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Narra Brent

-¿Qué es lo que te hicieron? ¿Que te ocurre? ¿Te sientes mal?- lo dije tan rápido que quizás no me entendió.

De repente sus lágrimas salieron mucho más rápido. Me abrazó muy fuerte. Me sentí raro por unos segundos, no sabía si quedarme quieto o si contestarle su abrazo. Dejé de pensar y coloqué mis brazos en su espalda mientras ella sollozaba en mi hombro.

Quería que saliéramos de éste momento algo incómodo...

-Por favor, deja de llorar. Me vas a llenar la camisa de mocos.- rió.

Se rió. Al menos la hice sonreír.

-Eres un imbécil.- dice entre lágrimas y una sonrisa.

-Desde aquí veo como tus mocos salen.- Elisa hizo una mueca de asco y luego sonrió. Se levantó del sofá y regresó con un paño para limpiarse.

-Gracias.

-Dime, ¿que es lo que te ocurre?- pregunto.

-No es nada, solo... Estoy en mis días.- lo dijo ¿pensativa?

Me estaba mintiendo, lo sabía.

-¿Me estás mintiendo?- pregunté.

Es obvio que no me diría si estaba mintiendo... Pero le sacaría la verdad, la conozco.

-Claro que no... Además ¿que te importa?-

Me salió agresiva la niña...

-Me importa porque eres mi hermana.- ella me observó y luego bajó la cabeza.

-Aveces desearía que no lo fueras.-

Dicho eso corrió hacia su habitación, dejándome con la palabra en la boca.

Eres mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora