Salimos de la boda y pasamos la luna de miel en las afueras de la ciudad, en el hotel El Tapatio, piscina, restaurantes gourmet y sobre todo, el amor, el inmenso cariño de dos almas que se unieron para formar una sola.
Volvimos a casa de mi madre, porque estábamos esperando que se desocupara una casa que tenían rentada los familiares de mi esposo.
Mi esposo, mi esposo, no podía creer el decir " mi esposo" decir "soy la sra de..." tenía 22 años, ama de casa, la señora de la casa, no podía creerlo, estaba soñando? Noo, no estaba soñando, era mi vida de casada, era tan feliz! las semanas transcurrieron y comencé a sentir que mi cuerpo cambiaba, una criatura crecía dentro de mi.