La Princesa De La Luna (Editando)

capítulo 6

Will

Sus palabras me habían hecho enfadar, sólo pensaba en ella misma, me había dejado, huyó de mi lado sin siquiera haberme dicho el porqué de las cosas, mi lobo estaba herido aun teniéndolo cerca la sentía tan lejos y eso hacía que yo y mi lobo sufriremos más, no me considero un sentimental, pero esto era lo que ella provocaba en mí, provocaba ese temor de perderla y no volverla a encontrar más, tenía miedo de lo que hubiera podido pasar estando sola en el bosque.

Sabía que estar cerca de ella será difícil, no logró entender como paso por el lago y como ella pudo hacernos dormir a todos, se que mi chica no es ordinaria y aunque desde hace tantos siglos hemos buscado a esa luz que nos libere al fin, tengo miedo de que ella sea eso que tanto hemos estado buscando. No quiero perderla, soy egoísta pero no puedo dejar que ella de su vida por todos, nosotros provocamos esta desolación y no permitiría que esta presión solo cayera sobre de ella

La tome de la mano y sin decirla nada nos adentre en el bosque, la tormenta pronto llegaría y el frío que ya estaba haciendo ayudaría en mucho, la neblina ya había bajado por completo, haciendo un poco más difícil el camino, me aferre a un más a su mano hasta que la lluvia comenzó a caer

No pude evitar tomarla entre mis brazos y estampar sus cálidos labios sobre los míos, me sorprendió lo bien que sus labios se acoplaban a la perfección con los míos, el tenue calor que desprendía su cuerpo me hacía estremecer, el beso duro poco más de lo que esperaba, cuando hubo terminado pegue mi frente a la de ella, y la observe sus labios estaban rojos y sus mejillas sonrosadas, toda ella estaba empapada al igual que yo, una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios al igual que en los de ella, haciendo que este tan mal momento se borrara por un instante

—Pase lo que pase jamás, escúchame bien jamás vuelvas a huir de mi — susurre cerca de sus labios

—No huyó de ti, si no de mi destino, e incluso hasta de mi misma — podía sentir el dolor en sus palabras y eso hacía que yo también sufriera

No lo soporte y volví a besarla esta vez con más ansias, quería que fuera mía, toda ella mía, entregarme por completo, pero un sentimiento extraño me hizo saber que aun no era el momento para esto, así que sin mas remedio me aparte de ella

El trayecto de regreso a mi cabaña fue largo, y más en mi forma humana, no podía entender como mi pequeña Atnes había podido llegar hasta ese lugar siendo sólo una humana, claro ya hemos quedado en acuerdo de que ella no es una chica común y corriente, una semi diosa o incluso una diosa, y me habían escogido a mi para estar a su lado por la eternidad

—Hay muchas cosas que tienes que explicarme — hable un poco molesto y lleno de duda

Necesitábamos aclarar todo este asunto, antes de que las cosas se me salieran de las manos

—Todo a su tiempo — dejó un beso casto en mis labios

Entramos a la cabaña y enseguida la lleve a mi habitación, la tome entre mis brazos y la bese apasionadamente, acaricie el contorno de su cuerpo sobre la ropa húmeda, empecé a dejar besos por su cuello y más en la zona en la que estaría mi marca, preparándola para cuando ese momento llegara y que esperaba que fuera pronto

—Pa... para — dijo entre cortadamente

A regañadientes me separe de ella, y la mire un poco mal pero sabia que mi pequeña aun no estaba lista

—¿A caso no quieres estar conmigo? — dije un poco dolido por su actitud

—No es eso, pero aún no es tiempo — no entendía nada de lo que ella hablaba

Me senté molesto en la cama como un niño pequeño al que se le había negado algo y la ignoré por completo

—Will por favor entiende, yo... yo no quiero herirte — hizo una pausa y me miro con ojos suplicantes — espero que cuando sepas porque fui enviada a kaia no me odies

¿Como podía decir eso? Yo jamás la odiaría, por algo la diosa Artemisa la había puesto en mi camino como mi compañera, y yo no dudaría en estar a su lado así pasara lo que tuviera que pasar

—Yo jamás podría odiarte — dije firme y seguro de mis palabras

—No lo entiendes, desde hace miles de siglos todos me han buscado, algunos para matarme y apoderarse de mi poder y otros sólo para tenerme cautiva, para que este a su lado y así poder ganar sus batallas — las palabras que salieron de sus labiales s era lo que yo temía escuchar

—Tu eres... — no me dejó terminar

—Si, lamentablemente soy yo — respiro muy hondo — es por eso que me quería ir, no quiero que nadie te hiera

—No dejaré que nadie te lastime — susurre mientras la abrazaba

—Llegará el día en que ni tu ni yo podremos evitar todo esto, el día en el que no podremos romper ese lazo que ahora nos une, es por eso que aún no quiero que me tomes como tu pareja — susurró avergonzada y dolida

No quería seguir agobiándola sólo la tome en mis brazos y la lleve al cuarto de baño, la deje ahí mientras yo me dedicaba a pensar y a dar órdenes a mis hombres, tenía el problema de mi chica, también estaba lo del alimento para mi manada, y también el hecho de que tenia que verificar que todas las manadas tuvieran los suficientes suministros para poder sobrevivir a este invierno

Sin darme cuenta me encontraba en mi cama cubierto por mis cobijas y con Atnes a mi lado, su respiración era acompasada demasiado tranquila, me levante con mucho cuidado y camine hasta estar fuera de la cabaña, una luz demasiado fuerte llamó mi atención, cuanto más me acercaba a esa luz mi corazón se sentía mas intranquilo

Quedé en shock, la diosa Hera estaba delante de mí al igual que la diosa Artemisa, sus vestiduras blancas y ese poder que sus cuerpos emanaban, me dejaron perplejo por un momento, hasta que reaccione y me incline ante ellas

—Will, el rey de los lobos, criaturas creadas por mi — hablo la diosa Artemisa con dulzura

—El tiempo ha llegado, tu siendo el protector de la reencarnación de mi hermana, sólo tu podrás protegerla de ella misma — me miro con una sonrisa hermosa — tú serás el que la complemente

—Su poder sobre pasará el de cualquier otro, así como puede salvar, así también puede destruir — esta vez la diosa Artemisa hablo con pesar — mi dulce Atnes no puede ser corrompida y eso es lo que el rey de los Black quiere hacer, quiere quedarse no solo con su poder sino también con su vida

—Tu deber es evitarlo, el no sólo quiere su poder, sino también su cuerpo — el dolor en la voz de la diosa Hera me hizo también sentirlo

Cada palabra se clavaba en mi cabeza, quedo tatuada para que jamás se me olvidar el porque tenia que protegerla de todo esto

—Es por eso que debes de protegerla y no permitir que se aleje de ti — hizo una pausa — si ella está lejos de ti cuando sus poderes se completen, puede que no lo resista y muera, y tenemos que evitar eso a toda costa, ella es nuestra única salvación

—No, no eso no lo voy a permitir — me sorprendió la seguridad enmienda palabras, ya que desde que las había encontrado no había dicho nada

—Es por eso que estamos aquí, su despertar será pronto, y todo empezará — me miro con cariño — mi pequeña Atnes es más frágil de lo que aparenta

Eso lo tenía claro

—Cuida de ella y por nada dejes que Atnes se aleje — me susurró por último Artemisa

La luz desapareció y con ella llegó esta oscuridadensordecedora, mi princesa era la elegida y yo no podía hacer nada paracambiarlo. Pero tenía algo muy presente la proseguirá por sobre todas lascosas, aun así me costará la vida...