me salió más bien lo contrario.
-Díselo.
-¿Qué?
-No mientas, Michael.
-¿Qué pasa, Mikey? ¿Qué miras tanto? - dijo el chico de ojos café.
-Y-yo... - no podía decirle, el simple hecho de destrozarlo impedía que aquellas palabras salieran de mi persona.
-Te noto distante, Mikey ¿ya no me quieres? - sus ojos se auguaron y eso me rompió el corazón.
-¡Claro que te quiero!
-No mientas. - ahora el rubio se encontraba a mi lado. - Le estás haciendo daño, Michael. - chasqueó la lengua. - Él merece saber la verdad.
El sonido del despertador hizo que me levantara súbitamente de la cama. Estaba sudado y me froté las sienes para eliminar el dolor de cabeza que había surgido al despertarme de aquella forma tan brusca.
Me duché y dejé que el agua eliminara el cansancio y el sudor.
"¿Porqué he hecho esto?"
"Definitivamente, soy imbécil".
Amber P.O.V.
Salí de mi habitación y vi a mi madre con una bandeja llena de comida. Bufé molesta y se la quité de las manos.
-¿Qué ocurre, Amber? - me miró sorprendida.
-No puedes hacer esto, mamá. No quiero que piense que esto es un hotel. - enarqué una ceja.
Me dirigí a la cocina y dejé la bandeja encima de la encimera. Volví a mi habitación a coger mi mochila y dispuesta a empezar otro día rutinario en el instituto.
En el marco de la puerta principal vi a mi madre con la bandeja de desayuno, otra vez.
"Mierda" murmuré entre dientes.
Me acerqué a ella con la peor mueca de asco que podía poner y salí al exterior.
-¡Buenos días, princesa! - exclamó él.
Pude notar como mi madre sonreía ante aquel comentario.No quería darme la vuelta, pero seguramente mi madre se enfadaría si no le decía algo.
-Eh, adiós.
-Amber espera. - me giré mientras resoplaba y me ponía delante de él.
-Bueno, yo voy adentro. - avisó mi madre.
Al quedarnos solos interrumpí antes de que hablara:
-¿Porqué no te vas a tu casa? Estás haciendo el imbécil.
-No hasta que me perdones.
-Eres tan cliché. - rodé los ojos.
-¿Porqué dices eso? - cuestionó sorprendido.
-Ashton, simplemente no lo veo normal por el simple hecho de que te dejara, que duermas cada noche en el patio de mi casa. No es saludable.
-¿Te preocupas por mi salud? - sonrió con un brillo en los ojos.
-¿Qué? No. A mi me da igual tu vida. Adiós, Ashton. - me giré y me encamine a la escuela.
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Es rasioso bc ashton es un vagabundo
Y cALVin es chino c:
He hecho un booktrailer ggg pero aún no lo he subido. Iré informando ❤❤