Kleinod Stuff

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11 de marzo de 2007.

―¿Crees en la magia?

Nola niña no parpadea ni un minuto antes de formular la respuesta.

―¿Crees en el amor?

No, noella doble vez lo negó.

El mago la observa consternado.
Debe de tener apenas 11 años.
Pero su alma ya no es pura, los espejos de su alma son grises, a conocido el amor, a peleado contra el dolor.

No es más una niña.

―¿Cómo te llamas?

No losesu rostro inmutable trasmite aversión hacia el, hacia la magia y hacia toda la inocencia que aún se aferra a su ya casi nula infancia―. Usted debería saber, ¿O no es usted un mago.

―Buena pregunta―eleva la vista.

Ella siente la mirada de alguien sobre su cabeza.

Ginger, nos vamos.

Mamá aún no ha salidoresonga la pilluela.

Frente a ese hombre velludo y gigante, parece una chicuela que no sabe la diferencia entre la u y la o.

Exactamente por eso nos vamos, no quiero verla.

Una mujer joven, diminuta muestra su cara por entre las cortinas de seda delgada de la carpa.

El mago la mira.

Inmediatamente busca a la chica que con tanto odio esperanzador le ha retado.

Son idénticas.

La misma piel caoba.
El cabello rizado demasiado enroscado para ser verdad y los labios grandes y los ojos negros, líquidos y brillantes.

―No te la lleves, es mi hija.

También mía...

―Pero yo no la llevaré de bar en bar―su voz es atronadora como la de una leona defendiendo a su bebe.

¡Dámela, o tendré que recordarte lo que pasó en Disneylandia!

La mujer queda muerta ante tal observación.
La niña no corre hacia su padre.
Tampoco va por su madre.
Se apega a las barbas del mago.

―Dime Ginebra, ¿Tú crees en la magia?―vuelve a preguntar el.

Ella asiente...

Entonces se despierta.

1 de junio de 2014.
13:45 pm

Ella toca la puerta de su casa.

Las palabras de Zach aún en reproducen en sus oídos y solo en los suyos, porque el mundo a su alrededor se repliega silenciosamente sin que ella se de cuenta.

9:00 am

―Yo estaré aquí Ginebra, para consolarte, decirle lo que sientes no te matará, y un rechazo tampoco lo hará, ¿Puedes verme no es así?―ella asiente el frío la hace temblar, pero por primera vez también es otra cosa, es el que la pone nerviosa, ¿Es acaso porque le ha dicho que la ama?―. ¿Tú crees en la magia?

Ella vuelve a asentir.

13:46 pm.

―¿Gin?―Daniel no puede ocultar su sorpresa.

―Hola Dan―las lágrimas aparecen como ninjas de la nada―. En hora buena por tu regreso con Sof...

Just the duck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora