Capítulo 3 - la bestia.

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Edwin abrió lentamente los ojos pensando que todo fue un sueño, entonces se restregó los ojos y cuando se Estaba levantando se apoyó en el suelo y sintió pasto, éste se levantó asustado mirando a su alrededor y vio que estaba en un campo, había poco viento y le daba en la cara, estuvo un momento sintiendo la brisa cuando escuchó a sus espalda:

- por fin has despertado joven, sólo has tardado 15 minutos desde el transporte y los humanos tardan más de dos horas y media, Me sorprende otra vez tus habilidades naturales.

Edwin lo mira furioso y le grita:

- ¡¡llevame a mi casa, no se donde estoy ni quien eres, no se porqué te escucho!! - entonces lo apuntó y terminó diciendo - me largo, no se para que me quieres pero me largo a buscar a alguien que me ayude. - y giró con ademán de irse.

Entonces el anciano le dijo serio:

- yo ya cumplí con mi deber, ahora te dejaré para que sigas con tu camino.- éste giró y empezó a caminar rápido, iba tranquilo pero la velocidad era increíble.

Edwin cuando escuchó eso se volteó y lo miró a la velocidad que se iba el anciano, desesperado comenzó a correr para alcanzarlo mientras gritaba:

- oye ven para a salir de acá, no conozco este lugar y no sé como llegar a mi casa...

Cuando estaba muy cerca se lanzó y su mano estaba rozando la ropa del viejo, creía tenerlo pero éste se volvió polvo y edwin cayó sobre eso. Rápidamente se alejó del polvo y comenzó a limpiarse, cuando se sintió más limpio se puso a explorar el lugar y a unos 20 metros al norte encontró una casa hecha de barro, edwin se acercó y notó que parecía un domo con corteza de madera como puerta y el techo tenía una apertura, la choza parecía abandonada.

Al pensar en eso se sintió aliviado y se puso a llamar para asegurarse pero como nadie salía se confirmó su teoría. intentó sacar la corteza pero esta se abrió como puerta hacia adentro, entonces entró lentamente y adentro era todo muy rupestre, un tronco como silla con una mesa de madera en el centro, a la derecha estaba el resto de una fogata y a la izquierda una hamaca, edwin no pudo encontrar el baño y mientras se iba acercando a la mesa escuchó un ruido por otra puerta en la parte de atrás y se acercó, entonces abrió la puerta con cuidado y vio a un animal peludo alimentándose de un cerdo que estaba tirado en el suelo lleno de sangre, por el susto dio un paso hacia atrás y se golpeó en la puerta haciendo que el ser voltee su rostro hacia atrás, edwin esperaba ver a un animal temible pero vio que tenía el rostro joven de una chica.

en ese momento el tiempo se detuvo para edwin y pudo apreciar cada detalle de ella; tenía el cabello pelirrojo, estaba vestida con piel peluda que cubría su cabeza y la espalda dándole la apariencia de bestia, sus ojos eran amarillos y lo miraban con atención, y cuando se dirigió a su boca vio que le mostraba los dientes en forma agresiva y notó que tenía grandes colmillos, no tenía los dientes cuadrados como la gente normal.

Cuando vió eso el tiempo volvió a la normalidad y corrió hacia el interior de la casa para salir por la puerta delantera, rodeó la mesa y cuando llegó afuera miró hacia atrás y la chica que lo seguía dio un salto y pasó la mesa, edwin cerró la puerta y corrió al costado de la casa mientras oía la embestida de la chica contra la puerta y cuando se apoyó en la pared comenzó a juntar valor para enfrentarla y luchar, ella se acercó rápidamente y el valor de edwin quedó por los suelos ya que ella estaba manchada con sangre y sus uñas eran más gruesa y puntiagudas que las normales, estaba en cuclillas lista para atacar y él con una voz muy débil dijo:

- ¿es que nadie es humano?, siempre quise morir de viejo...

Entonces ella se mostró sorprendida y pregunto lentamente con desconfianza:

- ¿eres humano?

Edwin también se sorprendió y respondió:

- sí, ¿hablas?, ¿tú que eres?.

Ella lo miró molesta y se levantó estirándose, entonces respondió con desconfianza:

- soy helena, si quieres te puedo ayudar, ven vamos a mi casa.

El la miró nervioso y lo pensó, helena vio que él desconfiaba de ella y le dijo:

- o si quieres te quedas acá afuera con bestias que no conoces y a ellos no les importaría conocerte ya que serias su comida.

Edwin sin pensarlo se levantó de hombros y entró.

Una vez adentro ella le ofreció el tronco para sentarse y le dijo:

- voy a continuar con lo mío, por favor no hagas nada, ¿esta bien?

Edwin la miró a los ojos y ella los apartó inmediatamente y el le dijo:

- ¿que hacías, te comías al animal?, ¿por que todos me atacan primero para luego conversar?.

Ella al escuchar lo último lo miró y se acercó rápidamente preguntándole:

- ¿a quien te has encontrado aparte de mi?

Edwin dijo de inmediato:

- un viejo

Ella impaciente le replicó:

- Quiero más detalles.

Y edwin le dijo:

- yo estaba en mi casa durmiendo cuando alguien me me despertó y ataqué, entonces salió un anciano y convirtió a la persona en aire y me trajo a este lugar sin dar explicaciones.

Ella pensó durante un instante y le dijo tranquilamente:

- déjame cubrir la carne del derri para que no se lo coma otro depredador y yo te ayudaré.

Entonces se sacó la piel que traía sobre ella para tirarlo sobre la bestia y edwin cuando la miró vio que ella tenía una cola esponjosa y orejas aranajadas que salían sobre su cabello.

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