FINAL

197 14 0
                                    

Lo tomé de las caderas para que se arrimara sobre mí, a lo que él entendiendo, se sentó a horcajadas en mis muslos. Sonreí llevando de inmediato mis manos a su culo, no tenía un gran trasero, más bien era delgado, pero me encantaba la manera en la que sus nalgas encajaban en mis palmas.

Sin cuidado alguno, las apreté con un poco de fuerza, él gimió en mi boca lo que me hizo empalmar aún más de mi que su lengua había causado.

— Gato, ¿por qué tardaste tanto en darte cuenta? Mght~.

No entendía muy bien a qué se refería, pero no iba a ser momento para preguntas, por fin tendría en mis brazos al chico que hace mucho ansiaba. Seguí pasando mis manos por sus piernas, encontrando por fin el cordón de su pantalón de pijama, lo solté y sin más espera metí mi diestra al interior de la tela de algodón de su bóxer. Sonreí al darme cuenta de que ya estaba duro, me mordí el labio inferior mirándolo con incredulidad.

— Me gustas, Gato idiota.

Cerrando él los ojos, me puse de pie para dejarlo acostado en la cama. Sus palabras me habían hecho sentir aún más excitado, saber que era correspondido por el chico de ojos oscuros que tenía en frente. Acercándome a su miembro, posé mi lengua en la glande, acaricié un poco para ensalivarla y fui poco a poco bajando hasta tenerlo completamente en mi boca. Él no paraba de soltar jadeos cachondos, este chico era delicioso, su piel blanca, su rostro de ángel, era hermoso y con un cuerpo sexy.

Nunca me había detenido a pensar en lo que era que me gustase alguien del mismo sexo, pero con KiSeop era diferente, simplemente me había encontrado mirándolo más de la cuenta y besándolo en pleno concierto.

— JaeSeop~ me gus-gustas~.

Volvió a decir entre jadeos. Mi miembro estaba duro, luchando por salir de mis ropa. Incluso pese a que ésta era holgada, dolía por lo cual decidí quitarme aquellas molestosas prendas.

— Tú también me gustas, KiKi.

Llevando dos mis dedos a la boca de él, hice que él los lamiera para que estuvieran lubricados. Con la mano libre, terminé por sacar su ropa dejándolo desnudo de la cintura para abajo. Doblando sus rodillas, acerqué mi lengua a sus testículos para mojarlos también. Quería embriagarlo de caricias, hacerlo sentir placer para que nunca se olvidase de lo que haríamos esta noche.

Posicioné los dedos en su cavidad, acariciándolo para que el ano cediera a la entrada de ambos dígitos. Cuando metí el primero, volví a chupar su verga distrayéndolo. Jugué con mi dedo dentro de él, dilatándolo, estaba muy apretado.

Luego de un momento, agregué un nuevo dedo continuando con el acostumbre de su entrada. Se contraía bastante, pero en ningún momento solté su erección, la hacía ir y venir en mi boca dejando en cada termino una juguetona mordidita.

Esta vez eran ya tres dedos dentro de la cavidad de KiSeop, escuchar como gemía y como su interior se contraía cada vez más, oh, estaba ya demasiado caliente para aguanta.

— ¡Jae, me voy!

Gritó en desespero, dejando en mi boca la descarga de su semilla. La bebí completamente, estaba caliente y viscosa. Era primera vez que probaba el semen, ni siquiera el mío lo había degustado alguna vez. Lo limpié con mi boca y terminé de prepararlo levantándome para poner mi glande dura y rosada en su apretado culito.

— Eres tan caliente, KiSeop. Hasta pareciera que me provocaste desde el principio.

Dije entrando primeramente la punta de mi verga en su interior. Cerró los ojos, creo que fui muy brusco, pero ya no podía aguantar más, necesitaba sentir ese apretado y caliente recto presionando mi miembro.

— Dime lo que quieres, KiSeop. ¿Qué es lo que deseas?

Empujando un poco, le preguntaba, deseaba torturarlo como él sin darse cuenta había hecho conmigo.

— Gato, no te pongas i-idiota... ahora. Ahh, fó...fóllame ya, maldita sea.

Y sólo eso tuvo que decir para que yo acatará sus órdenes. Me fui hacia su interior con todas mis fuerzas, abriendo su carne sin tener piedad alguna de que mañana le doliera el culo. Lo estaba disfrutando, estaba tan duro que él se removía un poco al recibirme. Nuevamente busqué sus labios, lo besé apasionado, quería romperle el culo, pero mostrarle al mismo tiempo que no era sólo una cacha.

Los cuerpos de ambos sudaban, mi piel chocaba con la de KiSeop y ambos nos llenábamos de nuestros fluidos.

— Pensé... q-que no te gustaba estar sudado.

Le dije saliéndome de su interior por un momento para ponerlo en cuatro sobre su cama y empezar a darle con aún más fuerza.

Las embestidas iban y venían en un constante vaivén, creo que para esta hora toda la casa sabría lo que estábamos haciendo en nuestra habitación. Los gritos y gemidos de KiSeop se escuchaban con fuerza en toda la estancia, ambos estábamos teniendo un delicioso sexo.

Masturbándolo con dureza, apreté los dientes al sentir que el tronco de mi verga comenzaba a ponerse aún más rígido, la glande ya solía y mis testículos se sentían llenos de leche. Sintiendo que me iba a correr, salí nuevamente para esta vez al voltearlo, meter mi falo en su boca y agarrándolo del cabello hacer que me chupase tan como yo lo había hecho con él hace un rato.

***

Las caricias de JaeSeop eran precisas, no tenía dudas de que el Gato sabía a la perfección como dar placer. No podía controlar mis gemidos, sus embestidas me hacían estar complemento a su merced.

Gemí reclamando cuando salió de mí, quería más, me encantaba la sensación de tenerlo dentro, era tan duro, tan grande que no quería que se saliese. Algo violento, me volteó obligándome a que le hiciera sexo oral, comencé por chupar un poco la cabeza de su polla, engullendo de inmediato la proporción completa. Estaba duro, demasiado.

Toman don un poco de aire, volví a tomar su falo para limpiar el lubricante que salía constante. Acaricié sus pelotas amasando como a pan, recibiendo por fin su leche en mí.

La tragué toda de inmediato, limpié cada gota que hubiere quedado fuera de mi boca. Sonreí subiendo la vista a sus fauces mordiendo mi labio inferior y arqueando una ceja.

— Eres mi obsesión.

Dijo él mirándome fijamente.

— Esa es nuestra canción, Gato.

Fin~'

Our Song [2SEOP ~ ONESHOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora