Después de mantener aquella conversación con Jace me llevo a un salón donde se encontraba un señor, mirando por la inmensa ventana que daba al descampado donde había disparado a aquél chico. Jace se acercó más al señor y yo le seguí.
-Flecher-dijo Jace.
El tal Flecher se dió la vuelta y sonrió al verme.
-Jace vete preparando la sala de interrogación, ahora iré con la señorita Holland.
Jace asintió y se fue.
-Puedes llamarme Charli, o Charlotte si lo prefieres.-Le dije.
-De acuerdo Charli, estoy muy contento de que estés aquí, Bienvenida.
-Muchas gracias.
-Tengo que darte una cosa.-Me dijo mientras se acercaba a una enorme librería que había en la sala.-Este diario era de tu padre, quiero que ahora lo tengas tu.-Continuo diciendo mientras sacaba un libro de la estantería mas baja.
-¿Qué?
-Tu padre escribía todo aquí, todos los casos, toda la información. Le prometí que cuando fuera necesario te lo daría, y creo que es el momento.
-Ah, pues muchísimas gracias señor Flecher.-Le dije cogiendo el libro de sus manos.
-Llámame Flecher, a secas. Ahora sígueme.
Le seguí, supuse que estábamos yendo a la sala de interrogación que menciono cuando Jace y yo entramos en el salón. Y estaba en lo cierto, entramos en aquella sala y Jace estaba hablando con un chico morenito de piel, muy guapo. Una pared de cristal dividía la sala en dos, Flecher se sentó en un asiento, y delante de el había una mesa con muchos botones y un micrófono. Pulsó un botón rojo, y dijo:
-Que entre.
El chico al que había disparado estaba ahí, entro junto a dos chicas que lo ataron a una silla.
-Charli, ¿Te gustaría interrogarle?-Me dijo Flecher.
-Sí.
-Jace acompañala.
Una puerta se abrió, y Jace y yo pudimos entrar a la salita donde se encontraba el hijo de puta ese. Las dos chicas ya no estaban, por lo que estábamos solos junto a ese asqueroso.
-Eh, chaval.-Dijo Jace.
El tipo ese nos miro, y Jace me miro a mi. Así que empecé a preguntarle cosas.
-¿Como te llamas?
-Hombre, Charlotte Holland. Me habían comentado que estabas cachonda, pero no sabia que tanto.
-¿De que vas?-Le dije bruscamente.
Vi que los brazos de Jace se estaban tensando.
-Dime como te llamas.-Le dije.
-Si me dejas tocarte una teta, guarra.
Jace le pegó un puñetazo en la cara.
-Dile como cojones te llamas o juro que te mato aquí mismo.-Dijo Jace.
-Me llamo A-Alan.-Dijo secándose la sangre que le caía por la nariz.
-Alan que mas.-Le dije.
-W-White.
-Donde esta mi padre.
-No se.
-Dimelo.
-No lo se.
-¡Dime donde esta mi padre, hijo de perra!-Le dije.
-Saman, digo Sam lo sabe, pero se ha escapado. Yo no lo se.
-No te creo.
-Te lo prometo.
-Donde esta mi padre.-Dije sacándome el cuchillo que cogí en mi casa del bolsillo.
-Charlotte, tranquila.-Me dijo Jace.
-¡Dímelo o te mato!
Entonces escuche "Sacarla de ahí" y Jace me agarró del brazo y me sacó. Cuando entramos en la sala donde estaban Flecher y aquél chico abrí la puerta rápidamente y me fui a la habitación donde me cambie. Empecé a llorar, no sabia donde estaba mi padre, y estaba empezando a preocuparme. Tire el diario a la cama, y poco a poco me fui cayendo al suelo. No dejaba de llorar, hasta que alguien toco la puerta.
-Adiós.-Dije.
-Charlotte déjame pasar.-Era Jace.
-No.
-Por favor.
-Pasa.
Jace entró en mi habitación, cerró la puerta y se sentó a mi lado.
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El diario de Charlotte
Fantasía¿Y si tu vida cambiara en tan solo un día? Charlotte Holland es una joven adolescente de 17 años, de familia Australiana. Desde que nació ha vivido en Perth, Australia. Pero el trabajo de su padre la ha llevado a Nueva York, donde vivirá la vida de...