El fin de semana había llegado y la verdad no me habían invitado a ninguna fiesta. Yo era capaz de ir a una discoteca, no tenía amigos así que ir sola no era un problema, aun así estaba algo indispuesta, era una de esas noches en las que quería quedarme fumando o viendo televisión. Eso era extraño pues yo salía de viernes a domingo, y, a veces, también los lunes, era muy extraña mi falta de ganas por salir a beber y cazar algún chico. De hecho, creo que la experiencia del lunes era la culpable de mi falta de ganas por salir, yo era una chica que estaba acostumbrada a los chicos y al sexo, pero eso era una violación y me había causado mucho temor y de no ser por el acto de humanidad de Damian tal vez lo peor hubiese pasado. De ahora en adelante trataría de ser más cautelosa en ese aspecto aunque conociéndome bien no prometía nada. Damian no me había escrito en toda la semana por lo que saque la conclusión de que tal vez no había guardado mi número y solo dijo eso para verse más amigable, no le di importancia realmente pues no me importaba mucho pues no quería ser su amiga realmente, solo agradecía lo que había hecho por mí y más nada pues no era de mucho agradecer y mucho menos sentir a pesar de lo susceptible que me puse al estar con él, pero eso era culpa de el momento y lo mucho que me costó asimilar lo sucedido.
Después de bañarme y cepillar mis dientes me puse mi pijama y deje mi cabello mojado suelto. Estaba muy aburrida así que salí a la sala a ver televisión allá para cambiar un poco de ambiente. Cuando me dirigí hacia allá vi que mi mamá estaba allí viendo la televisión. Yo no me llevaba muy bien con ella, ella tuvo hijos muy joven, creo que estaba frustrada por ello y eso hacía que nuestra relación pareciera más de dos hermanas que se odian que una relación madre e hija, ella era muy relajada y no se preocupaba mucho. Trataba de mantener casi todo en orden, pero no lo lograba. Me senté en el mueble y ella salto del susto.
—Jhudy, me asustaste hija —Hablo en silencio y despacio.
—Lo siento, ¿estás viendo la televisión?
—No, estaba a punto de dormirme, pero ahora que estas aquí, ¿que tal si vemos algo juntas? —Preguntó en un intento de que hiciéramos algo juntas.
—¿Te parecería bien un cigarrillo? —Pregunte secamente.
—¡¿Aun lo haces Judhy?—Reclamo.
—Si me vas a sermonear iré a mi habitación.
—Ya me calmo, eso te hace mal nena. Además, se te pondrán los dientes asquerosos como a tu padre.
Ambas reímos.
—Es sólo uno por día, algún día seré millonaria y lo dejare. Y arreglare mis dientes si se me ponen asquerosos —Resalte y ella volvió a reír— Ahora, ¿lo haremos o no?
Salimos al porche con la caja de cigarros y ambas fumamos uno, ella al principio tosió un poco pero luego le agarro el hilo, era extraño compartir algo así con ella pero al mismo tiempo era cómodo y lo extrañaba.
—Esto me recuerda mucho a Zackary —Dijo ella melancólica.
—A mí también, por eso lo hago siempre. Me hace sentir cerca de el —Respondí— Siempre lo veía hacerlo, ¿sabes? Yo le prometí nunca hacerlo porque me daba asco, el solo me dijo que apostaba todo a que lo haría, tu sabes como él era siempre acertaba —Mi madre río al recordar — y acertó mírame, siempre lo hago.
—El era muy acertado e inteligente. Pero creo que te haría bien dejar el cigarro, ¿sabes que hay vapeadores y muchos sabores de narguile que pueden remplazar al cigarro?
—No —Dije y bote el humo del cigarro— No es igual ya lo intente.
—Eres idéntica a tu madre, terca como una mula. Nena iré a dormir, tu padre se siente algo mal y debo estar a su disposición.

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HABITS
RomansaJhudy Shay es una chica fría que se a alojado gran parte de su corta vida en las fiestas y el alcohol y se rehusa rotundamente a tener amigos o tener algún tipo de relación con alguien. Damian Ó Connor es un chico dulce, decidido y responsable que q...