Cuando le dije eso ... Él, con su mirada llena de tristeza y con su voz algo apagada me dijo : -Gabriela
En ese instante supe que teníamos que fingir que nos alegraba mucho vernos, y nos teníamos que saludar como si fuese un reencuentro o mis padres se darían cuenta y empezarían a sospechar de que algo ocultábamos.
Así que cambiamos la expresión en nuestro rostro, para fingir una alegre y conmocionada. Nos abrazamos como si lleváramos tiempo sin vernos, pero fue inevitable no llorar.
Mis padres se alegraron por habernos saludado de esa manera, además de que estuviésemos alegres por "volvernos a ver"
Fuimos al comedor, cenamos, hablamos y entre platicas reímos un poco. Eduard y yo fingíamos una sonrisa y un gesto de como si nada hubiese pasado.
Luego de cenar y charlar, llegó la hora de dormir, entonces mis padres decidieron dormir juntos pero sin embargo Eduard y yo nos rehusamos a dormir juntos por eso el se fue a dormir en la sala.
Yo subí a mi habitación y él se acostó en el sofá, ambos hechos pedazos y por lo menos en mi caso hasta respirar me dolía. Enterarnos de que eramos hermanos fue una noticia muy dura tanto para él como para mi.
Cuando entré en mi habitación, me tumbé en mi cama boca arriba mirando al techo y recordé un poco lo que había sucedido, cuando se me vinieron todos los recuerdos desde el día en que supuesta mente conocí al amor de mi vida, entré en llanto y casi me ahogo en mis propias lágrimas.
Un largo tiempo después de llorar y llorar y llorar, oí que alguien tocó la puerta, un poco fuerte, lo suficiente como para que yo escuchara pero no demasiado como para despertar a mis padres.
Fui a abrir y ...
Al abrir la puerta lo vi con su cabeza agachada y encogido de hombros.
Sin palabra alguna le permití seguir porque obviamente teníamos mucho de que hablar pero ... antes de que pudiera entrar a mi habitación se arrodilló y poniéndose las manos en sus ojos para cubrirse las lágrimas entró en llanto...
Al verlo quedé paralizada, inmediatamente me transfirió su dolor, quedé inmóvil, sentía un nudo en la garganta, mis ojos se cristalizaron y una lágrima brotó de mi ojo izquierdo hasta esfumarse en mis labios. No podía hablar, solo estaba allí parada observándolo como si estuviese detrás de un televisor y me fuera imposible acercarme a él para consolarlo.
Luego de un tiempo se puso de pie, y limpiando sus lagrimas con la manga de su camisa alzó su cabeza y al verme a la cara, agarró mis hombros con sus dos manos de una manera muy brusca y desesperada me empujó hacia su pecho, luego quitó sus manos de mis hombros y me dio un fuerte abrazo, tan fuerte que era como si tuviese miedo de perderme o de que me fuera y ya no estuviese mas tiempo a su lado.
Todo había acabado, al ambos poseer una genética similar era imposible seguir amándonos como hasta ese instante lo habíamos hecho.
Acercó su boca a mi oído y me susurró: -Te amo pero es imposible a estas alturas de la vida luchar por un amor así. Entonces renunciaré a mis sentimientos , aunque me enferme y me muera de amor, no podré continuar amándote pues evidentemente no hay manera de apagar las llamas de un fuego que es inmortal. Lo siento, y espero que también le prohíbas a tu corazón ese sentimiento tan grande que tienes hacia a mi. Dejaré de amarte pero jamás voy a olvidarte, espero que al marcharme olvides que todo esto pasó. Adiós...
En el momento en que terminó de decirlo, agarró nuevamente mis hombros y me empujó bruscamente con repudio y resignación hacia atrás, caí sentada en el suelo, y sentía como mi alma se desgarraba por dentro.
Me observó como si fuese una completa extraña, frío y sin sentimientos, se marchó ....
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Amor Clandestino ∞
RomanceAlgunas veces en la vida nos topamos con alguien y nos enamoramos sin saber quién es realmente... ¿Puedes imaginar enamorarte de un hermano?