Prólogo.

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-No Hae, no entiendes, estaba frustrado, enojado, cegado. Si te respondía se me saldría algún insulto hiriente, te hubiese dicho cosas que realmente no pienso ni pensaré nunca sobre ti.

-Como sea -se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.

-Bebé, por favor -suplicó- Te amo, ¿lo sabes verdad?

Hae iba a responder a eso con una débil sonrisa y un dulce sonrojo, pero una mano se posó en su hombro izquierdo.

-Un gusto poder tenerte tan cerca, Lee Donghae.

El recién nombrado se giró bruscamente soltándose del agarre de aquel señor, un escalofrío recorrió su espina dorsal.

-Usted... es? -preguntó Donghae tragando saliva con dificultad. Aquel hombre alto, de bigote y barba sonrió de una forma que al castaño le dieron nauseas.

-Cariño, no estés asustado. Eres aún más hermoso en persona -Habló el señor acariciando la mejilla de Donghae, este se separó dando un paso atrás, asustado. Hyukjae gruñó al oír aquello y tomó posesivamente la cintura de Donghae- ¿Haz venido con compañía? -sonaba molesto.

-¿Quién mierda es usted? -preguntó el rubio.

-¿Quién mierda eres tú? -atacó el hombre.

-Su novio -aquel señor hizo una mueca de asco.

-¿Y por tan poca cosa no me prefieres? -tomó bruscamente a Donghae de su muñeca derecha y lo tiró hacia él, quitándolo de los brazos protectores de Hyukjae.

-¡Suélteme! -exigió Donghae con lágrimas en sus ojos, tenía miedo, mucho miedo.

-Suéltalo maldito imbécil -Hyukjae intentó atacarlo, pero otros dos hombre aparecieron por detrás.

-¡Ayuda! ¡Hyuk! -Donghae sollozaba. Eso fue lo último que escuchó Lee Hyukjae antes de caer inconsciente al suelo.

-Silencio niño, todavía pasa gente por aquí y no quieres que nadie presencie un asesinato, ¿no? -uno de los otros dos hombres mantenía un arma apuntando disimuladamente hacia el desvanecido cuerpo de Hyukjae.

-No... -susurró conteniendo sus sollozos.

-Así me gusta... Sé sumiso conmigo y estarás a salvo, te lo prometo.

Caminaron en silencio hasta una camioneta azul y aquel hombre empujó a Donghae hacia dentro de esta en el asiento trasero. Luego ambos hombre se sentaron, uno a cada lado del castaño.


*********Sí, sé que esto es muy estilo novela Venezolana (sin ofender), digo, por tanta tragedia y drama, pero esto es así, espero les agrade. A comenzado la secuela********



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