Amor Clandestino ∞

¡Todo Acabó!

En ese instante en el que se fue, solo me quedé ahí tirada en el piso, quería gritar y lo hice pero en silencio. Me dolió demasiado lo que pasó. 

Eran alrededor de las 3:00 a.m y yo seguía en el mismo lugar, privada de lo que me rodeaba, en esos momentos sentía que toda mi felicidad se había esfumado y que había encontrado algo nuevo conocido como depresión.

A estas horas los recuerdos arañaban la puerta de mi habitación que aún seguía abierta con la intención de entrar y herirme aún peor. Es que así son los recuerdos, yo tan solo miraba a mi alrededor y me empecé a sentir triste, lloré ...

Lloré al ver que ya nada iba a ser como antes, solo deseaba que ojalá mis lagrimas se llevaran consigo el dolor interior que los recuerdos provocaron justo cuando decidieron irse para no dar marcha atrás, y que sabrán del gran vacío que ahora me causan, ese vacío que me hacía sentir nauseas y mareos que ni siquiera la nicotina ni la cafeína podrían llenarlo, porque no esta necesitado de eso, sino de respuestas a las preguntas que me planteaba en esos momentos.

Solo esperaba una explicación a su adiós ...

Me levanté del piso, con gran esfuerzo, un poco jorobada y sin ánimos de seguir respirando me recosté en mi cama, abrigué mi cuerpo con las cobijas pero el dolor era tan grande que ya ni siquiera sentía calor, sentía un frío enorme que se apoderaba de mi cuerpo, cerré los ojos y quedé dormida pero ... 5 minutos después me levanté asustada, ese instante era como cuando te despiertas rápidamente debido a alguna pesadilla que te impide seguir durmiendo con tranquilidad y aveces sientes que te falta el aire, pero mi caso era distinto ya que lo que a mi me faltaba era su presencia para sentirme protegida.

Me senté en la cama y voltee a mirar a mi alrededor, al darme cuenta de que él no estaba allí, me hizo abrir los ojos pues prácticamente sentía que estaba ciega, al no ver la realidad.

Por mi cabeza solo pasaba el pensamiento de que ojalá nada fuera cierto y que ojalá él entrara por esa puerta y regresara a mi lado, que me abrazara y que todo volviera a ser como antes, ese pensamiento se repetía y se repetía mientras que mi corazón se partía en mil pedazos.

El no poder conciliar el sueño  me hizo entender que estaba sufriendo de mi insomnio. Él un día fue la felicidad mas grande que tuve en mis manos, porque es mas que obvio que me marcó ya que me hizo ver la vida de una perspectiva muy diferente a la que tenía antes de conocerlo, antes de que entrara a mi vida y se convirtiera en mi todo partiendo de la nada, como un resurgimiento de algo, de alguien o de mi misma. Algún día todo esto tenía que ser parte de mi pasado, un pasado que no regresará, algo tan inútil como intentar revivir a alguien que ya murió.

El pasado siempre está ahí viéndonos desde la esquina de nuestro cuarto por el cual pasamos a diario y que tanto nos duele, inclusive nos saluda y nos atormenta diciéndonos "ven, recuérdame porque yo un día fui tu presente y te hice feliz". Y lo fue, entendí que hay cosas que es mejor dejarlas como están porque si las movemos o siquiera las tocamos, dolerán el doble. Y lo que darías por tener una maquina del tiempo para regresar justo cuando los recuerdos eras tus únicos momentos felices y era todo lo que tenías, nada que desearas más, excepto que se detuviera el tiempo para seguir apreciando la magnificencia de la felicidad.

En conclusión, recordar es el acto mas masoquista que hay en el mundo. 

Todo el mundo piensa y dice sin pensar o sin estar consiente de lo que dice que el amor duele, pero no es cierto. El rechazo duele, perder a alguien duele. Ese tipo de cosas duelen pero el amor es lo único que le da sentido a nuestra vida, es lo único que cubre todo el dolor y te devuelve la felicidad.

Yo tenía ese amor, pero el no tenerlo de nuevo me hace sufrir de la manera mas macabra y sin piedad que conozco.

Me puse de pie y me senté en un rincón oscuro de mi cuarto, abrazando mis rodillas y juntándolas en mi pecho, con lagrimas en mis ojos, agaché mi cabeza mientras escuchaba una voz en mi en mi mente que me decía una y otra vez: -Todo acabó ...