Capítulo 9.-Cielo estrellado.

10 3 3
                                    


-¿Qué...?-dije algo confundida.

-Querías saberlo, ¿verdad?-dijo él sin más.

-Entonces, ese es...-dije impresionada.

Él asintió, pero su expresión era seria. Me sentía un poco mal, ya que el había dicho eso para me que callara, y no le culpo, la verdad es que no tenía razón para ponerme así...

-Lo siento-dije al cabo de unos segundos que parecían haber sido minutos.

-No pasa nada...además de todas formas algún día iba a tener que decírtelo...-hizo una mueca que parecía una sonrisa, a lo que yo le respondí con una sonrisa y bajé la mirada.

-Oye, se me ha ocurrido una idea, tu estabas aquí aburrida mirando el techo, y no lo niegues, eso es aburrido, ¿que te parece si vienes conmigo a un sitio?

-Quieres decir ahora...hmm, vale.

-Genial, venga vamos-dijo alegre.

-Espera un momento...-dije al avergonzada, rápidamente cogí unos pantalones cortos entré al baño y me los puse para después salir.-Ya estoy.

Empezó a andar hacía la puerta haciendo señas con la mano para que le siguiera, salimos al pasillo y nos dirigimos hacia el patio, ¿acaso quería salir fuera?. Era de noche, salimos al patio y el siguió andando sin decir nada, y no hacía frío, lo que me sorprendió.

Continuamos andando por una parte en la que yo nunca había estado, cada vez había menos luz, al final llegamos a un lugar cubierto de césped y que solo estaba iluminado por la luna, la verdad es, y hay que decirlo, que era precioso.

-Ven aquí, vamos a tumbarnos en el césped-dijo con un tono amable.

-Vale, pero sigo sin saber porque estamos aquí.

Nos tumbamos uno al lado del otro y me indicó que mirara el cielo, al hacerlo me quedé maravillada, nunca había visto nada igual, era algo increíble, no tenía palabras para expresar lo que veía. El debió de darse cuenta, porque empezó a reírse, esa risa, no la olvidaría jamas.

-Suelo venir aquí cuando quiero estar solo, o simplemente para pensar.

-Así que, ¿este es tu lugar secreto?-dije con un tono de diversión en la voz,

-Sí, creo que se le puede llamar así-dijo con normalidad.

Yo solté una risa, a lo que él me miró esperando una respuesta.

-Pues lo siento mucho, pero ya no va a ser solo tuyo.-dije aún riéndome, provocando que también él empezara a reir.

-Pues será nuestro ¿te parece bien?-Yo asentí y allí nos quedamos los dos mirando el cielo estrellado.

Aquel hermoso cielo, y en aquel momento supe que no todo era malo en la vida, que podía haber momentos que lo cambiaban todo, momentos e incluso personas que cuando llegan cambian totalmente todo, en aquel momento era feliz, no pude evitar sonreir y parece que Alec se dio cuenta porque hizo un sonido parecido a un pequeña risa. Pero ninguno de los dos dijo nada, porque no hacía falta y para no estropear el momento, aquel momento perfecto.


Don't let me fall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora