Esa noche no quería quedarme en mi habitación, así que salí al patio al banco al que siempre iba, pero antes decidi dar un paseo por allí, ya que no hacía tanto frío y se estaba bastante bien, me gustaba pasear de noche, ya que es cuando de verdad estas sola y puedes pensar sin que nadie te moleste, y a ese lugar no iba nadie al menos eso pensaba, ya que yo iba por la tarde, pero esa noche me di cuenta de que a alguien más le gustaba salir de noche.
Pero no podía ver quien era, ya que llevaba una capucha, así que no le di importancia y me fui al banco de siempre en el cual me senté y abrí el libro, y sin querer se salieron las notas, las cuales acabaron en el suelo por accidente, en ese momento paso algo que me dejó helada, me puse totalmente pálida...
-¿Aún las guardas?-dijo una voz que me parecía haber escuchado antes.
En ese momento lo entendí, esa misteriosa persona era el chico de las notas, el de la consulta. Me levanté y me di cuenta de que se había quitado la capucha y estaba sonriendo, pero de la forma que me asustaba, como cuando salió de la consulta.
-Tú eres...-no podía hablar, aunque no hacía frío estaba congelada.
-¿Yo soy el de las notas?, puede que sí, puede que no. Es algo que tendrás que averiguar.-dijo con total naturalidad.
¿Me estaba tomando el pelo? Estaba claro que era él, pero seguía sin entender porque lo hacía y tenía la sensación de que no me lo diría.
-Pero...¿por qué...?-dije totalmente impresionada.
-Dejame decirte algo, no puedo responder a tus preguntas, al menos no ahora-dijo sonriendo.
-¿Por qué no ahora?-pregunte extrañada.
-Aún no es el momento...-dijo con total naturalidad.
-Pero ¿qué dices?-me estaba empezando a enfadar.
-Solo confía en mi-dijo mirándome.
¿De verdad esperaba que confiara en él?
-¿Por qué tendría que hacerlo?-dije levantando una ceja.
-Solo hazlo ¿vale?- dijo y se fue.
Y me quedé allí de pie, eso había sido bastante raro, el era raro de por si...dijo que aún no era el momento, ¿qué había querido decir con aquello?
Decidí no darle importancia y pensé que sería mejor irme, de repente estar allí fuera me dio un poco de miedo.
Cuando llegué a mi habitación fui al baño y me hice algunos cortes, no eran profundos. Todo ese asunto de las notas y del chico misterioso me cansaron bastante, por lo que decidí irme a dormir pronto y dejar de pensar en aquello, al menos hasta el día siguiente, ya que sabía que me sería imposible sacármelo de la cabeza. Esparaba averiguarlo todo, al menos lo intentaría...
//Aquí estoy de vueltaaa, la cosa va lenta por los exámenes, pero la verdad es que tengo ideas para seguir ambas historias. Por favor pasaros por Don't Want Your Love. Y por favor comentad y votad :)//
