No era un adiós.

Señales en espera.

Me he sorprendido a mí mismo, después de todo eh sobrevivido sin ti.

Hace unos meses pensar en eso era extremadamente descabellado.

Te extraño como un loco cada segundo, sí, es cierto.

Quisiera que estuvieras aquí para decirte lo mucho que te extrañe, y partirte la cara de un gran puñetazo, también era cierto.

Las fiestas se están acercando, antes de ti las pasaba solo o en medio de las trincheras. Y no me afectaba. Pero ahora sin ti después de haberme hecho tan dependiente de tu presencia, las navidades de antes eran preferibles.

A veces el pinchazo de la fe me hacía pensar que tal vez, en algún lugar de cualquier parte del mundo tu estabas vivo. Recordándome. Pero eso era imposible.

No entiendo porque te suicidaste, enserio no lo entiendo, leí por ahí que el suicida ya está muerto antes de saltar. Pero tu estabas radiante es decir eran nuestros mejores días nunca te vi triste o pensativo. Y eso me hacía creer que no estaba entre tus planes rajarte la cabeza en la entrada del Bart's.

Pero no entiendo porque te siento en todos lados, como que me siguieras.

Te siento en todos lados, pero no estás en ninguno.

El tiempo se acaba, dame la señal. Por favor.