Le comenté a mi hermana mayor que vendría a visitarme a casa mi compañero del Club de Conversación, el Dr. Adolfo.
Mi hermana me ayudó a elegir la ropa, maquillaje, cabello.
Adolfo llegó puntual. Mi hermana lo ve por la ventana y me dice "trae un hermoso ramo de flores rosas rojas" Adolfo se inclina y me susurra al oído "Quieres ser mi novia?" , estaba feliz, emocionada, ilusionada!
Salimos a festejar al restaurante Toks, cenamos, me sentía como una reina!
Mi madre y hermana mayor emocionadas me abrazaron al volver de la cena, querían saber todo, que me dijo, que cenamos, quien era este hombre culto y educado.
Así que comencé a contarles su historia, un hombre de 36 años, médico clínico, también como yo con un padecimiento, nada contagioso, ni grave, pero si una enfermedad para toda la vida.
Salíamos casi todos los días, él me llevaba a pasear, me presentaba a todo mundo como su hermosa prometida, me trataba como la joya más preciosa.
Se llega el día que va con mi familia a pedir mi mano, no lo podía creer, me iba a casar, yo, una chica que nunca lo había visto físicamente, pero que lo veia con los ojos del alma, para mi era mi príncipe azul, el amor de mi vida.
