—Jhudy, me debo ir, ¿ok? —Anunció mirándome a los ojos, yo solo asentí en silencio mirando como el sol salía de su escondite sin prestar mucha atención y con los ojos aun llorosos. El beso mi sien en forma de despedida claro, y se subió a su carro para luego irse.
Qué manera más adecuada de empezar tu cumpleaños...
Realmente me sentía tonta y empezaba a arrepentirme de haberle dicho todo a él, no me culpaba de todas formas. Estaba medio ebria y el pregunto, me puse sensible lo que era muy extraño e inusual en mi. Aun así, aunque mi mente me reproche que eso no se hace y que tal vez no debí hacerlo creo en los impulsos, algo me impulso a decirle eso a él y no niego que fue una de las cosas más liberadoras y razonables que he hecho en años. Tal vez el chico sea un ricachón de mami y papi, tal vez sea muy sofisticado o muy contrario a mí, pero debo aceptar que es bueno escuchando y que por alguna razón te hace sentir que te entiende. Luego de estar unos cinco minutos más viendo al vacío sentada en el borde de mi ventana entre a mi habitación que estaba desordenada como todo el tiempo y sentí algo de pena de que Damian la hubiese visto así, no pensaba en dormir pues ya no tenía sueño por lo que cepille mis dientes y lave mi cara, me cambie la ropa que cargaba y salí a la cocina a hacerme un desayuno. Hice café y unas tostadas con mermelada, no estaba de ánimos así que mi apetito no estaba del todo presente, comí mi desayuno a duras penas y escuche la puerta del cuarto de mis padres abriéndose.
—Así que solo porque tienes 17 te despiertas antes que todos eh —Escuche decir a mi mamá, sonreí de medio lado mientras masticaba mi tostada. Ella me abrazo por detrás y deposito un beso en mi cabeza— Feliz cumpleaños hijita —Susurro.
—Gracias mamá.
—Animo, estas de cumpleaños. Deberías ser un poco más amorosa —La mire incrédula— ¿Que sucede? No es una misión imposible —Río, a pesar de no ser una madre atenta ella siempre estaba de buen ánimo. Tan distinta a mi...
—Para mí lo es —Bufé— solo es un año más no hace la diferencia, al menos para mí. No es como si me ganara la lotería o algo así, sólo un año más —Adquirí pesimista.
—Bueno señorita que ahora es sabia y mala onda de todas maneras hoy como todos los años tendrás una torta de cumpleaños y una cena diferente a las demás.
—Lo sé, este año quiero comida árabe, nunca la he probado —Le pedí y luego le di un sorbo a mi agrio café.
—¿Y si luego no te gusta? Bueno de todas formas igual la comerás —Añadió y yo solo me limité a asentir, ella se dirigió al refrigerador y sabía que le haría desayuno a mi padre.
—Es extraño...
—¿Qué cosa? —Se volteo a verme.
—Que Zack no me felicite, es decir, por mucho que los años pasen no me acostumbró. El estaba ansioso por tener 17 más que por tener 18, decía que a partir de ahí te veías más grande y ahora que los estoy cumpliendo es extraño, él ni siquiera llego a cumplirlos y lo deseaba mucho, me siento extraña al tener algo que él no pudo tener.
—Ay cariño, no te sientas así, el está muy feliz por ti y a pesar de que el no esté mi instinto de madre...
—Tú no tienes eso —Solté y ella solo rodó los ojos.
—...Me dice que el siempre te felicita solo que eras testaruda y no lo oyes —Que inmaduro sonó eso, se supone que necesito madurez en este momento.
—Entonces eres psíquica ahora, gracias por tus felicitaciones todos los años Zack —Dije sarcástica, ambas reímos y olvidamos el tema por unos minutos— Mamá, tu... ¿Tu lo extrañas?
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HABITS
RomanceJhudy Shay es una chica fría que se a alojado gran parte de su corta vida en las fiestas y el alcohol y se rehusa rotundamente a tener amigos o tener algún tipo de relación con alguien. Damian Ó Connor es un chico dulce, decidido y responsable que q...