Capítulo 10: Un día cualquiera... ojalá.

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Definitivamente, Escroles es un canijo muy manipulable, le dije al chaval que me hiciera propaganda en la carretera que conecta con Seattle y... ¡Lo hizo! También la producción ha tenido que acelerarse debido a la nueva clientela que aumenta y aumenta en cantidades catastróficas, ¡juro que aún no me lo creo!

Y todo por un simple cartel hecho con cartulina y papel craft. PLZ, DE PUTA MADRE HA QUEDAO.

Que más encima escribió mal "Tío Eddie" y puso "Tio Edy" pero bueno, no todos nacen sabiendo, que después de tanta explotación infantil con el chaval ese, ha servido bastante, también para echarse unas buenas risas y su padre no me dice nah' por hacer eso, la "madre" tampoco porque el Tío Eddie ahora es popu-lars y todos lo quieren.

Y el día de hoy, en especial, fue uno de los más agitados, la "mano de obra" iba a la velocidad de la luz, produciendo miles de miles de panes al día, yo iba de aquí para allá en mi camioneta para entregar los cajones de pan a diferentes negocios y firmar.

Eso sí, cuando fui a supervisar en la tarde, unos gritos me sacaron de quicio:

- ¡AYYY WEONA, SACA ESA WEA DE MI VISTA! -gritó... ¿Kirk? Vaya, ¿qué pasó acá? ¿Por qué Mike no está en la caja?

- ¡¿CON KHÉ LO MATOH?! -ah, ahí estás, Mike.

- ¿Con la escoba, quizás? -vaya James, siempre tan sabio y sarcástico, eh, rubiecito.

- ¡No weunah, yo no planeo barrer después con eso si lo matamos con la escoba! - maldito Stone, ¿qué está pasando?

- ¿Y si les echamos los sacos de harina encima para aplastarlos? -sugerencia algo boba, Lars.

- Luego no podremos hacer pan, eh, pavo -ah, pero no te enojes Jeff D:

- ¡AHHHHH! -oí que todos chillaron a unísono- ¡SE MUEVEN, SE MUEVEN!

Ahí entro yo todo masculino para afrontar la situación:

- Pero, ¿qué ha pasad...? -vi una enorme familia de ratones mutantes en una esquina- ¡AYYY WEONA PERO KEJESA MIEGDA!¡MÁTENLAS, MÁTENLAAAS!

Ahora comprendo porque los seis estaban apretaditos con escobas apuntando al rincón.

- ¡Tráiganme la trampa pa' loh osoh shaaa!

- Señor... -interrumpió Gossard- La trampa se la requisó la policía hace tiempo, recuerde...

- Ah, cierto... -hice una mueca- AH, no, ¡esperen! ¡No dejen que se escapen de ese rincón! ¡Yo ya vuelvo! -grité mientras me echaba a correr fuera de la panadería, en dirección a mi camioneta.

En mi vehículo cogí un lanza-llamas, el cual cargué como todo macho de pecho peludo que soy -mierda que me toca depilación el jueves, ahora que me acuerdo ggg-hasta la panadería en la zona de producción, los chicos me admiraron estupefactos, yo con frialdad pronuncié:

- Muévanse, señores -y eso hicieron-. Hasta la vista... -murmuré apuntando a la familia de ratas- baby.

Sonreí con malicia y activé el arma, haciendo que se incendiara toda esa esquina. Los roedores murieron y las alarmas de incendios se accionaron, de inmediato un montón de agua comenzaba a emerger del techo, con mis trabajadores cubrimos los sacos de harina para que no se estropearan, finalmente el fuego cesó y fui a apagar la alarma.

- Problema resuelto, señores -sonreí ahora relajado-. Que alguien limpie los pedazos de ratón calcinados de allí y le doy veinte dólares de más en el salario de esta semana.

Los seis partieron a limpiar como si el mundo dependiera de ello.

- Sigan trabajando ahora, que ya todo está bien, la harina está a salvo... ¡El pan puede seguir surgiendo!

Y con eso me retiré del área de producción, muy orgulloso. El Tío Eddie fue el héroe otra vez.

Insignificance (PEARL JAM, METALLICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora