Capítulo 3-Bienvenida Charlotte Holland.

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Después de mantener aquella conversación con Jace me llevo a un salón donde se encontraba un señor, mirando por la inmensa ventana que daba al descampado donde había disparado a aquél chico. Jace se acercó más al señor y yo le seguí.

-Flecher-dijo Jace.

El tal Flecher se dió la vuelta y sonrió al verme. 

-Jace vete preparando la sala de interrogación, ahora iré con la señorita Holland.

Jace asintió y se fue.

-Puedes llamarme Charli, o Charlotte si lo prefieres.-Le dije.

-De acuerdo Charli, estoy muy contento de que estés aquí, Bienvenida.

-Muchas gracias.

-Tengo que darte una cosa.-Me dijo mientras se acercaba a una enorme librería que había en la sala.-Este diario era de tu padre, quiero que ahora lo tengas tu.-Continuo diciendo mientras sacaba un libro de la estantería mas baja.

-¿Qué?

-Tu padre escribía todo aquí, todos los casos, toda la información. Le prometí que cuando fuera necesario te lo daría, y creo que es el momento. 

-Ah, pues muchísimas gracias señor Flecher.-Le dije cogiendo el libro de sus manos.

-Llámame Flecher, a secas. Ahora sígueme. 

Le seguí, supuse que estábamos yendo a la sala de interrogación que menciono cuando Jace y yo entramos en el salón. Y estaba en lo cierto, entramos en aquella sala y Jace estaba hablando con un chico morenito de piel,  muy guapo. Una pared de cristal dividía la sala en dos, Flecher se sentó en un asiento, y delante de el había una mesa con muchos botones y un micrófono. Pulsó un botón rojo, y dijo:

-Que entre. 

El chico al que había disparado estaba ahí, entro junto a dos chicas que lo ataron a una silla. 

-Charli, ¿Te gustaría interrogarle?-Me dijo Flecher.

-Sí.

-Jace acompañala.

Una puerta se abrió, y Jace y yo pudimos entrar a la salita donde se encontraba el hijo de puta ese. Las dos chicas ya no estaban, por lo que estábamos solos junto a ese asqueroso. 

-Eh, chaval.-Dijo Jace.

El tipo ese nos miro, y Jace me miro a mi. Así que empecé a preguntarle cosas. 

-¿Como te llamas?

-Hombre, Charlotte Holland. Me habían comentado que estabas cachonda, pero no sabia que tanto.

-¿De que vas?-Le dije bruscamente.

Vi que los brazos de Jace se estaban tensando.

-Dime como te llamas.-Le dije.

-Si me dejas tocarte una teta, guarra.

Jace le pegó un puñetazo en la cara.

-Dile como cojones te llamas o juro que te mato aquí mismo.-Dijo Jace.

-Me llamo A-Alan.-Dijo secándose la sangre que le caía por la nariz.

-Alan que mas.-Le dije.

-W-White.

-Donde esta mi padre.

-No se.

-Dimelo.

-No lo se.

-¡Dime donde esta mi padre, hijo de perra!-Le dije.

-Saman, digo  Sam lo sabe, pero se ha escapado. Yo no lo se.

-No te creo.

-Te lo prometo.

-Donde esta mi padre.-Dije sacándome el cuchillo que cogí en mi casa del bolsillo.

-Charlotte, tranquila.-Me dijo Jace.

-¡Dímelo o te mato!

Entonces escuche "Sacarla de ahí" y Jace me agarró del brazo y me sacó. Cuando entramos en la sala donde estaban Flecher y aquél chico abrí la puerta rápidamente y me fui a la habitación donde me cambie. Empecé a llorar, no sabia donde estaba mi padre, y estaba empezando a preocuparme. Tire el diario a la cama, y poco a poco me fui cayendo al suelo. No dejaba de llorar, hasta que alguien toco la puerta.

-Adiós.-Dije.

-Charlotte déjame pasar.-Era Jace.

-No.

-Por favor.

-Pasa.

Jace entró en mi habitación, cerró la puerta y se sentó a mi lado. 









El diario de CharlotteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora