Capítulo 22

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-Señor, se aproxima un gran barco hacia el puerto de Darasia, creemos que es de la Reina de Tierra Blanca. ¿Que debemos hacer? -preguntó uno de los guardias del puerto de Darasia
Edith sonrió
-Lleven a los guardias. Vamos a encerrar de una vez a esa traidora. -dijo sin parar de sonreir

Evan Pov.

Sentia la fuerte brisa golpear mi cara.
Me sentía un poco relajado pero
El miedo y la desesperación seguían en mi alma.
Sentía esperanzas
Pero eran pocas.
-Evan, hijo, ya estamos llegando ¿Estás seguro de esto? -preguntó Verónica insegura
-Debo asegurarme de que aún esta viva.
Nathan se acercó hacia mi
-Hay personas esperándonos en el puerto. -susurro en mi oído
Me sentí confundido. ¿Porque lo harán?
-No importa. -respondí
Cuando llegamos al puerto
Bajamos del barco. Mucha gente de Darasia nos observaba como si fueramos extrañas criaturas.
-No me gusta estar aquí. -dijo mi madre con asco
-Nunca te gustó estar aquí. -dijo con gracia un viejo que se acercaba a nosotros junto con muchos guardias. -¿Te acuerdas de mi Verónica? Soy Edith Barraud, el gobernante de Darasia, la cual quisiste arrebatarmela hace años.
-N-no se de que hablas. -dijo -Evan, vamonos de aquí.
-No. Vinimos hasta aquí por Angélica, y, no me iré sin ella.
-Oh ¿el Ángel Salvador? -preguntó Edith
-¡Sí! ¿Ella... sigue viva? -pregunté con más esperanzas
-No, lo siento. Murió ayer. -dijo con tranquilidad -Encierrelos. -ordenó a sus guardias
En ese momento me quede inmóvil.
Me sentí demasiado vacío.
Senti que me rompia.
Las esperanzas, la felicidad, desaparecían.
El cariño y quién sabe, el amor que sentia hacia Angélica
Desapareció
Ella está muerta.
Escuchaba a mi madre gritar y maldecir a los guardias
Pero no me importaba.
Nathan también estaba inmóvil como yo ¿que pensará de mi ahora?
¿Porque... porque paso esto?
¿Será porque la primera vez que la vi, me enamoré de ella? Aunque parecía ser una torpe.
Me gustaba pero... es malo.
Le di muchos problemas. Ahora mi Reino también. Guillermo irá a por el Reino en cualquier momento cuando se enteré.
Soy un estúpido.

Angélica Pov.

-¡¡Demonios, demonios, DEMONIOS!! -dije corriendo hacía el hueco por donde me metí para entrar a el pequeño pueblo de los pieles oscura
Me di cuenta de que eran personitas bastante rudas.
Quisieron matarme con flechas de fuego.
Cuando había entrado lo que más me llamo la atención fue una señora que estaba en una pequeña cabaña y estaba diciendo unas palabras raras, como un conjuro.
Yo me asusté y le dije "¡No invoques a Guillermo! ¡¡nos va a matar!!"
Me miró y grito.
Y ahora estoy tratando de salir por el hueco que cabé pero no puedo, demonios.
Ahora voy a morir, perfecto.

Me quede sentada al lado del hueco y mire con ojos de cachorrito a los pieles oscura que estaban armados listos para matarme.

-¿Van a matarme? -pregunté con miedo
-Pero claro que...
-¡Esperen! -gritó un piel oscura que venía corriendo hacia mí
-¿Que estás haciendo, Thomas? Es una intrusa. -dijo uno de los guardias
-No... -tomo mi cara con sus frias manos y la acarició -Piel suave y blanca como la nieve y ojos como el mar -acarició mi cabello - Y una melena muy suave y rubia. -dijo fascinado -No hay duda de que...
Me miró con unos ojos llenos de brillo.
-Eres mi sobrina pérdida. El Ángel Salvador. -dijo sonriendo mucho
Me reí
-Eh, disculpa ¿de que hablas? -pregunté
-¡¿Papá?! ¡¿Que mierda estás haciendo?! - preguntó una chica
-Oye, oye, no digas palabrotas. -le dije molesta, no soportaba escuchar palabrotas así
-¿En serio? Uy, disculpe su majestad. -respondió
De pronto mis mejillas empezaron a arder, quería decirle muchas cosas, como lo malcriada que era, por ejemplo.
Pero cuando iba a abrir la boca, una mujer alta interrumpió la pelea.
-¿Que está pasando, Danielle? -preguntó
-Verás....
-¡Es nuestra sobrina Lorraine! ¡¡es la hija de mi hermano!! -interrumpió el hombre
¿Que? Esto me confundía cada vez más.
-¿De que hablan? -pregunté
-Ven conmigo porfavor. -dijo la mujer -Danielle, arregla ese hueco y los demás vuelvan a sus posiciones. -ordenó -Sígueme.
Seguí a la mujer hasta llegar a una gran cabaña.
Entramos silenciosamente.
-Toma asiento.
Me senté sobre un sofá de madera.
La mujer sacó un libro de un cajón de su escritorio y se acercó a mí.
-Mirá estás fotos. -dijo entregandome el libro
Abrí el libro y en la primera página había una foto de dos pieles oscura, un hombre y una mujer.
En mi interior sentía que los había visto antes, pero, era imposible.
Pasé otra página y en está, eran las mismas personas pero está vez la mujer tenía en sus brazos un bebé que tenia la piel y el pelo bastante blanca y ojos grandes y azules.
Era muy raro. Es imposible que ese bebé sea suyo ¿que está pasando?
La mujer se acercó a mi oído
-Esa eres tú. -susurro
Me quede callada y seguí contemplando la foto.
-No.. es imposible. -dije sonriendo
-Hace quince años. Paul Rousseau y Beatrice Rousseau tuvieron una hija, su primera hija. Recién nacida ya había abierto los ojos ¿porque? Nadie lo sabe. La pequeña nació con la piel blanca, el pelo rubio claro y ojos azules, los padres creyeron que era un milagro, y si lo es ¿no? Ángel Salvador. -dijo sonriendo
Pensé en ese momento en mi madre, en la madre que me crió, o bueno, no se. Estoy demasiado confundida, tenia dos mamás.
-Paul y Beatrice vivían en Tierra Blanca, ahí también había gente como ellos, pero muy pocos. Ahí la gente de piel oscura era maltratada. Un día, en el pequeño pueblo, la Reina mando a sus guardias a matar a toda la gente de piel oscura que quedaba, asi lo hicieron. Y, tus padres murieron. Yo creí que tu también pero me sorprende verte aquí en carne y hueso.
Estaba impactada con esa historia.
¿De verdad tenía otra madre? No puedo aceptar eso.
¿Y si es verdad? Ah... tantas preguntas pero tan pocas respuestas.
-No creo que pueda aceptar eso. -dije y cerré el libro de fotos -Perdón pero mi verdadera madre está muerta por culpa mía, intentó salvarme de unas personas. No puedo decir más. -dije seria
-Lo entiendo, algún día lo aceptarás. -dijo tranquila -¿Y porque viniste a Darasia?
-Unos piratas me raptaron y ahora estoy aquí, pero luego me iré.
-Lo dudo.
-¡¿De que tanto hablan?! ¡Llevan mucho tiempo aquí adentro! -dijo la chica de antes afuera de la cabaña
-Ven. -dijo la mujer
Abrió la puerta de entrada y se acerco a la chica y el hombre y dijo
-Me llamo Lorraine Abbadie, líder del grupo de todas la gente de este pequeño pueblo, o, puedes decirme tía. -dijo mirandome -El es Thomas Abbadie, tu tío y ella Danielle Abbadie, tu querida prima. -dijo riendo
-¡¿Qué?! -preguntamos al mismo tiempo

Eres Mi Angel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora