Hinata: La Mejor Kunoichi

Capítulo siete: Una misión

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- Se-se-re-na... SERENAAAAA

Los ojos de Hinata se abrieron a más no poder, eso no podía haber sucedido, lo que acababa de pasar era una maldita pesadilla, su amiga no podía estar muerta. A su mente llegaron los recuerdos de su primo Neji , su querido Neji dando su vida en medio de la guerra, el como se despidió y murió... también protegiéndola, los recuerdos que compartió con Serena, las peleas estúpidas que tenían, el como Yûki las separaba ... Las lágrimas que pensaba perdida desde la muerte de su primo llegaron a sus ojos.

Hinata en un acto de odio total y descontrolado envió chackra a todo su cuerpo se pudo poner de pie. Toneri y su súbdito la miraron impresionados, era la primera vez que alguien lograba romper el justu de control de gravedad. Ella a la vez empezó a tirar chispas de electricidad, antes de que una inmensa carga de electricidad fueran directo a todo su cuerpo haciéndola ver aterradora.

En sus ojos apareció el símbolo del Yin-Yang, el cual comenzó a girar desapareciendo hasta dejar unos ojos con un nuevo dōjutsu.

Hinata había despertado el Tenseigan.

- Tu...mataste a Serena - dijo ella mientras se acercaba lentamente a el alvino - ¿tu la mataste no es verdad? jajaja ¿cómo dice el refrán: ojo por ojo, diente por diente verdad?... acabas de matar a mi mejor amiga...mi mejor amiga - continuó la asabache dejando ver su cara que ahora estaba con una sonrisa psicópata y con ojos con el recién despertado dōjutsu llenos de odio de los que caían lágrimas de dolor.

- Vas a morir Toneri

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Capítulo siete: Una misión

- Se-se-re-na... SERENAAAAA

- Es tu culpa Hinata... Hinata... Hinata

- ¡Hinata despierta de una vez!

Ella se levantó bruscamente de su cama, con la respiración agitada.

Los ojos de Hinata mostraban miedo, dolor y confusión, sus manos temblaban, se quedó quieta en su cama mirando hacia la nada.

Unos minutos mas tarde reaccionó y, dirigió sus perlados ojos a quien la acababa de despertar, los cuales estaban llenos de lágrimas.

Y ahí lo recordó.

La pesadilla que acababa de tener no era más que su pasado.

Siempre soñaba con lo mismo, no podía superar la muerte de su amiga, a pesar de tener a Yûki a su lado su corazón no se sentía completo.