Capítulo 2.-Bienvenida al infierno.

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Me desperté temprano, porque al parecer estaba a unas cuantas horas de camino en coche así que tendríamos que salir temprano para llegar allí a medio día más o menos. Me levante y fui a darme una ducha, me puse una camiseta negra de tirantes suelta, unos pantalones cortos vaqueros y unas vans negras, tenía pintadas las uñas en negro (me gustaba como quedaba ese color).

Tras vestirme bajé a desayunar aunque esa mañana no tenía hambre y es lógico, pero aun así me bebí un café con leche, cuando acabé vi bajar a mi madre, ella desayunó mientras yo iba a por la maleta y mis cosas, entoces bajé y allí estaba ella, esperándome con las llaves en la mano para empezar el camino hacia mi infierno.

Subí al coche y empezamos el largo camino, yo iba escuchando música hasta que me quedé dormida y mi madre me despertó, habíamos llegado, bajé del coche y cogí mi maleta, el edificio era muy grande y blanco, se veía como un hospital.Empezamos a caminar hacia la entrada mientras yo solo pensaba en dar la vuelta y correr, pero no, habíamos entrado y si que parecía un hospital.

Llegamos a recepción y mi madre habló con la señora, ella asintió y le dio un papel, después fuimos a una sala donde se encontraba un hombre, parecía ser el doctor.

-Ashley este es el Doctor Thomas Hale.-dijo mi madre.

-Hola.-dije desinteresadamente.

-Bienvenida Ashley, siéntete como en casa-dijo sonriendo.

Yo no respondí, entonces vino una señora que supongo que era una enfermera y me llevó a mi habitación, estaba situada en un largo pasillo en el cual había más habitaciones, aunque no todas estaban llenas, la puerta era de un gris claro. La señora me dejó en mi habitación.

-Más tarde vendré para llevarte al despacho del Dr.Hale-dijo y yo asentí.

Entré a mi habitación cerrando la puerta detras de mi y mire a mi alrededor, las paredes eran blancas y tenía un pequeño escritorio con una silla, al lado había una ventana y pegada a esa pared estaba la cama, y como no las sábanas blancas, también había un pequeño baño, pensé en que quizá me dajarían decorarla un poco. Después deshice la maleta, guardé la ropa en el armario y puse el libro en el escritorio.

Pasado un tiempo llegó la señora y me llevó a una sala en la que estaba el Dr.Hale, entré y ella cerró la puerta.

-Hola, tu eres Ashley Johnson, ¿verdad?-dijo, yo asentí.

-Ashley sientate por favor y dime, ¿sabes por qué estas aquí?-dijo.

Yo me senté y tras unos segundos dije:

-Porque mi madre piensa que estoy deprimida-dije.

-Bien, ¿y lo estás?-preguntó él.

-No, no lo estoy pero por más que se le diga se niega a creerme y ya no se que hacer, yo no tendría que estar aquí-dije rápidamente.

-Ashley dejamé explicarte una cosa, hay muchos tipos de depresión distintos y las personas pueden pensar que no lo están porque no se dan cuenta, pero las personas a su alrededor si se dan cuenta de ello y a veces la depresión puede llegar a algo peor como por ejemplo a autolesionarse, dime, ¿tus amigos han dicho algo sobre esto?-dijo.

-Se podría decir que no tengo amigos-respondí.

-Ya está bien por ahora, pero piensa en lo que te he dicho-dijo.

Me levanté y salí de allí para ir a mi habitación, era tarde y estaba cansada así que me duché y me puse una camiseta suelta, pero cuando iba a acostarme vi una nota debajo de la puerta, que decía:

Bienvenida al infierno.

Eso me asustó un poco, estaba claro que no podían haber sido ningún doctor, y mucho menos mi madre, no pensaría en eso, así que me fui a dormir.


//Hasta aquí este capítulo, ¿quién habrá escrito la nota?.

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Don't let me fall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora