Capitulo 5

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"Lo único que se de ti es que eres un intocable niño de mami y papi y que no quiero que te metas en mis asuntos"

Todo el tiempo recordaba las palabras que me había dicho aquel lunes por la noche, la prepotencia de su voz resonaba por mi cabeza todo el tiempo, tal vez si le fuese obedecido no estuviese tan liado a esa chica, pero si no hubiese hecho nada fuese ocurrido algo muy perverso

Toda la noche lo único que hice fue pensar en Jhudy y trate de descifrar que era lo que me atraía de ella, no sentía nada por ella que tuviera que ver con todo eso del ámbito amoroso, era algo como curiosidad. Quería descubrir que había detrás tantas dificultades para acercarme a ella, porque evadía tanto a las personas, porque tanto alojamiento en la soledad... Era muy extraño para mi ver a una chica tan agraciada físicamente, bastaba solo mirarla para darse cuenta de que tenía el físico perfecto, su cuerpo era literalmente ese cuerpo que toda chica desea, piernas gruesas y marcadas, gran trasero y sus pechos no son tan grandes pero tienen un buen tamaño al menos para mí. Pero eso no es lo mejor, para nada, lo mejor es su mirada, el azul de sus ojos y la profundidad de su mirar, sus labios delineados que siempre están entreabiertos y sus facciones blancas completamente marcadas. Ella fácilmente podría ser la chica popular y sociable que todo el mundo adora pero no, es esa chica fría que se aloja en vicios y besos y que es inmune a todo sentimiento. Yo necesitaba con todas mis fuerzas descubrir porque era así.

Mis fuentes se habían agotado, la chica me ignoraba y cuando no me trataba como a una completa basura, si decidía dejarla en paz le daría la mayor satisfacción de su vida y eso no me convenía. Tal vez debería seguir luchando, así me convirtiera en una molestia. No me importaba pues si descubría lo que le pasaba y la ayudaba podría sentir la paz que sentía antes de conocerla, definitivamente lo haría. Termine de despertarme y luego de ir al baño baje a la cocina en la que se encontraban mis padres y Ana, mi hermana menor.

—Buenos días —Murmuré frotándome los ojos y haciendo una mueca de cansancio.

Mi padre solo se limitó a mirarme y subir su taza de café en señal de saludo y Ana me sonrió tiernamente haciendo que yo sonriera de vuelta.

—Buenos días tesoro —Hablo mi mamá y luego deposito un beso en mi mejilla— ¿Quieres desayunar? Hice pancakes con Ana.

—Si Ana se lavo las manos antes —Bromee y luego le guiñe el ojo a la ultima, esta entrecerró sus ojos y negó con la cabeza amenazante— Solo bromeo enana.

Mi madre río y me sirvió pancakes en un plato y me sonrió amablemente.

—¿Cómo te fue ayer en la fiesta? —Pregunto mi madre.

—Estuvo bien, nada del otro mundo —Mentí.

—¿Y qué tal todo con Miranda? —Bromeo.

Miranda era una amiga y mi mamá soñaba con que algún día tuviera alguna relación amorosa con ella ya que según mamá ella estaba loca por mi cosa que yo nunca había notado.

—¿Seguirás con eso? Mimi no me gusta y yo tampoco a ella, ¿podrías superarlo? —Pregunte de manera prepotente.

—Que sensible estas Damian —Sonrió haciendo que sus verdes ojos se achicarán— Idéntico a tu padre cuando habló de Lana —Comparó nombrando a la ex de papá a la que mi madre no toleraba desde que esta se le volvió a insinuar a mi padre hace unos meses. El, fiel a mi mamá, la ignoro.

—Solo tuve una mala noche de sueño, ¿bien? —Admití.

—¿Y eso porque cariño? —Pregunto mostrando preocupación.

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