Capítulo dos.

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-¿Quién te crees tú para hablarla así?
El profesor se tensó al instante pero no dijo nada.
-Respondeme pedazo de inútil.
Cuando me quise dar cuenta el chico tenía agarrado al profesor por el cuello. No, no y no. Cómo me puede pasar esto a mí. Amo pasar desapercibida y mírame ahora.
Veo la rabia en la cara del profesor pero nisiquiera se molesta en defenderse, ¿por qué?
-Hugo sueltame, susurró el profesor. 
Toda la clase nos mira con caras divertidas y a la vez parece que tienen miedo de él...Se nota que soy la única nueva. El chico estampa al profesor contra la pared y sale de la clase dando grandes zancadas. El profesor me mira con odio y desprecio y aguntando las ganas de llorar salgo de allí.

Narra Hugo.

Cuando vi llegar a esa chica me quede de piedra es preciosa, tiene unas piernas largas y no son extremadamente delgadas, un pelo precioso rubio, sus ojos son grandes y brilla la pura inocencia en ellos. Cuando el maldito profesor García la puso en ridículo delante de toda la clase ya no pude más. Después de enfrentarme a el salgo a toda hostia del salón. No aguanto ni un puto segundo con esos críos,son todos unos niños de papi. Hoy no es mi día y después de lo que ha pasado sigo con la rabia en el cuerpo. Llego a las canchas y me pongo a tirar todo lo que me encuentro por delante hasta que unas pequeñas manos me sujetan por la espalda y una voz chillona me dice que me tranquilice. Es ella, la chica de la clase. Como se atreve esta pequeña perra a seguirme, se nota que no sabe quién soy. La miro pidiendo una explicación por la que me haya seguido.
Al fin dice, quer...quería tarde las gracias por defenderme.
Por qué coño todos tartamudean al hablar conmigo,Dios lo odio, la odio sólo porque se atreva a tocarme a mirame dirctamente a los ojos.
- Tú acaso sabes quién soy perra, grito.
Ella se tensa al instante y sus ojos se agrandan.
-Eres nueva y de primeras quiero que sepas que yo mando en este mierda de Instituto, no te he defendido por ser tú. Mírate, porqué iba a defenderte a ti,suelto una carcajada y sus ojos se llenan de lágrimas.
Por un momento me sentí culpable por ser tan hijo de puta, por sólo un momento me sentí jodidamente mal. Pero tenía que aprender la chica se notaba que era igual o más hija de papi que lo de ahí dentro. Aunque había algo en ella que me daba bastante curiosidad. Se notaba que cuidaba su físico, iba bien vestida, bien maquillada,olía muy bien. Pero sus ojos estaban tristes,estaban apagados, tenía la mirada perdida, las uñas las tenía mordidas, muy mordidas como si se las mordiera por ansiedad o algo así y tenía una venda que casi no se apreciaba en su muñeca porque era del mismo color de su piel. Me di cuenta de que estaba jodida y solté una carcajada.
Ella me miró como si estuviera loco y eso me molestó aún más. Desde ese día lo supe, supe que sería yo el que la destruiría, sería mía, caería a mis pies, la haría volar alto para que la caída sea más dolorosa.

Narra Lucía.

Me siento fatal cuando me dice que no me ha defendido a mi, entonces por qué se ha metido. Me mira con odio, con superioridad, me dice que me mire como insinuandome que no soy nadie para el. No me imaginé que el chico del parque sea así, me he pasado tardes enteras observadole e imaginandome como sería hablar con el y para nada me lo imaginaba así.
Me da una última mirada llena de odio y se marcha. Sin darme cuenta estaba reteniendo la respiración, intento respirar bien pero algo falla y caigo de rodillas al frío suelo de la cancha,sin poder evitarlo lloro,lloro como lo hacía antes. No se cuánto tiempo pasa pero con las pocas fuerzas que tengo me levanto y voy en busca de los baños, entro en los primeros que me encuentro y me miro en el espejo. El chico tienen razón, mírate Lucía . Tengo los ojos rojos de tanto llorar, y las rodillas raspadas por la caída de antes. Cuando me lavo la cara sin importar mi maquillaje oigo que la puerta y miro hacia esa dirección. Me cuesta creerlo, entran tres chicas,imponen mucho y las tres se dirigen en mi dirección, una es como la líder, va con un vestido azul que no tapa nada y unos tacones de aguja que resuenan en cada paso y las dos de atrás van igual vestidas igual y casi peor que la primera. Esto es de película pienso.
La del medio empieza a hablar y me cuesta captar que va hacia mi.
¿Eres nueva por aquí verdad? Ya he visto como miras a Hugo zorra y que sepas que Hugo es sólo mío y la próxima vez que pongas tus asquerosos ojos en el te los arranco.
Es la primera vez en la vida que me faltan el respeto de estas formas, perra, zorra qué más .En dónde me habían metido mis padres y por qué, que he hecho para merecer todo esto . ¿Soy yo la única con educación aquí? Por favor decidme que no. Sumergida en mis pensamientos no me di cuenta de que la chica que acababa de amenazarme siguió hablando y como vio que no la estaba prestando atención  me empujó, me empujó con tanta fuerza, con tanta rabia acumulada. No pude evitar chillar de dolor ya que mi cabeza se había golpeado fuertemente contra la pared. ¿Nadie me oía? Sería irreal si no me oyeran. La morena del vestido azul empezó a reírse y sus amigas con ella y salieron con paso decidido y firme pero no sin antes volver a avisarme.
Genial, no tenía ni idea por qué tanto odio hacia mi persona, ya me habían humillado un par de veces y sólo llevaba dos horas. Si dos horas en las que debería de estar en clase atendiendo a lo que dice el profesor,en cambio estoy aquí en el baño llorando otra vez.
No tengo fuerzas ni ganas de volver a ninguna otra clase así que cojo mi bolso y me dirijo a la salida para coger el bus de vuelta a casa. Y cuando llego siento que nada volverá a ser como antes en mi antiguo Instituto, no volveré ha hacer amigos como los que tenía en Madrid.  Porque mis padres me han tenido que dejar aquí en Barcelona yéndose dos años por negocios a Brooklyn. Si fuera por lo menos un poco importante para ellos me hubieran llevado con ellos. Entro en el chalet y voy corriendo a mi habitación. No puedo evitar chillar, el dolor me supera. No quiero volver a lo de antes .No, no y no. No te pierdas Lucía no te vuelvas a perder. Lágrimas se asoman en mis ojos y lloro mientras arranco todas las fotos de mi pared. Todas las fotos de mi pasado, con mis padres, con mis amigos de Madrid...con todo lo que he dejado atrás.

Lost InoccenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora